Los malabares de Ribera con las renovables: por qué no puede quedar bien con todos

Parte del futuro de las renovables en España se juega en las próximas semanas, y cualquier decisión que se tome será discutida

Teresa Ribera

La ministra Teresa Ribera

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El tiempo, como enemigo infranqueable de los plazos, está jugando a la contra de las energías renovables en España. En realidad, se trata de problemas burocráticos, monta tanto. En concreto, el próximo 25 de enero, Red Eléctrica necesita las autorizaciones administrativas por parte del Estado y comunidades autónomas para que los proyectos renovables se conecten a la red, después de haber obtenido el permiso del propio operador del sistema. Si no sucede así, se perderán una importante cantidad de GW renovables. ¿Pero esto tiene solución? 

Para que esta cantidad de GW se conecten a la red necesitan tener aprobada la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). El problema es que hay una gran cantidad, aunque indeterminada, de proyectos que todavía no tienen dicha autorización. 

Así, en los últimos han trascendido informaciones al respecto que sugieren que de repente ha entrado la prisa por tramitar estas DIA, y que eso, por consiguiente, habría bajado el volumen de GW que podrían quedarse colgados. Hace semanas, entre fotovoltaica y solar, se calculaba que había cerca de 100 GW a la espera de tramitación. Un número bastante preocupante. Ahora, todo parece indicar que entre ambas tecnologías dicha cifra rondaría los 50-60 GW.  

Todo ello son cifras aproximadas, puesto que la atomización es tan grande que es complejo aseverar los proyectos que ya se están tramitando, de forma favorable o no, y los que todavía quedan pendientes. Todo ello cuando faltan 20 días para la resolución. 

Lo que sí está confirmado es que la velocidad en la tramitación ha aumentado, españoles hasta el final; y que finalmente se salvarán muchos proyectos. Pero no se llegará a tiempo a la meta, según explican a ECONOMÍA DIGITAL expertos del sector. No hay posibilidad de que todo se revuelva en apenas dos semanas. 

Bajo este escenario, el Ministerio para la Transición Ecológica está ante un escenario muy complejo. El sector pide una prórroga de los plazos. Al menos seis meses más, reclaman desde alguna patronal. O, al menos, que en estas semanas se den prioridad a ciertos proyectos en detrimento de otros, y que no se gestionen los expedientes por orden de llegada. Pero no es sencillo

La encrucijada de la ministra 

La ministra del ramo, Teresa Ribera, ya ha manifestado que no hay ninguna intención de ampliar el plazo. De hecho, las fuentes consultadas aseguran que se trata de algo acertado, puesto que no se puede poner en tela de juicio los plazos que se ofrecen en la administración y, de esta manera, penalizar a quienes hayan caído en otros procesos, o quienes suelen ajustar sus tiempos a la burocracia. 

Sin embargo, esta jugada dejaría en el limbo a proyecto que, en algunos casos, puedes tener ya un alto nivel de desarrollo. Y pese a que todas las organizaciones renovables coinciden en que se alcanzaran los hitos fijados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC); la realidad es que en 2022 se ha estado por debajo de lo esperado. 

Próximos pasos 

De rechazarse estos proyectos -falta por saber el número final-, el Estado deberá encargarse de reembolsar a dicho proyectos que, finalmente, tuvieran los demás permisos administrativos, así como los puntos de conexión.  

Por lo que respecta al acceso a los puntos de conexión, algo que siempre ha sido polémico -junto a los procesos administrativos-, el Ministerio para la Transición tiene previsto convocar un concurso de capacidad de acceso en 17 nudos de la red de transporte de electricidad, en el que se adjudicará 5,8 GW de capacidad a instalaciones de energía renovable y de almacenamiento.  

Cabe recordar que en España todo el proceso de gestión de redes está bajo el amparo de Red Eléctrica y, de esta manera, nadie salvo el operador del sistema puede desplegar líneas de tensión eléctrica desde el producto a la red.  

En este contexto, el concurso se adjudicará aplicando criterios socioeconómicos y ambientales que garanticen la creación de riqueza en las zonas que acojan las instalaciones y la protección del entorno natural, así como criterios tecnológicos y temporales para fomentar el autoconsumo y acelerar el crecimiento de la generación limpia.   

En concreto, la potencia y el número de nudos sometidos al procedimiento de concurrencia competitiva se ha determinado teniendo en cuenta la senda de cumplimiento de objetivos establecida por el Plan Nacional Integrado de Energías Renovables (PNIEC) y tiene carácter provisional hasta que Red Eléctrica de España (REE) informe de las nuevas capacidades resultantes de la Planificación de electricidad en el horizonte 2026.    

El Ministerio indicó que los nudos seleccionados para el concurso son los más demandados por volumen de potencia solicitada en cada comunidad autónoma durante los dos últimos años; una vez identificado un nudo por comunidad, se vuelve a seleccionar en función del interés despertado en el sector hasta alcanzar el nivel de potencia total deseada. 

Raúl Masa

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