Nissan cede en Cantabria y apenas recortará el sueldo a la plantilla

El plan se someterá a votación por sus 500 empleados para su aprobación a partir de las 14 de este viernes

Aspecto de las instalaciones Nissan del centro de la Zona Franca de Barcelona

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La dirección de la planta de Nissan de Los Corrales de Buelna, en Cantabria, y el comité de empresa han llegado a un preacuerdo definitivo esta madrugada para asegurar la viabilidad de la planta cántabra después del pulso que la cúpula de la instalación echó a la plantilla  con un agresivo recorte de derechos.

El pacto está pendiente de ser aprobado por los más de 500 trabajadores en la asamblea que se celebrará a partir de las 13 horas este viernes y se someterá a votación a partir de las 14. Después, será enviado a la matriz de Nissan en Japón para que la empresa pueda validarlo antes del 24 de julio.

El proyecto protegerá finalmente el empleo y garantizará inversiones por valor de 40 millones de euros, implica además la reducción del 5% de la jornada a partir del 1 enero de 2021 y la aplicación de medidas de flexibilidad temporales como un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). El recorte de derechos es muy inferior al que pretendía inicialmente la marca, que barajaba un recorte salarial de alrededor del 35%. 

Además, se garantizan el 100% de las pagas extras y las vacaciones, y un máximo de 10 días laborales; la congelación salarial en el periodo 2021-2023; el complemento de incapacidad temporal por enfermedad común del 75%; y el compromiso de estudio para el desarrollo de la movilidad funcional.

La fábrica de Nissan en Los Corrales de Buelna, que produce piezas para vehículos de Nissan y Renault, escapa de momento a una reestructuración enorme del fabricante nipón y podrá pelear por un futuro más a largo plazo que el establecido en el plan de viabilidad para el trienio 2020-2023.

Plan de ultra-competitividad para la planta

El objetivo de esta negociación entre el comité y la dirección de Nissan en Los Corrales —que coincidió en su inicio con el anuncio del cierre de la planta que la empresa japonesa tiene en Barcelona— es dotar a la industria cántabra de un plan de competitividad para los próximos años, hasta 2023. Uno de los objetivos que pretende es reducir el coste por pieza un 28%.

El acuerdo también da respuesta a los tres ejes del plan planteado por la dirección, la mejora del rendimiento de la planta, el aumento del volumen de negocio y la renovación de las instalaciones, incluyendo la introducción de nuevas tecnologías, y recoge los objetivos marcados por el comité de empresa: compromiso de empleo, incremento de carga de trabajo y un plan de inversiones.

“Con la consecución de este acuerdo, una vez sea ratificado, trasladamos un mensaje del compromiso de la planta y la apuesta decidida por su futuro. A través del plan de ultra-competitividad dispondremos de una oportunidad única para construir un futuro sostenible para la planta de Cantabria”, según el director general de operaciones de Nissan en Los Corrales de Buelna, Eduard Reimondez.

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