Seat, sin rumbo fijo: tres meses con mando interino mientras los aranceles aprietan sus márgenes
La producción de vehículos eléctricos como el Tavascan es clave para compensar las emisiones de los modelos de combustión
(Foto de ARCHIVO) El CEO interino de Seat, Markus Haupt, interviene durante el acto de celebración del 75 aniversario de Seat, en Fira de Barcelona, a 9 de mayo de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). El acto se ha producido en el marco del salón Automobile Barcelona, que se celebra hasta el próximo 18 de mayo en el recinto Montjuïc de Fira de Barcelona. David Zorrakino / Europa Press 09 MAYO 2025;SEAT;ANIVERSARIO;AUTOMÓVIL 09/5/2025
SEAT, la histórica española del grupo Volkswagen, cumple estos días tres meses bajo una dirección interina encabezada por Markus Haupt, en un momento tenso para la compañía.
La salida inesperada de Wayne Griffiths, artífice de la recuperación de beneficios y del impulso de la marca Cupra, ha coincidido con la entrada en vigor de los nuevos aranceles europeos a los coches eléctricos fabricados en China, que amenazan la rentabilidad, la producción y el empleo en la planta de Martorell.
Desde el 31 de marzo, Markus Haupt, hasta entonces vicepresidente ejecutivo de Producción y Logística, asumió el mando de forma interina tras la dimisión de Griffiths, quien había liderado la vuelta a los beneficios y la consolidación de Cupra como marca de referencia en Europa.
Fuentes próximas al proceso de sucesión señalan que Haupt es el único candidato en firme para ocupar el puesto de consejero delegado de forma permanente, aunque Volkswagen aún no ha oficializado la decisión ni ha ofrecido plazos para el nombramiento.
Durante estos tres meses, Haupt ha representado a SEAT en actos institucionales clave, como el 75 aniversario de la compañía, y ha mantenido reuniones con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, subrayando la importancia estratégica de la automovilística para la economía española y catalana.
El impacto de los aranceles a Cupra
El principal reto de SEAT en este periodo ha sido la entrada en vigor de los aranceles europeos al Cupra Tavascan, el SUV eléctrico estrella de la marca, producido en China.
La Unión Europea ha impuesto un arancel total del 30,7% a este modelo, un 10% ya existente y un 20,7% adicional aprobado en 2024 para frenar la competencia de los vehículos chinos, considerados subsidiados y una amenaza para la industria europea.
Esta medida ha tenido un efecto devastador en las cuentas de SEAT. El primer trimestre de 2025 se cerró con un resultado operativo de apenas 5 millones de euros, un 97,7% menos que en el mismo periodo de 2024, cuando la empresa ganó 226 millones.
Las previsiones internas apuntan a que la compañía cerrará el primer semestre con pérdidas, debido a que la venta del Cupra Tavascan se realiza a pérdidas y a que la compañía sufre también el impacto de las multas por emisiones de CO2.
La producción de vehículos eléctricos como el Tavascan es clave para compensar las emisiones de los modelos de combustión y evitar sanciones regulatorias.
Si SEAT se ve obligada a renunciar a la fabricación y venta de este modelo por la insostenibilidad de los aranceles, la compañía tendría que reducir la producción de coches de combustión en Martorell para no superar los límites de emisiones, lo que supondría un golpe adicional para la fábrica y el empleo.
Riesgo para la producción
El propio Griffiths advirtió antes de su salida que, si no se rebajan los aranceles, SEAT podría dejar de fabricar hasta 100.000 coches de combustión al año para compensar la pérdida del Tavascan, lo que pondría en riesgo unos 1.500 empleos directos y hasta 10.000 indirectos en la cadena de proveedores.
El presidente del comité de empresa, Matías Carnero (UGT), ha alertado de que la producción en Martorell podría recortarse en unos 50.000 vehículos, cerca del 10% de la producción anual, con un fuerte impacto en el empleo y la economía local.
La situación se agrava porque la transición al coche eléctrico ya implica una reducción de mano de obra del 30% respecto a los modelos de combustión, y la lenta implantación del vehículo eléctrico en España y Europa, junto con la competencia de los fabricantes chinos, añade presión sobre el futuro de la planta y sus trabajadores.
En este contexto, Markus Haupt ha reclamado públicamente un “entorno de ayuda a la empresa” para competir en igualdad de condiciones con los fabricantes chinos, que cuentan con ventajas competitivas y apoyo estatal.
Aunque SEAT defiende el libre comercio y rechaza el proteccionismo, considera que los aranceles están perjudicando a la industria europea y pide incentivos para la compra de eléctricos y el desarrollo de infraestructuras de recarga.