El ‘ladrillo’ todavía pesa el doble en España

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La construcción sigue teniendo un peso excesivo en la estructura económica española. Pese a la contracción que experimenta este sector -que ha pasado de aportar el 10,9% del PIB español en marzo de 2008 al 10,3% en el primer trimestre de 2009- su peso sobre la economía es aún prácticamente el doble que el que tiene en el resto de economías de la zona euro: el 5,8%, según datos de Eurostat. 

Sólo un país europeo supera a España en cuanto a protagonismo del ‘ladrillo’ en su economía y éste es Rumanía, que vive su particular ‘boom’ inmobiliario –ahora paralizado por la crisis- así como un importante desarrollo de sus infraestructuras. España ya tocó techo en cuanto a producción –fue líder europea desde 2006 hasta junio de 2008- y ahora le ha superado Francia en términos absolutos. 

El inevitable proceso de ajuste irá avanzando, según fuentes empresariales consultadas por El País, hacia una convergencia real con la media de la eurozona, aunque será un proceso lento. 

Y es que España cuenta con dos factores estructurales que justifican el mayor peso que la construcción tiene sobre el PIB: la necesidad de infraestructuras y la fortaleza del sector turístico. Este último, muy relacionado con el llamado ‘efecto Florida’, que no es otra cosa que la demanda de viviendas por parte de extranjeros para retirarse una vez se hayan jubilado, algo que también se ha visto frenado por la recesión. 

Protagonismo de la obra civil
Tras la contracción que ya experimenta el sector, la evolución no será positiva en España hasta 2011, cuando se prevé que haya un estancamiento o un aumento residual del 0,1%. Hasta entonces, la tendencia es hacia una irremediable contracción. 

Y si algo hace y hará aguantar al sector de la construcción es la obra civil. El descenso de la edificación residencial ha hecho desaparecer dos tercios de la actividad del sector, pero la obra civil se mantiene viva por el momento gracias a planes como el Fondo Estatal de Inversión Local, con una inversión de aproximadamente 5.000 millones de euros. No obstante, la obra civil está condenada a reducir su aportación de igual manera. El recorte de los fondos de cohesión que reciben algunas autonomías contribuirá a esta corrección a la baja, que hará que España se equipare a sus socios europeos. Mientras en Gran Bretaña la inversión per cápita en infraestructuras es de 380 euros y en Francia de 780 euros, en España esta cifra sube hasta los 1.200 euros.

Economía Digital

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