La Cambra mejora las previsiones de crecimiento del PIB catalán

La organización empresarial descarta la recesión, pero calcula que la economía de la comunidad moderará su crecimiento en 2023 hasta el 1,8%

La presidenta de la Cambra de Comerç de Barcelona, Mónica Roca, en una imagen de archivo. EFE/Susanna Sáez

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La economía catalana irá de menos a más en 2023 y no habrá recesión. Es la principal conclusión extraída del último informe de coyuntura económica elaborado por el gabinete económico de la Cambra de Comerç de Barcelona. La organización empresarial ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento del PIB de la comunidad autónoma, que aumentará un 1,8% en 2023, dos décimas más que en su último cálculo elaborado el mes de octubre. Aun así, se trata de una moderación del crecimiento, tras un aumento el 5% a cierre de 2022.

Según ha explicado este martes, Joan Ramón Rovira, jefe del gabinete de estudios de la entidad, la moderación de los costes energéticos, tras la bajada del precio de los carburantes, permite anticipar un descenso gradual de la inflación -que quedará sobre el 4%-, un hecho que ya ha impulsado la confianza empresaria. De hecho, el indicador de confianza que calcula junto al Idescat, el INE catalán, ha mejorado en enero respecto a la última previsión hecha a finales de 2022.

Las exportaciones serán un factor clave para impulsar este crecimiento, que aumentarán en un 6,2%, según los cálculos de la Cambra. De hecho, en 2022 ya fueron uno de los mayores contribuyentes que permitieron cerrar el año con un crecimiento del 5%: se dispararon un 17%, en parte impulsadas por la inflación. «2023 será el año en que se conseguirán los niveles de actividad previos a la pandemia«, concluye Rovira.

Aun así, el economista también ha matizado que, estas previsiones dependerán de como evolucione las principales cuestiones geopolíticas que afectan a la economía global. Por ejemplo, una escalada de la guerra en Ucrania o un impulso de la economía China tras el fin de la política covid-cero podría volver a incrementar el precio de los combustibles.

Otros factores de riesgo que pueden trastocar esta evolución de la economía catalana, podría ser un estancamiento de la inflación, además de un impacto negativo del aumento de los tipos de interés. Por otro lado, muchos sectores económicos dependen de la ejecución de los fondos Next Generation de la Unión Europea. Por ahora, apenas se han realizado el 50% de los recursos.

Menos ahorro en 2023

Los datos a corto plazo con los que trabaja la entidad catalana ponen en relieve esta ralentización económica. El PIB trimestral se estancará en un 0,1% hasta marzo por una contribución más contenida del consumo privado y de la demanda externa. De hecho, se espera que el peso del consumo en el PIB de 2023 decaiga por la falta de ahorros. Si en 2022 se mantuvo resiliente pese a la inflación por el ahorro acumulado en la pandemia, la tasa de ahorro de los catalanes podría caer hasta un 5,8% hasta mínimos históricos, según las previsiones de la Cambra.

«Tenemos que ser cuidadosos. Los datos muestran que iremos de más a menos, así lo constatan los indicadores», valora la presidenta de la Cambra, Mónica Roca, durante la presentación, que también ha matizado que las principales palancas de dinamismo en 2022 en Cataluña fueron el mercado de trabajo, el consumo y el turismo extranjero.

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