El Gobierno naufraga en su penúltimo intento de prorrogar los ERTE

El Ministerio de Trabajo reúne de urgencia a los agentes sociales, pero no logra solventar el escollo de las exoneraciones ligadas a la formación

La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros celebrada en el Palacio de la Moncloa en Madrid, este jueves. EFE/ J. J. Guillén

La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una imagen de archivo. EFE/ J. J. Guillén

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El Gobierno ha presentado a todos los agentes sociales una nueva propuesta para prorrogar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en una reunión de urgencia que se ha alargado hasta última hora del día. El texto recoge algunas mejoras solicitadas, pero no ha sido suficiente para resolver el conflicto derivado de las exoneraciones ligadas a la formación.

Las empresas con más de 10 trabajadores, que impartan formación a los empleados bajo un ERTE por limitación de actividad, podrán reducir sus cuotas a la Seguridad Social hasta un 50%. El dato se eleva hasta el 70% para aquellas que cuentan con una plantilla más reducida. Y será del 100% en el caso de los expedientes por impedimento para cualquier tipo de compañía.

El documento fija que las empresas que cuenten con un volumen de hasta 49 personas en plantilla estarían obligadas a ofrecer 30 horas en acciones formativas. Mientras que las que tengan un tamaño superior a los 50 trabajadores, deberían facilitar como mínimo 50 horas de formación.

Sin embargo, la iniciativa ha recibido de nuevo la negativa tanto de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) como de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) que no consideran suficiente la subida, según han informado a Economía Digital fuentes presentes en la negociación.

La propuesta sí que cuenta con el visto bueno de sindicatos como UGT, aunque han lamentado que se haya apurado hasta la última fecha para ofrecer los detalles, lo que complica la posibilidad de alcanzar un acuerdo. «La premura de esta prórroga impedirá implementarse con las garantías suficientes«, han advertido desde el sindicato.

El escollo mantendrá las negociaciones en punto muerto hasta la reunión que continuará este lunes. El Gobierno y los agentes sociales se enfrentan al reto de alcanzar un consenso in extremis, ya que la medida debe aprobarse como tarde en el Consejo de Ministros del día siguiente. La actual prórroga de los ERTE finaliza el 30 de septiembre.

El Ministerio de Trabajo acepta algunas concesiones a los sindicatos

Más allá del escollo por las exoneraciones de la formación, el Ministerio de Trabajo ha aprovechado el encuentro para agregar a la propuesta algunas de las reivindicaciones que habían solicitado los sindicatos, como que las prórrogas de los expedientes se puedan tramitar durante el mes de octubre con la vigencia del último acuerdo. Es decir, la nueva reforma no se aplicará hasta el 1 de noviembre.

El Gobierno también ha aceptado mantener las condiciones de protección para los trabajadores fijos discontinuos o las prohibiciones de despedir, interrumpir los contratos temporales o realizar horas extras, con el objetivo de garantizar una estabilidad a los empleados una vez que recuperen su actividad convencional.

La mesa ha contado en esta ocasión con la presencia del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, el máximo responsable del apartado de las exoneraciones, que ya se ausentó de la última cita, lo que provocó un rechazo por parte de todos los agentes sociales.

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