Sánchez ‘perdona’ 1.500 millones en impuestos a ricos, bancos y energéticas

La AIReF estima que los impuestos extraordinarios recaudarán 3.543 millones este año, una cifra descafeinada por las enmiendas introducidas en la tramitación parlamentaria y lejos de los 5.000 millones que pretendía el Gobierno

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una intervención en el Congreso. EFE/Chema Moya

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Los impuestos extraordinarios a la banca y a las energéticas y el gravamen a las grandes fortunas recaudarán en 2023 casi un tercio menos del importe previsto por el Gobierno en el Plan Presupuestario, según el último informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Un escenario que contrasta con la relevancia política y mediática que el Gobierno ha dado a estas medidas, ya que su impacto será tímido en comparación con otros impuestos.

El plan enviado a Bruselas el otoño pasado contempla unos ingresos de 5.000 millones de euros, 1.500 por el impuesto sobre las grandes fortunas y otros 3.500 por el gravamen temporal a las energéticas y los bancos. Sin embargo, la AIReF ya rebajó ligeramente el impacto en su informe de octubre hasta los 4.770 millones, el 0,3% del PIB, por una menor recaudación del impuesto a las grandes fortunas, de 1.270 millones, basándose en los datos de la Agencia Tributaria sobre bonificaciones y teniendo en cuenta las comunidades autónomas donde se aplica.

En el nuevo documento sobre los presupuestos iniciales de las administraciones públicas presentado este miércoles, la AIReF estima una recaudación de solo 3.543 millones en 2023 por los tres impuestos, lo cual supone una diferencia de 1.457 millones de euros. El impacto sería el siguiente: 1.634 millones por el impuesto a las energéticas, 1.274 millones por el de la banca y 635 millones por el gravamen a los ricos.

La nueva revisión a la baja de la AIReF se debe esta vez a las enmiendas aprobadas durante la tramitación parlamentaria para contentar a los socios parlamentarios. Modificaciones que terminaron con la aprobación de gravámenes descafeinados respecto a las intenciones iniciales del Gobierno. De hecho, la reducción de una décima del PIB que prevé la AIReF en las medidas de ingresos del Plan Presupuestario respecto al informe anterior se debe principalmente a la reducción en la recaudación del impuesto a las grandes fortunas.

El Estado recaudará la mitad por el impuesto a los ricos

Según recuerda el organismo, tras las enmiendas aprobadas al impuesto a los ricos (ISGF) se estableció que la cuota conjunta del IRPF, del Impuesto sobre el Patrimonio y de dicho impuesto no puede superar el 60% de las bases imponibles del IRPF. En caso de superarse este porcentaje, la cuota del ISGF se reduce hasta un 80%. Esta modificación implica, según la AIReF, «una reducción del impacto que el Gobierno cifra en un 50%», por lo que la valoración estimada por la AIReF se establece en los 635 millones para 2023.

En cuanto a la previsión de recaudación de los nuevos gravámenes a entidades financieras y a sociedades energéticas, la AIReF la reduce en unos 590 millones respecto al informe anterior, basándose en la disponibilidad de los primeros resultados anunciados por el Ministerio de Hacienda el pasado 21 de febrero de 2023, tras recibir el primer pago.

La primera parte del abono de estos gravámenes ha resultado «ligeramente por debajo de la previsión inicial», según la AIReF, que destaca que se aprobaron enmiendas que modificaron el ámbito de los gravámenes. En el caso de las sociedades energéticas, se eximieron los ingresos del mercado regulado del gas y de la electricidad y los beneficios obtenidos en otros países tras ceder a las presiones de PNV y PDeCat. En el caso de las entidades financieras, se incorporaron a las entidades extranjeras que operen en territorio español y estén sujetas al mismo umbral que las entidades residentes.

Caixabank y Repsol, las que más pagarán

Los dos gravámenes a energéticas y banca, que son en realidad prestaciones patrimoniales no tributarias, entraron en vigor el 1 de enero de 2023 para gravar los beneficios extraordinarios. En el caso de la banca, se grava al 4,8% su margen de intereses y comisiones y, en el caso de las energéticas, se aplica un 1,2% sobre el importe neto de la cifra de negocio.

Entre las entidades bancarias, Caixabank es la más afectada por el impuesto en 2023, con un pago de alrededor de 400 millones de euros en 2023. Santander y BBVA le seguirán con unas cifras de alrededor de 225 millones cada uno. Sabadell estima que el pago será de unos 170 millones y Bankinter apunta a una horquilla de entre 80 y 100 millones. Unicaja no ha dado estimaciones de la cifra del impuesto.

Respecto a las energéticas, Repsol abonará unos 450 millones este año, según se refleja en las cuentas presentadas por la compañía. Cepsa pagará 325M, Naturgy 300M e Iberdrola y Endesa 200M cada una. Falta por saber el importe a pagar por otras energéticas menores afectadas también por el impuesto, entre las que se encuentra BP España.

Por el momento, las patronales bancarias AEB y CECA han presentado un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional por el impuesto, pero los bancos no han recurrido por separado. La patronal de empresas de energía eléctrica, Aelec, también ha recurrido la orden ministerial por la que se aprueban los modelos de declaración y pago. A esta se suman, por su cuenta, Repsol, Iberdrola y Endesa. En cuanto al impuesto a las grandes fortunas, las comunidades autónomas de Madrid y de Andalucía también lo han recurrido al el Tribunal Constitucional por invasión de competencias fiscales.

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