El drama del monocultivo de Arbúcies
Arbúcies, una población de poco más de 6.000 habitantes, en el corazón de La Selva, concentra a 4 de las principales empresas fabricantes de carrocerías para autocares y alrededor de 30 empresas auxiliares vinculadas que emplean en total a unos 1.500 trabajadores de la comarca.
Un cluster en toda regla que, como tal, recibió el apoyo de la Conselleria d’Innovació, Universitat i Empresa para su potenciación, que se plasmó en el PEIC (Pla Estratègic de la Indústria Carrossera), un ambicioso programa que a la vista de lo que está sucediendo hoy podría ser “papel mojado”, según denuncian fuentes sindicales.
Y es que dos de las principales empresas de carrocerías de Arbúcies han presentado sendos EREs de carácter temporal que afectarán a aproximadamente 300 trabajadores. Noge, cuyo ERE no ha sido aún autorizado, ha propuesto que sus 119 empleados dejen de trabajar durante 63 días entre junio y diciembre. Indcar, por su parte, plantea que los 180 trabajadores que conforman su plantilla estén un mes en el paro, de manera que cada mes haya un máximo de 30 trabajadores parados. Con estas medidas, las empresas carroceras buscan reducir gastos para poder afrontar la caída de la producción, estimada en un 40%.
Así, proyectos como el citado PEIC chocan con una realidad en la que el modelo productivo de Arbúcies se resquebraja. “Los clusters son iniciativas que responden a intereses empresariales”, apuntan desde CCOO, “vienen bien para activar el sector y son positivas siempre que reviertan en el trabajador”.
El trabajador es el primer perjudicado y la sangría de empleo ya ha comenzado. El paro ha aumentado en la comarca de La Selva un 72,93% en el mes de abril de 2009 respecto al mismo mes del pasado año. El desempleo se ha cebado con los hombres dado que el carrocero es un sector “marcadamente masculino”. De esta forma, en sólo un año, el paro se ha duplicado entre los hombres de la comarca, pasando de 2.933 desempleados en abril de 2008 a 5.940 en el mismo mes de 2009.
Los distintos agentes sociales y económicos lamentan el poco apoyo recibido para reflotar el sector y salvar puestos de empleo. Fuentes sindicales critican que se haya priorizado con el Plan Estatal de Inversión Local la construcción, en lugar de, por ejemplo, nuevas líneas de transporte urbano que podrían contribuir a asegurar la continuidad de las fábricas de carrocerías de autocares, así como a crear puestos de trabajo de carácter continuo.
El ambiente que se respira mientras tanto en Arbúcies es, a la espera del desarrollo de los EREs en proceso de aprobación y de nuevos que puedan surgir, de temor contenido, dado el enorme porcentaje de población empleada en esta industria.