Correos sube sus tarifas en 2026: el sello de carta nacional costará 0,96 €, 7 céntimos más

La actualización de precios entrará en vigor el 1 de enero de 2026 y busca adaptar el coste del servicio postal a su estructura actual de gastos

Correos

Correos Express nació en 2014

Correos ha anunciado una nueva actualización de sus tarifas postales que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2026, una medida que afectará directamente a millones de usuarios en España. El cambio más relevante será el aumento del precio del sello para la carta nacional ordinaria, que pasará de los actuales 0,89 euros a 0,96 euros, es decir, siete céntimos más por envío. Se trata del producto más utilizado dentro del Servicio Postal Universal y, por tanto, el que mayor impacto tendrá en ciudadanos y pequeñas empresas.

La compañía pública justifica este incremento como una necesidad para ajustar progresivamente los precios a los costes reales del servicio y garantizar la calidad, sostenibilidad y eficiencia del sistema postal en un contexto marcado por la inflación, el aumento de los costes operativos y la caída estructural del volumen de cartas. Según Correos, el objetivo no es solo cubrir gastos, sino asegurar que el servicio siga siendo accesible y fiable en todo el territorio, incluidos los municipios menos poblados.

El nuevo precio se aplicará a las cartas y tarjetas postales nacionales ordinarias con un peso de hasta 20 gramos, que constituyen la base del tráfico postal tradicional. Aunque el envío de correspondencia ha perdido peso frente a la digitalización, sigue siendo esencial para notificaciones administrativas, comunicaciones oficiales y determinados usos comerciales y personales.

Un ajuste gradual para sostener el Servicio Postal Universal

Correos subraya que esta subida se enmarca dentro de una estrategia de adaptación gradual y no responde a una decisión aislada. El Servicio Postal Universal obliga a la empresa a garantizar la recogida, transporte y entrega de envíos postales en todo el país con precios asequibles y condiciones homogéneas, algo que supone un coste elevado, especialmente en zonas rurales o de baja densidad de población.

El operador postal reconoce que los costes estructurales han aumentado de forma significativa en los últimos años. Factores como el encarecimiento de la energía, el combustible, los salarios y el mantenimiento de infraestructuras logísticas han presionado las cuentas de la empresa. A ello se suma el descenso continuado del volumen de cartas, lo que reduce los ingresos tradicionales del servicio.

Desde la dirección de Correos insisten en que la actualización tarifaria busca preservar la viabilidad del sistema sin renunciar a los principios de equidad territorial. Mantener una red que llegue a todos los rincones del país implica asumir costes que no siempre se compensan con la demanda, por lo que el ajuste de precios se considera una herramienta necesaria.

Subidas también en el correo internacional

El incremento de tarifas no se limitará al ámbito nacional. Las cartas y tarjetas postales internacionales también verán encarecido su franqueo a partir de 2026. En el caso de los envíos con destino a Europa, el precio pasará de 1,85 euros a 2 euros, una subida que afecta a la mayor parte del continente, incluida Groenlandia, con algunas excepciones específicas.

Para los envíos dirigidos a países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia o Nueva Zelanda, el coste será aún mayor. El franqueo se situará en 2,65 euros, reflejando los mayores costes logísticos y de transporte asociados a estas rutas de larga distancia. En el resto de destinos internacionales, el precio será de 2,10 euros por envío ordinario de hasta 20 gramos.

Correos explica que estas diferencias responden a criterios geográficos y operativos, teniendo en cuenta la complejidad del transporte, los acuerdos internacionales y los costes asociados a cada zona. El objetivo, aseguran, es mantener una estructura tarifaria coherente y alineada con los estándares del mercado postal internacional.

Correos / atención al cliente
Un trabajador atiende a un cliente en una oficina de Correos en Valencia. Foto: Rober Solsona / Europa Press

Un proceso regulado y supervisado por la CNMC

La empresa pública ha querido remarcar que la subida de tarifas se ha realizado siguiendo estrictamente el procedimiento establecido en la Ley Postal. Como operador designado por el Estado para prestar el Servicio Postal Universal, Correos está obligada a comunicar cualquier modificación de precios con al menos tres meses de antelación a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

La CNMC tiene la función de supervisar que las tarifas cumplan varios principios clave, entre ellos que sean asequibles, transparentes y no discriminatorias. Solo tras esta verificación se pueden aplicar los nuevos precios, lo que busca proteger a los usuarios y garantizar que no se producen abusos ni desequilibrios en el acceso al servicio postal.

Desde Correos destacan que este marco regulatorio aporta seguridad jurídica tanto a la empresa como a los consumidores. La actualización tarifaria, señalan, se ha diseñado respetando los límites legales y teniendo en cuenta el impacto social de las subidas.

La paquetería gana peso y también sube precios

Más allá del Servicio Postal Universal, Correos ha puesto el foco en otro de sus grandes pilares: la paquetería nacional e internacional, un segmento que ha ganado protagonismo gracias al auge del comercio electrónico. Para 2026, este tipo de envíos experimentará un incremento medio de tarifas del 3 %, en línea con la evolución de los costes logísticos.

La empresa considera que la paquetería es clave para su futuro y una de las principales vías para compensar la caída del correo tradicional. Sin embargo, este crecimiento también implica mayores inversiones en tecnología, centros logísticos y flotas de reparto, lo que justifica, según Correos, la actualización de precios.

El reto para la compañía será equilibrar competitividad y sostenibilidad, en un mercado cada vez más disputado por operadores privados. Mantener tarifas razonables sin comprometer la calidad del servicio se presenta como uno de los grandes desafíos para los próximos años.

Impacto en usuarios y perspectivas para 2026

El aumento del precio del sello nacional hasta los 0,96 euros supondrá un pequeño, pero significativo ajuste para los usuarios habituales, especialmente para quienes realizan envíos frecuentes. Aunque el encarecimiento es moderado en términos absolutos, refleja una tendencia al alza que previsiblemente continuará en el futuro.

Correos defiende que estas subidas son necesarias para asegurar la continuidad del servicio, mientras que los consumidores deberán adaptarse a un nuevo escenario en el que enviar cartas será ligeramente más caro. En un contexto de transformación del sector postal, 2026 marcará un nuevo paso en la adaptación de la empresa pública a las exigencias económicas y regulatorias actuales.

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Alba Carbajal

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