Denuncias de acoso sacuden Iberdrola: renuevan la cúpula de Seguridad

Iberdrola, la principal eléctrica de España por número de clientes, afronta una de las mayores crisis de su estructura interna en los últimos meses. Tras varias denuncias internas por presunto acoso laboral en el área de Seguridad, la compañía ha provocado una remodelación en la cúpula del departamento e importantes ceses de altos ejecutivos, en un intento por preservar su reputación y reforzar políticas corporativas de igualdad y cumplimiento.

La primera consecuencia visible ha sido el ceso fulminante de Luis Dorda, hasta ahora máximo responsable del área de Seguridad en España, tras encontronazos con la alta dirección de Iberdrola y con el ejecutivo que estaba siendo objeto de las quejas internas. Dorda, guardia civil y fichado por Iberdrola tras su paso por la seguridad de Adif, fue relevado de sus funciones la semana pasada sin previo aviso, según fuentes internas consultadas por El Confidencial.

La decisión de destituir a Dorda responde, según los compañeros del rotativo digital, a la necesidad de la compañía de abordar un clima interno de tensión y sospechas sobre comportamientos impropios en el departamento de Seguridad, donde se venían acumulando quejas de trato vejatorio hacia algunos miembros de la plantilla, especialmente mujeres.

Investigación interna que cambió la estructura

El origen de la crisis se remonta a abril de 2025, cuando la dirección de Iberdrola detectó la necesidad de analizar el clima laboral en este departamento clave. La unidad de Compliance llevó a cabo entrevistas aleatorias entre 47 de los cerca de 80 empleados del área para evaluar la veracidad de las denuncias. El resultado del informe psicosocial, al que tuvo acceso El Confidencial, concluyó que una mayoría de los consultados confirmaba la existencia de comportamientos ofensivos y trato inapropiado, abriendo la puerta a medidas internas contundentes.

Los compañeros de El Confidencial, explican que el propio Manuel Martínez, ejecutivo con larga trayectoria en la compañía, identificado como figura central de las quejas, carecía además de los permisos exigidos por la ley para ejercer funciones de seguridad privada, lo que por sí solo ya representaba una anomalía importante en un área tan sensible como la protección de instalaciones e infraestructuras energéticas.

Aunque inicialmente la empresa había intentado una solución intermedia, situando a Martínez como adjunto bajo la dirección de Dorda, según El Confidencial, el clima interno siguió deteriorándose y la alta dirección, encabezada por el responsable global de Seguridad, decidió dar un paso más.

Remodelación y nuevo liderazgo

Iberdrola ha nombrado a Carlos Gutiérrez Estudillo, ingeniero y hasta ahora al frente de la central nuclear de Cofrentes, como nuevo responsable del área de Seguridad en España. La elección de Gutiérrez Estudillo, valorado positivamente por sus competencias técnicas y experiencia en gestión de crisis y emergencias, según El Confidencial, se interpreta en la compañía como un intento de devolver estabilidad a una dirección estratégica, clave en tiempos de crecientes riesgos cibernéticos y amenazas a infraestructuras críticas.

La posible salida de Manuel Martínez, quien se encuentra próximo a poder acogerse a la prejubilación, también se evalúa dentro de la dirección como inminente. Según apuntaban en El Confidencial, la alta dirección está considerando prescindir del ejecutivo para evitar que siga lastrando el clima interno.

Un contexto delicado para Iberdrola

Este movimiento se produce en un contexto especialmente delicado para Iberdrola. La empresa, que desde este verano está bajo la dirección del nuevo consejero delegado Pedro Azagra, ha experimentado un fuerte impulso en su cotización bursátil y resultados financieros. Sin embargo, según El Confidencial, también arrastra cuestiones reputacionales que datan de años anteriores, como el caso judicial abierto alrededor de contratos con el excomisario José Manuel Villarejo, que afectó a la percepción pública sobre el área de Seguridad.

Iberdrola ha reforzado en los últimos años sus políticas internas en materia de igualdad de género y prevención del acoso, integrándolas como parte de su estrategia de gestión del capital humano. La política de Igualdad y Prevención del Acoso de la compañía, avalada por el consejo de administración, subraya el compromiso con “el respeto de los derechos humanos y la promoción de un entorno profesional no discriminatorio”. Según El Confidencial, este caso pone a prueba la efectividad de esos mecanismos y plantea la necesidad de reforzar las estructuras de cumplimiento.

Con la renovación de la cúpula de Seguridad, Iberdrola espera no solo corregir una situación interna conflictiva, sino también enviar un mensaje claro de que ninguna conducta inapropiada quedará impune y que la empresa está dispuesta a tomar decisiones drásticas para salvaguardar su cultura corporativa y reputación pública.