Esta conocida firma textil explora soluciones para evitar la quiebra

La compañía defiende que esta decisión nace como una vía legal que le permita reorganizar su actividad

Problemas económicos de un grupo téxtil español

El concurso de acreedores podrá ser la salvación

Una conocida compañía textil española podría acabar en quiebra si no logra superar el concurso de acreedores que ha solicitado voluntariamente. Hablamos de Ternua Group, un grupo vasco que cuenta con diversas marcas de moda deportiva especialmente conocidas en la región. Las firmas son Ternua, Loreak Mendian, Lorpen y Astore, esta última, la más conocida de todas.

La empresa textil vasca es reconocida por su compromiso con la sostenibilidad, la innovación y el respeto por el medio ambiente. Fue fundada en 1994 como una marca centrada en ropa técnica para montaña. A lo largo de los años ha ido evolucionando hasta convertirse en un grupo que cuenta con varias marcas líderes en el sector textil. Ahora tendrán que buscar soluciones para evitar la quiebra.

Una de las marcas más reconocida del grupo es Astore, pues ha vestido a varios equipos de fútbol como la Real Sociedad, el Eibar, el Osasuna, el Alavés o el Sporting de Gijón. En otras modalidades como la escalada también se ha reconocido a Ternua mundialmente. Juanito Oiarzabal alcanzó los 14 ochomiles vistiendo prendas de la firma, siendo el primer alpinista español en conseguirlo.

Desde los inicios, uno de los pilares fundamentales de Ternua Group es su apuesta por la economía circular. La empresa ha desarrollado varias iniciativas que reutilizan materiales, minimizan residuos y reducen el impacto ambiental. Por ejemplo, se han lanzado prendas fabricadas a partir de redes de pesca recicladas, botellas de plástico, PET y restos textiles.

Destaca por el uso de tejidos técnicos de alto rendimiento, pensados para un público activo que busca calidad, comodidad y durabilidad sin renunciar a valores éticos. Para lograrlo, el grupo colabora con proveedores certificados y trabaja bajo estrictos estándares sociales y ambientales.

Ternua solicita concurso de acreedores para evitar la quiebra

Ternua Group, grupo textil con sede en Arrasate, ha solicitado el concurso voluntario de acreedores como medida estratégica para asegurar su viabilidad, evitar la quiebra y preservar los 180 empleos que sostiene actualmente. La solicitud fue presentada el pasado 13 de junio en el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Donostia.

Lejos de suponer un cierre, según el Diario Vasco, la compañía ha defendido que esta decisión nace como una vía legal que le permitirá reorganizar su actividad y buscar salidas sostenibles para continuar con su proyecto industrial. La firma tiene una gran vinculación con el País Vasco desde sus inicios, contando una filosofía muy marcada.

Astore es una de las marcas del grupo que puede entrar en quiebra
El grupo textil solicita el concurso de acreedores para evitar la quiebra

Las colecciones de otoño-invierno ya están listas para salir al mercado y el equipo de diseño ya desarrolla las propuestas de primavera-verano para el próximo año. Desde la dirección han insistido en que el concurso es una herramienta legal que ofrece margen para respirar, proteger el empleo y explorar salidas viables.

Actualmente, el grupo arrastra una deuda millonaria. A pesar de ello, ya ha recibido una oferta vinculante por una de sus unidades productivas, concretamente Loreak Mendian, abriendo la puerta a posibles acuerdos que aseguren la continuidad, evitando así la posible quiebra.

Un contexto especialmente complicado

Lo cierto es que el contexto económico actual no favorece a los grupos textiles, provocando que muchos hayan acabado anunciado la quiebra. La fuerte contracción del consumo de ropa y calzado desde 2022, registrando caídas superiores al 20%, ha afectado a buena parte del sector, y Ternua no se ha quedado fuera de la crisis.

La compañía cuenta con una plantilla de 180 trabajadores, opera una red comercial compuesta por 28 puntos de venta y posee una planta de fabricación ubicada en Navarra. Actualmente, arrastra una deuda cercana a los 16 millones de euros, pese a que en el último ejercicio logró una facturación de 29,2 millones, cerrando igualmente con pérdidas.

La compañía cerró 2024 con una deuda de 16 millones de euros.

En el año 2023, la empresa cerró el ejercicio con una facturación de 34 millones de euros, aunque con pérdidas. Desde entonces, ha desplegado varios esfuerzos para remontar la situación, incluyendo intentos de refinanciación, ajustes en su estructura de costes y una revisión de su estrategia de negocio, aunque sin éxito en términos de respuesta del mercado.

A pesar de las cifras, el grupo cuenta con fortalezas destacables en las que puede confiar para evitar la quiebra. Tiene presencia en más de 50 países, con equipos comerciales en Francia, Alemania e Italia, y una planta de producción avanzada.

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