Pesimismo con los precios: la rebaja de la inflación en marzo no cala entre los españoles

La mitad de los consumidores cree que los precios subirán más en un año, probablemente por el alza de los alimentos, y hay peores expectativas entre los jóvenes y las rentas bajas

Un supermercado en el País Vasco. EFE/Juan Herrero.

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Los consumidores empeoran sus perspectivas respecto la inflación en el mes de marzo y casi la mitad, el 48,1%, cree que los precios subirán más el próximo año según refleja la última encuesta del Índice de Confianza de los Consumidores del CIS publicada esta semana.

El pesimismo es mayor entre los menores de 44 años, por ejemplo, el 67% de los de 16 y 17 años creen que subirán más los precios este año. Este porcentaje desciende progresivamente según avanzan los grupos de edad y llega al 40,6% para los que tienen 65 años y más. También hay peor perspectiva en los hogares con menor renta: entre los que ganan por debajo de 1.100, el 58,9% augura más inflación. Porcentaje que desciende con más ingresos, siendo el menor, el 38,3%, para los que ganan entre 2.701 y 3.900 euros al mes.

Existe, por tanto, una peor expectativa en comparación con meses anteriores. Para encontrar una cifra más alta hay que retroceder hasta octubre de 2022, cuando el 50,8% de los encuestados afirmaron que los precios subirían más en el próximo año. Además, el CIS señala que este marzo aumentaron «1,3 puntos los temores a la inflación respecto al mes de febrero», según el índice de expectativas sobre precios, tipos de interés, ahorro y consumo duradero incluido en el informe.

El empeoramiento de las perspectivas de los consumidores sobre los precios que arrojan estos dos datos, detectados entre los días 14 y 21 de marzo de 2023, se produce a pesar de la bajada del IVA del Gobierno en determinados productos básicos, que entró en vigor el uno de enero, y pese al menor crecimiento de la inflación en marzo, un 3,3% interanual, frente al 6% de febrero.

La llamativa caída en el crecimiento de la inflación de este mes se debe en gran medida a la rebaja de los precios energéticos y a un efecto base por comparar con marzo de 2022, mes en el que se disparó la inflación por el estallido de la guerra en Ucrania. De hecho, fue ese mes cuando más porcentaje de consumidores encuestados por el CIS, el 74,4%, consideraron que los precios subirían más durante el próximo año.

Por otra parte, aunque el dato de la inflación general esté en niveles más bajos que en meses anteriores, los precios siguen subiendo y el coste de la vida es mucho mayor que en 2021 y 2022. Además, el precio de los alimentos crece a un ritmo de dos dígitos, el 16,6% en febrero, último dato que aporta el INE, y contribuyen más a la inflación que en la eurozona por su mayor peso en la cesta de consumo. Según el Banco de España, los alimentos tienen un peso del 25,1% en dicha cesta, porcentaje «significativamente por encima del 20,9% en el caso del área del euro».

El organismo sostiene que hay relación entre mayor peso de la alimentación en el gasto, más inflación de los alimentos y más pesimismo: «El gasto en alimentos se realiza con una frecuencia mayor que otro tipo de gastos, por lo que la evolución de sus precios influye con especial intensidad en la formación de expectativas de inflación de los consumidores», se detalla en un informe publicado el pasado miércoles.

Por todo ello, la inflación se sitúa como el principal motivo de pesimismo económico entre los españoles. Según la citada encuesta del CIS, el 51,9% de las personas encuestadas afirman que su situación económica es peor en marzo de 2023 que la de hace seis meses, y el 76,5% de ellos lo atribuye al ‘Alza continuada de precios/inflación’. Le siguen muy de lejos el ‘Estancamiento del sueldo/laboral’ (el 14,9%) y un ‘Aumento del gasto familiar’ (el 14,6%).

Menores expectativas de ahorro y de consumo que en 2022

Según los últimos datos del INE, la tasa de ahorro de los hogares sobre su renta ha descendido 6,6 puntos en 2022 respecto a la de 2021, situándose en un 7,2%. Por este motivo, los hogares registraron necesidad de financiación en 2022 por valor de 1.753 millones de euros, un importe que no se registraba desde hace más de una década, en 2008 y que contrasta con la capacidad de financiación de 57.636 millones de 2021.

Los hogares han terminado de gastar en 2022 el ahorro embalsado durante los meses más duros de la pandemia, en mayor medida los de menor renta según el Banco de España, y esto les lleva a tener peores expectativas sobre el ahorro y el consumo. Según la encuesta del CIS, las expectativas de consumo duradero descienden un 4,4% en el primer trimestre de 2023 en comparación con el mismo periodo de 2022.

En la misma línea se comporta la previsión de ahorro, cuyas expectativas disminuyen un 3,7% en los tres primeros meses de este año respecto a 2022. Sin embargo, tanto las expectativas de consumo como de ahorro repuntan en el primer trimestre del año en comparación con el último de 2022, un 7,6% y un 10%, respectivamente.

Por el momento, los datos consolidados de Contabilidad Nacional del cuarto trimestre de 2022 percibían una desaceleración de la aportación del consumo al PIB. En concreto, el INE registró que los hogares retraen su gasto en 2,2 puntos en este periodo respecto al tercero, aunque siguen en una tasa interanual positiva del 2,7%. Habrá que esperar a los datos del primer trimestre de 2023 para contrastar las expectativas con la realidad.

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