Agua, industria, energía verde y transporte: Cataluña pierde 550M en gastos clave sin los presupuestos

La prórroga presupuestaria deja en el limbo varios proyectos, entre los que destacan una partida récord para hacer frente a la sequía

Pere Aragonès en una comparecencia | Foto de Arnau Carbonell

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El president Pere Aragonès los definió como los “presupuestos más expansivos” de la historia de Cataluña. Suponían un gasto adicional de 2.443 millones de euros respecto a las cuentas de 2023, con importantes partidas en ámbitos clave para Cataluña, como en la gestión del agua, en medio de una importante sequía; o inversiones en infraestructuras, energía renovable e industria.

Sin embargo, el rechazo de los comuns a votar a favor de los presupuestos aprobados por el Govern por su negativa a dejar pasar el Hard Rock, el macrocasino proyectado en el Camp de Tarragona al que no se destinaba ni un euro en estas cuentas; no deja otra al ejecutivo autonómico que prorrogar las cuentas del año pasado, lo que deja en aire un gasto extra en estos ámbitos que suma cerca de 550 millones de euros.

300 millones menos para combatir la sequía

Probablemente, la falta de recursos más grave será la pérdida de una partida récord para hacer frente a la sequía. Aragonès había proyectado unos 1.045 millones de euros destinadas a mejorar la infraestructura y la gestión del ciclo del agua, en un contexto de emergencia por sequía en Cataluña. Entre este monto, destacaban 327 millones de euros para ampliar y mantener las infraestructuras de regeneración y desalinización.

Sin embargo, en las cuentas de 2023 las políticas de gestión del agua se llevaron 700 millones de euros, destinados mejorar las plantas potabilizadoras, los sistemas de riego, los acuíferos y en inversiones en sistemas de recuperación de agua, de modo que el Govern tendrá 300 millones de euros menos a para hacer frente a la crisis por escasez de agua.

David Mascrot, conseller de Acció Climática, ya admitió que la prórroga de presupuestos impediría la ejecución de proyectos para hacer frente a la sequía. “En modernización de regadíos, en el presupuestos de 2024 había más dinero y no podremos hacer todas las actuaciones previstas. Haremos las que teníamos comprometidas hasta ahora, peor no podremos empezar de nuevas”, dijo la semana pasada.

En los presupuestos perdidos, el Govern también había destinado una suma de 3.245 millones de euros a infraestructuras y transporte, con importantes inversiones como fondos adicionales para impulsar las obras de la línea 9 de metro en Barcelona. Esta cifra supera en 118 millones de euros los recursos previstos para 2023, dejando al departament de Territori con menos dinero para mejorar, por ejemplo, la red de carreteras o la infraestructura ferroviaria.

Otro de los ámbitos que quedará cojo tiene que ver con el apoyo a la empresa y el impulso de la industria, de la mano del Pacto Nacional por la Industria, un acuerdo suscrito entre el Govern y los agentes económicos y sociales destinados a colaborar en la transformación del sector en Cataluña. En la ley de presupuestos que no ha pasado el filtro del Parlament se añadían 17 millones de euros a los 680 millones previstos en 2023.

Industria y energía

En esta partida, destacaban 36 millones de euros para aumentar la actividad de investigación y desarrollo, 25 millones para incrementar la base exportadora de la industria catalana y 50 millones más para ajustar la oferta formativa a las necesidades del sector.

Cataluña también tendrá menos recursos para hacer frente a una de sus asignaturas pendientes: el desarrollo de la energía renovable. El Govern planeaba destinar 300 millones de euros al impulso de energías limpias, frente a los 230 millones previstos en 2023, en una cantidad en la que destacan las ayudas al autoconsumo y 23 millones de euros en una convocatoria de subvenciones para instalar plantas de biogás.

Además, se incluían 40 millones de euros que del departamento de Acció Climática iba a destinar a L’Energética, la comercializadora de electricidad pública de la Generalitat, que justo empieza a funcionar. La compañía deberá iniciar sus actividades, empezando por la instalación de plaques fotovoltaicas en las cubiertas de los edificios públicos, sin esta inyección por parte de la Generalitat.

El pantano de la Baells (Barcelona), en mínimos por la sequía EFE/Siu Wu

Por último, la prórroga de presupuestos deja por el camino unos 600 millones de euros dirigidos a construir, comprar y adecuar viviendas para destinarlas a alquiler asequible, mientas que se reduce en 100 millones de euros la partida para investigación y desarrollo, en la que destacaban 10 millones de euros extra dirigidos al despliegue de la Ley de ciencia.

En términos de fiscalidad, la nueva ley de presupuestos preveía una rebaja de nueve a ocho de los tramos autonómico del IRPF, y del 10,5% al 9,5% en el primer tramo, una medida que habría beneficiado al 73% de los contribuyentes catalanes. Esta rebaja tampoco se podrá aplicar.

Sin el visto bueno del Parlament, Aragonès decidió disolver la cámara y convocar elecciones anticipadas el próximo 12 de marzo, lo que no deja otra que prorrogar las cuentas del año 2023. En cualquier caso, el Govern puede ampliar los fondos de cada proyecto a base de decreto, pero será un proceso mucho más rígido y con poco margen de maniobra que los dejará cojos.

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