Grifols se tambalea y queda en manos de la CNMV y de KPMG

La farmacéutica se encuentra en medio de un 'impasse', a la espera de la auditoría y las conclusiones del regulador bursátil

Fachada de una sede de Grifols en Coslada (Madrid).

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Grifols vive otra semana errática desde que Gotham City soltó su demoledor informe. La presentación de los resultados anuales del 2023 dejó a los inversores con todavía más dudas y, aunque la empresa consiguió recuperarse después de aclarar sus previsiones de generación de caja, su cotización no logró alcanzar los valores registrados a principios de semana.

Con la vía judicial pendiendo de un hilo por las dificultades para localizar al fundador de la firma bajista, Daniel Yu; la farmacéutica se encuentra en medio de un impasse y queda a expensas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y de KPMG, su auditor, para intentar limpiar su nombre y aupar el valor de sus acciones.

Son las principales esperanzas de la Ibex. Uno de los motivos por el que Grifols se llevó otro varapalo en bolsa el jueves y se hundió en un 35% fue por el hecho de que sus cuentas no estaban auditadas. Para los inversores, esto convertía automáticamente los datos presentados en provisionales y generaba muchas inseguridades en un contexto en el que la reputación del grupo está dañada por las acusaciones de Gotham, que, precisamente, defiende que la corporación maquilla sus cuentas.

La auditoría, en tramitación

Grifols se apresuró a aclarar que todavía no había auditoría por una cuestión administrativa e indicó que KPMG se encuentra “tramitando los documentos de apoyo para el informe final de auditoría”, algo que les está llevando más tiempo de lo esperado. La multinacional de los hemoderivados afirmó, y así lo repitió su presidente, Thomas Glanzmann, ante los analistas, que tenían constancia por escrito de que la consultara firmaría una auditoría limpia, sin salvedades, antes del 8 de marzo.

Tanto la farmacéutica como su auditor están todavía dentro de los plazos legales para hacer pública la auditoria. En cualquier caso, el informe de KPMG será clave para tranquilizar a los inversores si, tal como dice la empresa, no ha detectado ninguna irregularidad contable.

Por otro lado, la multinacional y sus accionistas también están a la espera de que la CNVM se pronuncie. Tras la publicación del informe de Gotham, el regulador requirió a la compañía catalana toda una serie de información para esclarecer sus relaciones con Scranton, la sociedad participada por la familia Grifols que pese el 8% de las acciones del grupo. Según el fondo conocido como el Batman de Wall Street, Grifols habría engordado su ebitda y reducido su deuda mediante operaciones cerradas con esta sociedad.

Rodrigo Buenaventura, presidente del organismo, indicó esta semana que la CNMV hará público su análisis “en unas semanas”, después de pedir a la compañía más detalles. “Acabamos de recibir [los documentos] hace pocos días y todavía necesitamos unas semanas más”, dijo, mientras aseguró que estos procesos son “muy complejos” y suelen alargarse. Preguntado por un analista, Glanzmann respondió que la farmacéutica ha respondido a todas las preguntas del regulador y que están a la espera de una respuesta.

La CNMV tardará «semanas»

La CNMV ya dio un pequeño espaldarazo a la catalana hace unas semanas cuando afirmó que, a priori, Grifols había actuado bajo la norma y había hecho pública toda la información necesaria. Además, aseguró que estudiaría si la conducta de Gotham supone un abuso de mercados, según la normativa europea. Si el regulador se mantiene en esta línea, Grifols podría recuperar el favor de los mercados; pero si el informe no va a su favor, podría enfrentarse a otro terremoto e incluso a demandas por parte de sus accionistas minoritarios.

Mientras espera el pronunciamiento de ambos organismos, la vía judicial parece estancada. Grifols demandó a Gotham City y a Daniel Yu ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos del Distrito Sur de Nueva York por difamación, interferencia y enriquecimiento injusto. Sin embargo, el tribunal no ha logrado localizar a Yu para notificarle la denuncia, según informó CincoDías.

El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, durante la Junta General de Accionistas del año 2023. EFE/Andreu Dalmau Gotham City
El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, junto a algunos miembros del consejo de administración. EFE/Andreu Dalmau

El periódico económico del grupo Prisa explicó que no consta ninguna dirección ni de Gotham, ni de su máximo responsable, donde remitir la citación, ni tampoco de su socio General Industrial Partner, fondo que ejecutó las posiciones bajistas. Para continuar con el proceso, es necesario que los demandados reciban la notificación, por lo que, por ahora, el proceso queda estancado. Según las reglas de la justicia americana, existe un límite de 90 días para notificar una denuncia después de la presentación de la demanda, pero pasado ese plazo la querella queda desestimada.

Las acciones de Grifols cerraron este viernes con un precio de 8,98 euros la acción, lo que supone un impulso del 18%, tras el varapalo del jueves. Las cuentas sin auditar y las dudas sobre los flujos de caja disponibles hundieron la acción del grupo la tarde del pasado jueves, anotando un precio mínimo desde 2012, de 7,58 euros.

La mejora llegó después de sellar la venta del 20% de Shangai Raas al grupo Haier, una operación clave para reducir la deuda de la empresa, y de aclarar con un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus previsiones de crecimiento de caja para este 2024.

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