Colau, Collboni y Trias se disputan la gestión de 4.800 millones de euros

El alcalde que salga de las urnas este domingo tendrá en sus manos los 3.595 millones de euros del presupuesto municipal, más los 1.177 que maneja el AMB

Los candidatos a la alcaldía de Barcelona Ada Colau (BComú), Jaume Collboni (PSC),y Xavier Trias (JxCat), durante el tradicional vermut conjunto en el Mercat de la Boquería. EFE/Quique García

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La reelección de Ada Colau, el sorpasso de Jaume Collboni o el retorno de Xavier Trias. El triple empate que vaticinan la mayoría de las encuestas sobre las elecciones del Ayuntamiento de Barcelona dejará el gobierno municipal en manos de los pactos postelectorales. Si fuera la más votada, la actual alcaldesa podría mantener la cargo con el apoyo del PSC, mientras que el socialista podría conseguir la alcaldía, aunque quedara segundo, si Trias le da su apoyo para evitar un tercer gobierno de los comunes. En su caso, el exconvergente deberá de acumular el mayor número de votos y encandilar, también al PSC, para hacerse con el cargo.

Sea cual sea el escenario que dejen las urnas este domingo, el próximo edil tendrá una millonada de euros en sus manos, con una cantidad que va más allá del ya de por sí alto presupuesto que maneja el segundo ayuntamiento más grande de España. El alcalde del consistorio barcelonés es, además, presidente del Área Metropolitana de Barcelona, por lo que Colau, Collboni y Trias se disputan la gestión de ambos presupuestos, que suman más de 4.773 millones de euros.

El pleno municipal aprobó a finales de diciembre las cuentas del Ayuntamiento para el año 2023, las más altas de su historia, que superan los 3.595 millones de euros. Más de dos tercios de la cifra corresponde al gasto corriente de la administración, que alcanzó los 2.750 millones. Colau, Collboni o Trias tendrán en sus manos 408 millones de euros para gestionar los servicios sociales y 403 más para la limpieza de los espacios público y la recogida de residuos. La tercera partida más elevada va dirigida a la seguridad y la movilidad, con 373 millones, seguida del trasporte público, con 184 millones.

En las cuentas también se incluyen inversiones por un valor que supera los 884 millones de euros, incluyendo los 124,6 millones que ejecutarán las dos principales empresas públicas, Barcelona Serveis Municipals y el Institut Municipal d’Habitatge. Del total, 90 millones se invertirán a un fondo extraordinario para asumir gastos derivados de la situación económica, como el coste extra del transporte público o del consumo energético.

La unión del tranvía, en el aire

La gran mayoría de las inversiones proyectadas a corto plazo son grandes obras públicas. Por ejemplo, el futuro alcalde deberá de que continuar las obras de reforma de la via Laietana iniciadas este año con 18,2 millones de euros, o con la urbanización del parque situado en la renovada plaza de las Glorias con 18,1 millones de euros.

Entre las partidas de inversión aprobada hace cinco meses se encuentran 9,4 millones de euros dirigidos a acabar las obras de conexión del tranvía por la Diagonal en su tramo entre las Glòries y la plaza Mossèn Jacint Verdaguer. Este tramo de los polémicos trabajos ya está casi finalizado, por lo que poco podrán hacer sus detractores, que consideran que congestiona una de las principales arterias de la ciudad, para dar marcha atrás.

Las cuentas también prevén 615.000 euros para redactar el proyecto de unión del último tramo, entre Verdaguer y la plaza Frances Macià. Sin embargo, todo quedará en manos del próximo alcalde. Un gobierno continuista de Barcelona en Comú mantendría el plan intacto, mientras que Collboni anunció recientemente que no considera estas obras “una prioridad” por lo que podría descartar ejecutarlas en el próximo mandato. Trias siempre se ha mostrado contrario al proyecto y dejó bien clara su postura la semana pasada en un acto del Círculo Ecuestre: “No pienso continuar. Esto se quedará en Verdaguer”.

Al gasto y las inversiones del Ayuntamiento se le suma la gestión del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), el organismo rector que apoya a los gobiernos locales de los 36 municipios que rodean la capital catalana. Para 2023, cuenta con una bolsa de 1.177 millones de euros en gastos para destinar a las diferentes localidades.

Movilidad, inversiones y agua

Un tercio de la cifra va destinado a la movilidad y el transporte con 423 millones de euros. El AMB gestiona los autobuses metropolitanos, el metro de Barcelona, el tranvía y, aunque el servicio lo opera Renfe desde Rodalies de Catalunya, o los Ferrocarrils de la Generalitat, dependiendo de la línea, también controla los billetes integrados del transporte metropolitano.

El futuro alcalde, además, tendrá en sus manos casi 230 millones para realizar inversiones en los distintos municipios y 203 millones más para ayudar a los ayuntamientos en su política de gestión de residuos. La administración metropolitana tiene en competencia la gestión del agua de una decena de localidades, algo vital en tiempos de sequía, con un presupuesto de 115 millones de euros.

El primer edil de Barcelona tiene, por último, otro cargo: es el presidente del Consell General de la Fira de Barcelona. El día a día de la institución recae en las decisiones de su Consejo de Administración, encabezado por Pau Relat, pero quien acepta sus presupuestos y negocia los grandes acontecimientos como el Mobile Word Congress es el alcalde o alcaldesa. Fira facturó 211 millones de euros en 2022, una cifra que se suma a la cantidad que manejará el próximo dirigente municipal.

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