Enviar cartas y paquetes será más caro: Correos subirá precios por encima del IPC desde 2026
A pesar de la subida anunciada, España continúa siendo uno de los países con las tarifas postales más bajas de Europa
Correos anuncia una subida en sus tarifas
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Correos se prepara para subir los precios de cara al próximo año. Según ha informado el operador postal público a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a partir de 2026, el envío de cartas y paquetes será algo más caro, aunque seguirán por debajo de la media europea. La CNMC ha aceptado las nuevas tarifas al considerar que «cumplen con los requisitos que establece la ley».
La subida entrará en vigor el 1 de enero de 2026. Con los nuevos precios, el envío de una carta ordinaria nacional de hasta 20 gramos pasará a costar 0,96 euros, lo que supone un incremento de 7 céntimos respecto al precio vigente en 2025, ejercicio en el que ya se aplicó una subida del 8,5%.
Lo cierto es que el encarecimiento del sello no es un hecho aislado. En los últimos años, el precio del correo ordinario ha ido aumentando de forma progresiva: un 4% en 2024 y 2023, un 7% en 2022, un 7,7% en 2021, un 8,3% en 2020 y un 9% en 2019. Antes de eso, las subidas fueron aún más fuertes, con incrementos del 10% en 2018, del 11,1% en 2017, del 7,14% en 2016 y del 10,5% en 2015, cuando enviar una carta costaba 0,42 euros.
Correos sube las tarifas de otros servicios postales
Además del encarecimiento de las tarifas del envío de cartas, Correos también subirá otros servicios postales como la carta certificada, el envío ordinario o el certificado internacional, entre otros.
La carta certificada nacional de menos de 20 gramos se situará en 5,74 euros, un 8,51% más. En el ámbito internacional, el envío ordinario de hasta 20 gramos costará 2 euros, tras una subida del 8,11%, mientras que la carta certificada internacional del mismo peso alcanzará los 7,15 euros, un 5,15% más. Estas tarifas se aplican únicamente a envíos con destino a Europa, incluida Groenlandia, con varias excepciones.
La paquetería tampoco escapan al incremento de precios. En el servicio nacional, el envío de un paquete de menos de un kilo costará 17,09 euros, un 5,49% más, y el de más de 20 kilos ascenderá a 48,11 euros, tras una subida del 5,5%.
El próximo 1 de enero entrará en vigor una nueva subida de las tarifas postales en España.
En cuanto a los envíos internacionales, mandar un paquete de menos de cinco kilos tendrá un precio de 50,7 euros, lo que supone un aumento del 7,42%, siempre que el destino se encuentre entre los principales países europeos y algunos territorios asociados que se pueden consultar en la página web de Correos o en cualquier oficina.
Las tarifas de Correos suben por encima de la inflación
Las subidas anunciadas y aprobadas por la CNMC se producen en un contexto económico marcado por la moderación de los precios, ya que la inflación en España se situó en el 3%, según el último dato del Índice de Precios de Consumo (IPC) disponible, que corresponde al mes de noviembre.
Sin embargo, los incrementos aplicados por Correos a los envíos superan claramente el umbral, lo que supone una pérdida de poder adquisitivo para quienes utilizan estos servicios de forma habitual. Desde hace diez años, el precio del sello y de otros servicios ha ido aumentando a un ritmo superior al del coste de vida, lo que ha generado críticas entre usuarios particulares y pequeñas empresas que dependen de este servicio.
A pesar de ello, España continúa siendo uno de los países con las tarifas postales más bajas de Europa. De hecho, ya en 2023 el precio medio del envío de una carta era de 1,23 euros si se ajusta por paridad de poder de compra, una cifra sensiblemente inferior a la media europea.
Impacto económico para las empresas y administraciones
La CNMC ha analizado y aceptado las nuevas tarifas, señalando que reforzará el control sobre la adecuación a los costes de los precios bonificados que el operador aplica a grandes clientes, como empresas y organismos públicos.
Para ello, se introduce un nuevo criterio de referencia basado en los costes incrementales a largo plazo (LRIC), que incorporan la evolución de la demanda. Este enfoque se complementará con los precios históricos totalmente distribuidos, de modo que Correos deberá facilitar a la CNMC ambos indicadores con fines de supervisión regulatoria.
