El retraso de Calviño en repartir las ayudas para el 5G dejan un problema al próximo Gobierno

La multitud de solicitudes en algunas ayudas, y depender de Bruselas, son los contratiempos que han surgido

La ministra Nadia Calviño

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España goza de unas infraestructuras de telecomunicaciones que son la envidia de Europa. Un hecho del que, por ejemplo, siempre ha presumido el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en comparación con las grandes potencias de la UE. Sin embargo, hay algunas zonas, sobre todo, las rurales o con baja densidad de población, que necesitan de un pequeño empujón. Y eso necesita el respaldo de ayudas públicas. Una situación que estaba relativamente bajo control justo hasta el momento de la sorpresa electoral. Aunque los plazos se han demorado por diversas circunstancias.

En estos momentos hay tres grandes paquetes de ayudas en materia de 5G y banda ancha. Uno con el futuro más o menos aclarado, y otros dos que todavía no se han presentado. Una situación que, según explican fuentes del sector a ECONOMÍA DIGITAL, tienen un condicionamiento temporal: se deben ejecutar antes de que acabe 2023. Y, aunque el actual Ejecutivo todavía tiene capacidad para convocar estas ayudas, las dudas han surgido.

De los programas UNICO, el que está más avanzado es el de ‘Redes backhaul’, que está dotado de 450 M€. Se trata de ayudas para el despliegue de fibra (FTTH) hasta la torre. Y, pese a ser el que está más avanzado, también es el que genera dudas en el sector sobre la velocidad para repartir los fondos.  

Y es que, tal y como ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del mercado, la mayoría de grandes operadores de telefonía y operadores de torres han presentado solicitudes para conseguir hacerse con un porcentaje de las ayudas. Esto ha obligado al Ministerio de Asuntos Económicos y Agenda Digital liderado por Nadia Calviño a tener que dotarse de mayor tiempo para estudiar todos los casos. 

Dudas con respecto a las ayudas 

Tras consultar a diversas fuentes del sector, todas coinciden en lo mismo: el adelanto electoral genera dudas sobre cómo se afrontarán las dos grandes ayudas que faltan por presentar, y que son claves para la industria. 

La primera de ellas, ‘UNICO Redes activas’, que además suma las ayudas a los elementos pasivos que quedaron desiertos el año pasado, está dotado con 500 M€. Pero tienen un gran condicionante: pese a que Nadia Calviño expresó que en junio podrían estar, se necesita el visto bueno de la Comisión Europea, y todavía no está 100% garantizado. 

Estas ayudas para el 5G sirven para equipar las infraestructuras con elementos de radio para el 5G. El condicionante que han estimado desde Bruselas es que pueden considerarse ayudas de Estado. Y eso ha sido un freno. Tanto, que hasta ahora no se ha puesto en marcha. Todo ello pese a que el Gobierno lo ha intentado desatascar. 

Por último, está el programa ‘UNICO Banda ancha’. Dotado con 220 M€, y en pleno periodo de consultas que terminará el 22 de junio. Estas ayudas se centran en las zonas rurales con conexión inferior a los 100 Mb/s. Y ahora mismo las dudas sobre estas ayudas son máximas. 

La importancia de las ayudas 

Para tener en cuenta la importancia de las ayudas a la conectividad, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia publicaba recientemente un caso práctico. Explicaba que entre 2013 y 2020, 344 M€ en ayudas públicas facilitaron el despliegue de banda ancha en más del 40% de municipios españoles

Se trata, según explican desde el regulador, de subvenciones que incentivan que las compañías inviertan en «zonas poco rentables»; es decir, allí donde es muy caro desplegar banda ancha porque apenas hay habitantes que contraten el servicio. Principalmente, de poblaciones de menos de 5.000 habitantes. 

Durante los ocho años analizados (2013-2020), los municipios con fibra óptica se multiplicaron por 15 (de 270 a 4.000). Las comunidades autónomas con menos accesos activos de fibra (como Extremadura, Galicia, Castilla-La Mancha o Castilla y León) fueron las que más ayudas recibieron. 

Estas ayudas suelen representar entre el 40% y el 60% del presupuesto total de los proyectos subvencionados. Estos porcentajes (o «intensidad de la ayuda») tienden a ser superiores en poblaciones más dispersas y montañosas, como Galicia o Asturias, o con particularidades geográficas como Ceuta. 

A cierre de 2020, la fibra óptica fue la tecnología con más proyectos de ayuda finalizados (95%); y Telefónica, el operador que ejecutó más ayudas (42%).

Raúl Masa

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