Fallece a los 95 años Nicolás Redondo, ex secretario general de UGT

Lideró el sindicato entre 1976 y 1994 y fue diputado socialista hasta 1987, un año antes de la huelga general de 1988 contra el gobierno socialista de Felipe González

Nicolás Redondo, secretario general de la UGT entre 1976 y 1994, en una imagen de archivo. Foto: UGT.

Nicolás Redondo, secretario general de la UGT entre 1976 y 1994, en una imagen de archivo. Foto: UGT.

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El ex secretario general de UGT Nicolás Redondo Urbieta ha fallecido en Madrid este miércoles a los 95 años de edad, según ha informado la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores. En el comunicado, la UGT lamenta su muerte y recuerda su «intensa lucha por los derechos de las personas trabajadoras, la mejora del empleo y la igualdad en la sociedad española».

Nicolás Redondo nació en Barakaldo (Vizcaya) en 1927,fue trabajador metalúrgico y se afilió a la UGT y al PSOE en 1945. Desempeñó el cargo de secretario general del sindicato desde 1976 a 1994, aunque desde 1971 ya ejercía como secretario político, figura anterior al cargo de secretario general.

UGT señala que Redondo fue «una figura imprescindible del sindicalismo en España, durante la dictadura franquista, la transición y en democracia» y recuerda que, «en su lucha por la justicia social, fue detenido y procesado por la dictadura franquista en numerosas ocasiones debido a sus actividades políticas y sindicales«. El 18 de abril de 1976 fue elegido secretario general UGT en el XXX Congreso de la organización. Además, fue diputado del PSOE por Vizcaya en el Congreso de los Diputados en 1977, 1979, 1982 y 1986, renunciando en 1987 a su escaño.

Huelga general de 1988 contra un gobierno socialista

El sindicato resalta que la figura de Redondo «es clave en las conquistas de las libertades sindicales y políticas, así como en la consecución de derechos laborales y sociales de nuestro país» y afirma que fue un «hombre comprometido, valiente y coherente».

Como secretario general de UGT, Redondo firmó varios acuerdos con la patronal y con los sucesivos gobiernos de la democracia. Los más importantes han sido los pactos de la Moncloa (octubre de 1977), el Acuerdo Nacional de Empleo (9 de junio de 1981) o el Acuerdo Económico y Social (9 de octubre de 1984). Sin embargo, a partir de 1986 las relaciones de la UGT y su líder con el gobierno de Felipe González se fueron deteriorando. Ese año había demostrado claramente su postura contraria a la entrada de España en la OTAN.

También destacó el enfrentamiento entre las reivindicaciones para la clase obrera solicitadas por UGT y la política económica defendida por el Gobierno y representada por el entonces ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga. Esto llevó a Redondo a renunciar a su escaño en el Congreso en 1987, alegando que «no podemos defender como sindicato un criterio y otro distinto el grupo parlamentario».

La oposición de la UGT a la política económica del Gobierno socialista alcanzó su punto álgido con la huelga general del 14 de diciembre de 1988, convocada por UGT y Comisiones Obreras. A partir de entonces se fue ensanchando la brecha abierta en 1987 entre UGT y PSOE.

Escándalo de la cooperativa de viviendas PSV

Tras varias reelecciones, Redondo decidió en 1993 no volver a presentarse al cargo y, en el Congreso Confederal de 1994, Cándido Méndez fue elegido nuevo secretario general del sindicato con el apoyo de Redondo.

En el último año de su mandato como secretario general de la UGT, Nicolás Redondo sufrió el escándalo provocado por la gestión económica de la cooperativa de viviendas PSV, integrada en el grupo IGS, en el que el sindicato tuvo una participación del 47%. UGT reconoció un «déficit económico» de unos 14.000 millones de pesetas.

En julio de 1994 declaró como imputado ante el juez de delitos monetarios en la Audiencia Nacional Miguel Moreiras asistido por Leopoldo Torres, ex fiscal general del Estado. Después de tres días de declaraciones quedó en libertad sin cargos. En junio del año 2000 volvió a declarar, esta vez como testigo, en el juicio de la PSV ante la Audiencia Nacional, en el que aseguró que el sindicato no participaba en la gestión de la cooperativa.

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