ERE de BBVA: se apuntan 5.216 empleados, un 80% más de los previstos

Las salidas pactadas eran 2.935, estos datos muestran que el proceso se cerrará con una voluntariedad superior al 98%

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BBVA ha recibido 5.216 adhesiones voluntarias para salir del banco mediante el ERE que se cerró el pasado 8 de junio para 2.935 personas, el 10% de la plantilla. Es decir, el banco ha recibido casi un 80% más de solicitudes y en consecuencia, todas las bajas serán voluntarias.

Fuentes sindicales explican que con estos datos, «el proceso se cerrará con una voluntariedad superior al 98%«. Y que aún quedan pendiente de asignar 298 plazas de Mobility, 234 en el Customer Support Experience (CSE), 2 a Fuerzas de Venta Especializada y 53 a Task Force.

El personal de servicios centrales, estructuras intermedias y centros corporativos (que suponen el 26% del ERE) tenían de plazo para solicitar su adhesión desde el 10 hasta el 30 de junio.

Y los de la red de oficinas (el 74% restante) desde el 10 de junio y hasta el 12 de julio. Cerrados estos plazos de adscripción, la entidad debe aceptar o rechazar la solicitud en los 11 días siguientes a la finalización del periodo, según lo pactado.

Los sindicatos se muestran orgullosos de haya más peticiones para salir que número de afectados, porque eso significa que las condiciones económicas que lograron pactar tras mes y medio de negociación han sido buenas y no habrá ninguna salida forzosa.

En la reunión de seguimiento celebrada este jueves, el banco que preside Carlos Torres no ha especificado cuando empezarán las salidas, aunque la fecha orientativa prevista para extinguir los contratos de trabajo de servicios centrales, estructuras intermedias y centros corporativas es el 31 de julio. 

El presidente de BBVA, Carlos Torres y el consejero delegado, Onur Genc.

Y los de la red de oficinas se producirán junto al cierre de estas. Esta reestructuración también contempla la clausura de 480 sucursales entre julio y septiembre. El plazo de ejecución del ERE se extenderá hasta el 31 de marzo de 2022, es decir, que hasta esa fecha puede seguir saliendo gente del banco.

Asimimo, el acuerdo incluye un plan de recolocación a través de la agencia de empleo Randstad, que se extenderá durante un período de un año, ampliable hasta 30 meses (frente a los 6 meses exigidos por ley). 

El objetivo del programa es recolocar con contratos de trabajo indefinidos o mediante autoempleo al 100% de los afectados que quieran seguir trabajando y se adhieran al plan. 

El coste del ERE se reflejará en las cuentas trimestrales

La entidad estima que el coste del ERE será de 960 millones de euros antes de impuestos, de los que 720 millones corresponden a las desvinculaciones de la plantilla y 240 millones al cierre de oficinas.

Este gasto aparecerá registrado en las cuentas del segundo trimestre de 2021, que BBVA dará a conocer el próximo 30 de julio, y tendrá un impacto negativo en el ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ de unos 28 puntos básicos.  

El banco calcula que estos ajustes generarán unos ahorros estimados de aproximadamente 250 millones de euros al año antes de impuestos a partir de 2022, de los que unos 220 millones corresponden a gastos de personal. En 2021 los ahorros estimados serán de aproximadamente 65 millones de euros antes de impuestos.

La plantilla pidió al banco que preside Carlos Torres que se comprometiera a no hacer otro ERE en tres años salvo que BBVA se viera envuelto en una fusión. 

La entidad no admitió esta cláusula, aunque legalmente no podría hacer un nuevo ERE hasta que acabe el plazo de ejecución en marzo de 2022, tampoco puede aceptar más adhesiones de las ya pactadas.

Sin embargo, si podría seguir acordando con los trabajadores salidas pactadas. Más si cabe, teniendo en cuenta el excedente de solicitudes que no podrá atender.

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