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La economía frena en seco en septiembre: la Airef estima crecimiento nulo y Esade, una caída del 0,1%
Dos indicadores de incremento del PIB a tiempo real ya apuntan que la ralentización está llegando antes de lo previsto y con mayor fuerza de la calculada
La desaceleración de la economía ha pasado de ser un augurio a ser un hecho. La actividad ha echado el freno este septiembre y al menos dos indicadores de crecimiento económico a tiempo real arrojan un estancamiento -e, incluso, la caída- del producto interior bruto (PIB) en el tercer trimestre de este año: el que elabora la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y el de la escuela de negocios Esade con la consultora EY.
El indicador que elabora la Airef –Mipred– lleva ya dos oleadas arrojando un crecimiento nulo en el tercer trimestre, con una tasa intertrimestral del 0,0%. De hecho, estaría ligeramente por debajo de ese 0%. La previsión de crecimiento ya cuenta con un 52% de los indicadores correspondientes al trimestre, con el 100% de los correspondientes a julio -un mes de gran actividad económica debido al turismo- y algo más de la mitad de los relacionados con el mes de agosto. La mayor parte de los indicadores han arrojado sorpresas negativas sobre el crecimiento.
«La desaceleración se está produciendo con mayor intensidad y anticipación de lo que esperábamos», alertó la presidenta del organismo auditor, Cristina Herrero, durante un desayuno informativo de este jueves.
Fin a cinco trimestres de crecimiento
Por otro lado, el RealTimeTracker de Esade-EY Insights arroja una noticia negativa: la caída del PIB durante este tercer trimestre. «Nuestro modelo de seguimiento y pronóstico en tiempo real estima una evolución negativa del PIB en el tercer trimestre de 2023: -0,1%. Esta tasa, que ya tiene en cuenta la revisión del INE de la contabilidad nacional publicada el 18 de septiembre, pondría fin a cinco trimestres de crecimiento ininterrumpido», detallan los expertos. Un extremo que no impediría que el año cierre en positivo.
El informe apunta que el crecimiento ha oscilado entre tasas positivas del 0,3% y 0,5%, gracias al buen comportamiento del mercado laboral y del turismo en julio, hasta la contracción de una décima que apunta en esta oleada. Esto es, explican, por los malos datos de los índices de gestores de compras (PMI), los índices de inversión y, sobre todo, los indicadores de ventas de grandes empresas, de las ramas de actividad industriales y de la construcción.
«Si el INE confirma a finales de octubre un crecimiento trimestral en torno al 0% en el tercer trimestre, el PIB registraría un avance del 2% en 2023 aún si se produjera un total estancamiento (0% trimestral) en el último cuarto del año», pronostican en su análisis económico.
Estos pronósticos a tiempo real contrastan son dos factores más a tener en cuenta sobre la desaceleración. El Banco de España, en sus proyecciones trimestrales, ya avanzó que la economía habría crecido con menos vigor entre julio y septiembre: el 0,3%, una décima menos que en el segundo trimestre, cuando ya registró un alza inferior a la esperada. Esta desaceleración llegará hasta bien entrado 2024, con mayores tasas de inflación por un incremento de los precios de las materias primas energéticas, y un menor progreso del PIB del previsto hace meses.