La factura de las importaciones energéticas superó en junio a la de todo el año pasado

La crisis energética derivada de la guerra de Ucrania ha incrementado el coste del gas y el petróleo que España compra en el exterior

Teresa Ribera

La ministra Teresa Ribera

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Los precios del gas y del petróleo en los mercados internacionales han provocado que la factura que España paga por sus importaciones energéticas se haya multiplicado en lo que va de año. Ambas materias primas, junto con los derivados del petróleo, son los conceptos que más contribuyen al incremento de las importaciones.

Hasta junio, la cuantía que nuestro país ha pagado por productos energéticos asciende a los 48.843,6 millones de euros, una cifra que supera ya la factura del pasado año por los mismos conceptos. En todo 2021, las importaciones españolas de productos energéticos costaron 46.575,9 millones de euros, según el último informe mensual de Comercio Exterior publicado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Aunque en todos los productos energéticos se producen incrementos significativos, es el gas el que los lidera. Hasta junio, las importaciones costaron 12.315 millones de euros, un 328% más que hace un año. En el caso del petróleo y sus derivados, las importaciones alcanzaron los 28.522 millones de euros, un 99,7% más que hace un año. Por último, las compras a países extranjeros de carbón y electricidad se encarecieron un 182,3%, hasta los 3.005 millones de euros.

Los precios que han tenido durante los seis primeros meses del año estos productos han impactado de forma significativa en el déficit energético de España. Tanto es así que la diferencia en millones de euros entre las importaciones y las exportaciones de gas y petróleo también superan en el primer semestre la de todo 2021. Entre enero y diciembre del pasado año, el saldo energético fue de -25.325 millones de euros. En la mitad de tiempo, la cifra supera los 25.893 millones de euros en 2022.

El Gobierno ha puesto en marcha un límite al precio del gas, que ha recibido el visto bueno de la Comisión Europea, pero esta no es una herramienta que impida el encarecimiento de las importaciones. Cabe recordar que el tope al gas solo afecta al precio del gas para generar electricidad en las centrales de ciclos combinados españolas, propulsados por esta materia prima. Es decir, el precio al que se adquiere en el mercado mayorista es el mismo y tan solo existe la rebaja cuando es utilizado para dotar de electricidad a nuestro sistema.

Como recordó este lunes la subgobernadora del Banco de España, «compramos la energía fuera» y si su coste aumenta, esto tiene consecuencias económicas para todo el país. En esta línea, el Gobierno ha puesto en marcha un plan de ahorro energético que reduzca el consumo, no solo de las empresas y de los hogares, sino también de la administración pública. La reducción del consumo de gas se ha acordado en toda la Unión Europea para que el Viejo Continente esté preparado en el caso de que las importaciones de Rusia se suspendan durante el próximo otoño.

El corte de suministro de gas ruso tendría un impacto limitado para España, pero sí se verían afectadas otras economías comunitarias. Por este motivo, nuestro país tendrá que afrontar un recorte del consumo inferior al 15%, al ser un exportador de energía para otros países, como es el caso de Francia.

Estados Unidos cobra más peso

En los últimos meses, Estados Unidos ha logrado adelantar a Argelia como principal proveedor energético. De hecho, el informe de Comercio señala que las mayores contribuciones a las variaciones en el caso de las importaciones se producen por el petróleo y derivados «principalmente de Estados Unidos, Nigeria y, en menor medida, Brasil y Argelia. Con el gas ocurre algo parecido, la mayor contribución, de seis puntos, se produce por las importaciones de «Estados Unidos y, a gran distancia, Rusia, Argelia y Nigeria».

A nivel global, teniendo en cuenta todos los productos importados, las importaciones estadounidenses crecieron un 166,3% en tasa interanual en el mes de junio. Las de Argelia, lo hicieron un 49,1%. En el acumulado, la diferencia entre los incrementos es algo menor. Las compras a Estados Unidos crecieron un 146, 3% en el primer semestre y las argelinas lo hicieron un 121,5%.

En cualquier caso, el peso de las importaciones energéticas ha aumentado en la balanza comercial. De hecho, el déficit energético supone el 81% del saldo comercial total, de 31.963,2 millones de euros en el primer semestre.

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