Iberdrola, Endesa, Naturgy y Repsol preparan una lluvia de dividendos en 2026

Las grandes energéticas aumentan su retribución al accionista para mantener el atractivo inversor

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el CEO de Endesa, José Bogas

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el CEO de Endesa, José Bogas

Las grandes energéticas españolas cierran un año agitado y de forma desigual en el resultado de sus negocios, pero con la misma política de remuneración al accionista. Iberdrola, Endesa, Naturgy y Repsol han anunciado al mercado un aumento de los dividendos que repartirán el próximo año.

El ejercicio ha estado marcado por el apagón eléctrico, los bailes accionariales, el debate sobre el cierre nuclear, la controvertida retribución a las redes o las tensiones geopolíticas.

Un escenario que no ha evitado que las mayor parte de las compañías del sector energético hayan cosechado buenos resultados, que trasladarán en 2026 al bolsillo de sus accionistas.

La mayor eléctrica del país, ha aprobado un dividendo récord respaldado por los beneficios obtenidos en los nueve primeros meses. La cotizada que preside Ignacio Sánchez Galán prevé alcanzar una ganancia de 6.600 millones a cierre de 2025 y cuenta con un ambicioso plan de expansión internacional.

De este modo, Iberdrola ha anunciado que abonará 0,25 euros por acción como dividendo a cuenta el próximo 2 de febrero, tras el último día con derecho a cobro el 12 de enero. Se trata de un pago casi un 9% superior al del año anterior, que supondrá unos 1.700 millones de euros a sus accionistas-

La eléctrica mantiene su modelo de scrip dividend, es decir, el dividendo se podrá cobrar en acciones o en efectivo. La cifra se sumará al dividendo complementario, que será aprobado en la próxima Junta General de Accionistas y se abonará en el tercer trimestre de 2026.

Endesa, por su parte, ha acordado distribuir un dividendo a cuenta de los resultados del ejercicio 2025 por importe de 0,5 euros brutos por acción el próximo 12 de enero. No obstante, la remuneración total será de 1,5 euros por título, según las previsiones de la compañía controlada por la italiana Enel.

El plan estratégico del grupo comprende una política de dividendos hasta 2027 con un payout del 70% de los beneficios ajustados, manteniendo al menos el reparto de un euro por acción.

Repsol y Naturgy elevan sus dividendos

Repsol es otra de las grandes energéticas del país que eleva su remuneración al accionista, pese a haber sufrido la volatilidad del petróleo en sus cuentas, así como el bloqueo de Estados Unidos en Venezuela.

Pero la compañía que dirige Josu Jon Imaz cuenta con un flujo de caja resiliente con el que hacer frente a la remuneración de sus accionistas. La petrolera superará el euro bruto por acción en 2026, mientras que continúa con las recompras de acciones.

En cuanto a Naturgy, la compañía que preside Francisco Reynés prevé alcanzar un beneficio de 2.000 millones de euros a cierre de este año. Cabe destacar que, tanto Naturgy como Iberdrola y Endesa se benefician desde finales de abril del modo de operación reforzado de Red Eléctrica.

El operador del sistema trabaja así para evitar un nuevo apagón, incrementando los costes de las restricciones técnicas por las que se inyecta más energía convencional (gas y nuclear). Red Eléctrica paga más a las propietarias de las centrales por su mayor disponibilidad desde entonces.

Tras la auto opa ejecutada con éxito, los principales dueños de Naturgy están protagonizando un baile accionarial que promete continuar en 2026, si bien el atractivo dividendo que ofrece mantiene atados en su capital, por el momento.

De este modo, el plan estratégico que el grupo presentó en febrero para el periodo 2025-2027 establece una política de dividendos creciente, situando el pago en 1,80 euros por acción en 2026 y 1,90 euros en 2027.

Se coloca así como una de las empresas del Ibex 35 y del sector energético con mayor rentabilidad, con un rendimiento esperado que supera en muchas estimaciones el 6-7%.

Con todo, las grandes energéticas españolas comenzarán el año con una lluvia de dividendos que mantendrá el atractivo de sus acciones en el mercado, más allá de sus buenos o malos resultados.

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