El sector eléctrico urge a Ribera la intervención del mercado ante la inestabilidad del gas

El Gobierno tomará medidas para controlar los precios de la luz, pero debe agilizar los procesos, sobre todo por el alza de precios del gas

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. EFE/Chema Moya

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De las palabras a los hechos. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha recibido con buen agrado las propuestas de Bruselas para rebajar la factura de la luz tras las tensiones energéticas producidas después de la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso. Pero se debe acelerar el ritmo en la toma de medidas, sobre todo porque el mercado mayorista de la electricidad sigue anormalmente elevado, y el gas es el principal responsable.

Y es que en declaraciones a los medios de comunicación tras intervenir en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Ribera ha destacado que la Comisión Europea en su última comunicación reconoce la necesidad y utilidad de aplicar una tasa o minoración extraordinaria a las eléctricas por el sobrecoste del gas y también en la necesidad de evitar un «contagio» en los precios a un mercado que la propia vicepresidenta considera «roto». «Es imprescindible el mensaje de trabajar rápidamente en cuáles son las medidas, incluyendo en su caso topes al precio al que se puede casar la electricidad en el mercado», ha dicho Ribera, destacando que el Gobierno ha venido apostando por este tipo de soluciones en los últimos meses.

En este sentido, ha hablado de la posibilidad de dejar fuera el gas del mercado eléctrico y que se pagara «a través de un mecanismo de precio que reconoce el coste real» o «introduciendo un tope a las ofertas que se pueden presentar al mercado mayorista». Pero estas palabras deben cobrar la debida celeridad porque la inestabilidad que introduce el gas en sistema eléctrico es cada día más alta.

En este sentido, fuentes del sector eléctrico aseguran a ECONOMÍA DIGITAL que «es el precio del gas, y no el de la electricidad, lo que se ha encarecido en Europa, como demuestran los beneficios de las petroleras y las gasistas, y no de las eléctricas, generando un efecto dominó en el nivel general de precios».

Medidas concretas e inmediatas

Precisamente la intervención del precio del gas que propone la Comisión Europea para la producción eléctrica ahorrará 400.000 millones de euros a Europa. Por ello, dichas fuentes del sector asumen que «la limitación del precio de esta materia prima para la generación de energía es la solución temporal a un mercado roto».

En este contexto, la Comisión Europea aprobó este lunes la comunicación que incluye las herramientas (toolbox) que pueden utilizar los países miembros para hacer frente a la escalada de los precios de la energía en circunstancias excepcionales. Así, la actual crisis de precios justifica la adopción de medidas adicionales, como el aumento la producción de energía renovable, la diversificación del suministro y la reducción de la demanda, de cara a la independencia del gas ruso antes de 2030.

Por este motivo, esgrimen las fuentes consultadas, «limitar el precio del gas en la generación de energía eléctrica -que consume aproximadamente el 10% del gas total-, tendría un impacto directo en el mercado mayorista, que en la actualidad está marcando precios superiores a los 500 euros MWh. Teniendo en cuenta un límite de coste del gas de 80 euros -precios pre guerra de Ucrania-, el precio del mercado mayorista de la electricidad podría situarse en torno a los 180 euros, lo que supone un abaratamiento del mercado del pool de más de 300 euros».

Estas medidas tienen un impacto directo en el resto del sector energético, ya que el 37% de la electricidad procede de combustibles fósiles. Este techo en el precio del gas -temporal, a escala europea y vinculado a una situación de crisis específica-, podría suponer un ahorro total en la Unión Europa de los 400.000 millones de euros, según los analistas.

Asimismo, diversos economistas consideran que, en un entorno actual de mercado roto, esta solución podría permitir salvar a las economías europeas de la mayor crisis vividas en las últimas décadas. No obstante, señalan desde el sector eléctrico, no habría que descartar tomar otras medidas que ayuden a los consumidores intensivos en gas para mitigar el problema de las continuas alzas de esta materia prima y sus consecuencias antes de que los paros en las industrias sean irreversibles.

Raúl Masa

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