El campo español como desafío de la reforma laboral

El Gobierno y los sindicatos defienden la oportunidad para favorecer el empleo estable y de calidad

Cosecha de cereal en 2019. EFE/NACHO GALLEGO

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 En un sector marcado por el clima y por una fuerte temporalidad como es el agrícola, la entrada en vigor de las contrataciones previstas en la reforma laboral preocupa a muchos agricultores. Sin embargo, el Gobierno y los sindicatos defienden la oportunidad para favorecer el empleo estable y de calidad.

Por su parte, las organizaciones agrarias insisten en las dificultades para aplicar la reforma, por la limitación de los contratos temporales, mientras que el Ministerio de Trabajo asegura que la estacionalidad «no está reñida con la calidad» y que la nueva regulación permitirá a los empresarios agrícolas igualarse a sus homólogos europeos en sus negocios. Y es que concretamente el 1 abril acabaron los tres meses de plazo transitorio fijados en la reforma para la mayoría de los aspectos sobre el nuevo marco de contratación.

Así, para la agricultura, es un punto clave la conversión de trabajadores en fijos-discontinuos, ya que según la reforma el contrato temporal se limitará a circunstancias de la producción, para situaciones previsibles y de duración delimitada -como las cosechas- y para un máximo de 90 días. Concretamente, en un año se hacen unos dos millones de contratos temporales aproximadamente, según fuentes del sector, que temen las consecuencias negativas de eliminar las contrataciones eventuales.

Como dato hay que tener presente que la afiliación media a la Seguridad Social en agricultura, ganadería y pesca ascendió a 1.091.973 personas el pasado mes de marzo. Preguntados los representantes de las organizaciones Asaja y COAG por si la reforma considera la situación del campo estos afirman que no, mientras que UPA aboga por “darle una oportunidad”.

«Muy por encima de los países del entorno europeo»

Por su parte, el Ministerio de Trabajo y Economía Social, presidido por la líder de la izquierda Yolanda Díaz, defiende que sí se han tenido en consideración tales particularidades. “Esta reforma ha dado cabida a las necesidades de contratación de actividades de carácter estacional o vinculadas a actividades de temporada y para hacerlas compatibles con la protección de las personas trabajadoras y el empleo estable, mediante mecanismos de contratación adecuados para el ámbito agrario», según han declarado fuentes del Ministerio de Trabajo. 

En ese mismo sentido, han recordado que el segmento agrario está exento de la cotización adicional aplicable en los contratos inferiores a 30 días. “La reforma laboral supone avanzar en el empleo digno, en la estabilidad y en la competencia leal. Va a permitir a los empresarios españoles del sector compararse con sus homólogos europeos en profesionalización y estabilidad de sus negocios”, también según Trabajo. Y es que, específicamente, la tasa de temporalidad en la agricultura española es del 50%, “duplica la media y está muy por encima de los países del entorno europeo, que ronda el 25%”, de acuerdo con Trabajo. 

Elena Quesada Torres

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