Colonial se dispara: copa el 26% del mercado de oficinas en Barcelona y el 14% en Madrid

La polarización de la demanda de espacios de trabajo beneficia a la socimi catalana, especializada en activos prime

Edificio ubicado en la calle Alcalá, 506, en Madrid. Colonial.

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Colonial se dispara. La socimi catalana se ha visto beneficiada por la polarización del mercado de oficinas, una tendencia creciente en los últimos años, lo que le ha permitido copar buena parte de la demanda en Barcelona y en Madrid, en estar especializada en activos prime. Según las cuentas trimestrales de la compañía, en solo tres meses consiguió absorber el 14% de la demanda de oficinas en la capital y alcanzar más de un 26% del mercado en la ciudad condal.

Concretamente, de enero a marzo, la demanda del mercado de alquiler de oficinas en Madrid alcanzó los 117.000 metros cuadrados, un 10% más de espacio que en el ejercicio anterior. De este total, Colonial controló 16.159 m2, de los cuales 9.829 representan revisiones y renovaciones de contratos, con rentas un 0,1% más altas, y los 6.330 restantes equivalen a nuevos contratos.

La demanda de oficinas el Barcelona alcanzó los 73.000 metros cuadrados, un 7% más. De esta cifra, la cotizada capturó 909 metros cuadrados en renovaciones, cuyas rentas se incrementaron en un 3%, y 18.094 en nuevos contratos.

Según apuntó la directora corporativa de Colonial, Carmina Ganyet, en una rueda de prensa, estas buenas cifras se deban al hecho que la demanda ha virado hacia los activos de «supercalidad», un mercado en el que la inmobiliaria catalana es líder. «Es gracia a esta tendencia de polarización. La demanda va a activos de calidad, con experiencia y bien comunicados. La demanda quiere el producto Colonial», añadió.

Menos cuota en París

Por otro lado, la cuota de Colonial en París, un mercado mucho más basto, pero del que la inmobiliaria saca más facturación por las altas rentas, alcanzó un 3% de la demanda. Si en la capital francesa la demanda de espacios de trabajo en el primer trimestre alcanzó los 317.000 m2, la empresa dirigida por Pere Viñolas firmó nuevos contratos de 2.870 m2 y 7.828 m2 más en renovaciones entre enero y marzo.

Estas cifras de contratación vienen acompañadas de unos buenos datos de ocupación, también de récord desde hace meses, sobre todo en Madrid y París. En la capital española, solo el 2,7% del portafolio de oficinas de Colonial está desocupado, mientras que la disponibilidad total del mercado madrileño es del 11,6%, una cifra que baja hasta un 5% si solo se tienen en cuenta los productos localizados en centros de negocios (CBD). La superficie desocupada de la cartera de Colonial corresponde a la entrada en explotación del activo de Velázquez 86D, con una última planta por ocupar.

En París, donde la disponibilidad se sitúa en unos mínimos de 2,6%, Colonial roza el cartel de completo, con una desocupación de solo un 0,4%.

Más oferta en Barcelona

En Barcelona, el desarrollo del 22@ ha incrementado la oferta de oficinas, lo que ha dejado a la socimi con cifras levemente peores. La disponibilidad total en la capital catalana alcanzó un 12,9% en el primer trimestre y un 6,1% en el segmento CDB, mientras que los activos de la Ibex están desocupados en un 16%, una cifra superior a la de los primeros meses de 2022 por la entrada en explotación de superficie rehabilitada, así como a la rotación de clientes en los activos de Sant Cugat e Illacuna.

En total, Colonial alcanzó un ritmo de contratación de récord, con 25 contratos de alquiler correspondientes a 45.860 m2 en el primer trimestre del año 2023, el 60% de los cuales proviene de nuevas operaciones. Sobre la ocupación, la empresa se sitúa en niveles del 97%, un punto porcentual más que a cierre de 2022.

Todo esto, sumado a un incremento de las rentas del 6%, se trasladó en un aumento de los ingresos de la compañía del 11%, lo que le permitió alcanzar una facturación de 90 millones de euros en tres meses. Sin embargo, el beneficio se mantuvo estable, en una inmóvil cantidad de 28 millones de euros, por el efecto negativo de la ejecución de su programa de desinversiones, valorado en 500 millones de euros.

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