El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha decidido que financiará sus programas de crédito mediante la venta de bonos, una medida que la institución emprende por primera vez en su historia, a pesar de que esta posibilidad está contemplada en su misma carta fundacional.
El FMI ha hecho el anuncio en un comunicado en el cual el director gerente de la entidad, Dominique Strauss-Khan señala que ya «ha pedido al personal del FMI que presente la documentación necesaria al Consejo Ejecutivo del Fondo para permitir la emisión de los títulos tan pronto como sea posible”.
Rusia, China, India y Brasil son los principales impulsores de la idea, pues prefieren aportar fondos al FMI mediante la compra de títulos a la entrega de contribuciones de forma tradicional. Esta medida les otorga una mayor flexibilidad en la medida en que los bancos centrales pueden vendérselos y comprárselos entre ellos, además de ser contabilizados como reservas de divisas del país.
Los primeros interesados en conseguir estos títulos ya se han manifestado. Así, el primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, ha comunicado al FMI que quiere comprarle bonos por valor de 10.000 millones de dólares, una declaración que Strauss-Kahn recibió «positivamente». «Estoy muy satisfecho de la intención de la Federación Rusa de invertir en títulos del Fondo. Esperamos que otros miembros del Fondo hagan lo mismo», afirmó el director gerente.
El FMI quiere obtener los 500.000 millones de dólares en recursos adicionales prometidos en la cumbre presidencial del G-20 a principios de abril mediante estas emisiones de bonos y aportaciones tradicionales.
Los títulos que emitirá el FMI serán en Derechos Especiales de Giro, la moneda virtual con la que el organismo opera y que consiste en una canasta compuesta por el dólar, el yen, la libra esterlina y el euro. Estos títulos ofrecerán la rentabilidad media de la deuda a corto plazo de esas cuatro monedas, que ahora se sitúa en el 0,46 por ciento por año.
