El segundo accionista de Dogi exige estar representado en el órgano de Gobierno
La gestión del grupo Dogi por parte de la familia Domènech está siendo objeto de duras críticas. A la petición de los accionistas de que los Doménech dejen de gestionar la compañía, hay que añadir el hecho de que el segundo accionista del grupo, Hispánica de Calderería, ha exigido estar representado en el consejo de administración de la compañía alegando su participación, “cercana al 9%”, según su director general, José Antonio Castañeda.
En un cruce de acusaciones entre el segundo principal accionista y el propio grupo Dogi, desde la matriz alegan que Hispánica de Calderería redujo su participación hasta el 5,2% previamente al anuncio del concurso de acreedores.
Según un comunicado de la CNMV referente a la empresa, en la junta de accionistas se acordó, además del cese de Gustavo Pérez Carballo, “radicalizar” el programa de reducción de gastos y llevar a cabo un “ajuste de los costes salariales, focalizando en la reducción de la masa salarial en España a través de un nuevo ERE”, cosa que puede afectar directamente a la fábrica que la compañía tiene en El Masnou. El texto habla también de “realineación de sueldos” y “ajustes de las plantillas de las filiales en Alemania (Penn Elastic) y China (Dogi China)”, que hace solo unos días se declararon insolventes como consecuencia, al parecer, de la caída de las ventas.
La compañía textil, nacida en 1954, ya echó a más de 120 trabajadores en el 2007 y, en febrero de este año, presentó un ERE temporal que afectaba a 316 de los 318 empleados de la fábrica de El Masnou.