El Bulli no cierra, se reconvierte en un restaurante para grandes empresas

Por Xavier Salvador

El cocinero español más internacional, Ferran Adrià, anunció el pasado enero el cierre de su emblemático restaurante, El Bulli de Roses, durante los años 2012 y 2013. Las pérdidas acumuladas en los últimos años, la presión creativa y el esfuerzo humano fueron esgrimidos como los argumentos que habían llevado a Adrià y a su socio Juli Soler a tomar esa determinación y a darse un plazo de dos años para reformular su negocio gastronómico. Sin embargo, El Bulli no cerrará sus puertas. Durante dos años procederá a una reconversión que tiene otro objetivo diferente: convertir el establecimiento en un restaurante exclusivo para grandes empresas, según ha podido conocer Economía Digital.

The Ferran Adrià Historical Experience es la denominación del nuevo proyecto que ya se está comercializando entre las grandes compañías multinacionales. A través de AD Group, una firma especializada en márketing propiedad de Alberto Díez, El Bulli ofrece un paquete de servicios a las grandes corporaciones consistente en abrir el restaurante para 50 comensales, además de prestar otros servicios adicionales. El precio de ese paquete es de 250.000 euros, lo que supone un coste por asistente de 5.000 euros. Cada semana se atenderá a una sola empresa. La iniciativa se basa en la proyección internacional y en la imagen de marca del restaurador español.

Concebido como un producto para que las empresas lo utilicen con sus accionistas, directivos, distribuidores y público de interés, la oferta de Adrià y Soler para 2012 y 2013 incluye un apartado gastronómico consistente en una demostración de cocina a cargo de Oriol Castro, Mateu Casañas y Eduard Xatruch, creativos del equipo del cocinero; una cata dirigida por Ferran Centelles; y la elaboración de un postre que contiene el nombre, la imagen corporativa y los valores de la empresa contratante.

Discreción y confidencialidad

Un centenar de empresas se ha interesado ya por una iniciativa que se está desarrollando con la máxima discreción, según ha podido saber esta publicación. La oferta de servicios se completa con una conferencia de Ferran Adrià a los 50 invitados sobre la importancia de la creatividad en los procesos de I D I. No son las únicas atenciones que recibirán los asistentes, a quienes se obsequiará antes de la celebración del encuentro con un delantal de Adrià serigrafiado con el logotipo de la compañía, diversos obsequios que forman parte del merchandising del restaurador, incluso un libro personalizado con imágenes del encuentro que incluirá un prólogo de Adrià y un epílogo del presidente o CEO de la multinacional contratante del servicio.

Para completar los servicios, el equipo de Adrià servirà un espectacular desayuno en el hotel en el que se alojen los invitados. Los 50 asistentes dispondrán también de una visita privada a la casa museo Salvador Dalí de Figueres, a las ruinas de Empuries, al castillo de Peralada, así como navegación por la Costa Brava. “Es una acción de fidelización a grandes clientes bajo la máxima discreción y confidencialidad”, relata el material publicitario confeccionado para comercializar la nueva etapa de El Bulli.

Problemas internos

Cuando a finales de enero el cocinero español más laureado comunicó su intención de cerrar el restaurante se dispararon las especulaciones sobre cuáles eran las razones de fondo de tal decisión. Con un nivel de reservas anticipadas de más de un año (de hecho, El Bulli abrirá durante el próximo año 2011 para atender los compromisos adquiridos), el éxito del establecimiento resulta indiscutible. “Con esta reconversión, se soluciona uno de los problemas internos de la empresa: qué pasaba con Juli Soler o con Luis García, el maitre, que se quedaban durante dos años sin ocupación prevista. También reconcilia al grupo fundador, entre los cuales saltaban chispas en los últimos meses”, relata una fuente empresarial próxima a Adrià.