La crisis del gas dificulta la venta del negocio de cogeneración de Iberdrola

La tecnología de cogeneración no está pasando un buen momento, y los movimientos regulatorios impactan de manera directa al sector

Iberdrola

Planta de cogeneración

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Iberdrola tiene puesto el cartel de ‘se vende’ a su negocio de cogeneración desde 2018. Hace cuatro años la energética explicaba que metía dentro de su plan de rotación de activos las 19 centrales que tiene con este tipo de tecnología. Pese a todo, no ha sido hasta la primavera de este año cuando ha vuelto a acelerar la operación, aunque de nuevo pueden aparecer problemas en el camino. 

En concreto, hace unos meses trascendió a través de la prensa que la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán había contratado los servicios de Lazard para relanzar la venta de su negocio de cogeneración en España. La potencia instalada de estas plantas llega casi a los 300 MW, y en 2021 produjeron caso 2.000 MWh, un 11% más que en 2020. Pese a todo, Iberdrola considera que ha llegado el momento de deshacerse de ellos. Las estimaciones del valor de mercado que se vienen haciendo desde 2018 calculan una potencial venta de 200-300 M€.  

Y precisamente el valor de los activos se ha comprometido en estos momentos. Desde la aprobación del mecanismo de compensación del mercado eléctrico, el pasado 14 de junio, la electricidad producida mediante cogeneración ha caído en picado un 50%, según datos que recoge la asociación Acogen.

Además, la mitad de la cogeneración está parada, un hecho sin precedentes en España en 25 años. Unos 2.000 MW, que dan soporte a cientos de industrias alimentarias, papeleras, cerámicas, químicas… en toda la geografía nacional, han ido parando en apenas dos semanas, dejando de producir el 5% de la electricidad de España.

La mayoría de las cogeneraciones no pueden trasladar las pérdidas a sus industrias asociadas y se ven obligadas a parar; el resto, instalaciones imprescindibles para sus industrias, solo pueden funcionar determinadas horas y no por mucho tiempo. Ni las industrias ni las plantas pueden soportar más pérdidas por más tiempo. 

Un problema de valoración para Iberdrola 

Hasta estos momentos, al menos, sí parecía haber un importante apetito inversor entre distintos fondos y empresas productoras. Pero si se alarga la situación puede que ese interés sea a la baja. Y es que uno de los principales problemas que vive el sector es la incertidumbre regulatoria, ya que muchas plantas están cerca del final de su vida útil y aún no saben si se decretará una extensión que permita recibir retribución a la operación durante más años. Las plantas de cogeneración están sometidas a un régimen específico durante su vida útil de 25 años que les otorga el derecho a cobrar una prima estatal. 

Por lo que respecta a Iberdrola, analistas del sector estiman que los activos de la energética ya están en estado maduro, con lo que están cerca del final del periodo primado. De hecho, este es uno de los factores a la hora de calcular el precio del activo en una hipotética venta. No obstante, también tiene mucho peso la calidad de las plantas y el nivel de inversión que necesitan, la capacidad de gestión a la hora de operarlas, así como la viabilidad del cliente industrial al que se suministra, que finalmente es quien compra la energía. 

Un sector agraviado  

Los cogeneradores no pueden competir en los actuales términos y reclaman que se acabe con la discriminación injusta de no reconocer sus costes de gas: se retribuye un 63% más a los ciclos combinados que a las cogeneraciones, que deberían priorizarse por su mayor eficiencia. En las dos semanas que lleva en funcionamiento la ‘excepción ibérica’, el precio del gas reconocido a los ciclos combinados ha sido de 111€/MWh, mientras que a las cogeneraciones MITERD les propone 50 €/MWh. 

Los cogeneradores han reclamado al Ministerio para la Transición Ecológica medidas que les permitan competir en igualdad de condiciones con los ciclos combinados y otras centrales térmicas. La patronal Acogen lleva semanas advirtiendo de la situación al MITERD sin obtener un compromiso claro de solución urgente. 

 Compromiso real de solución 

 El malestar empresarial no tiene precedentes y se anuncian movilizaciones. Dos años de retrasos injustificados e ilegales para actualizar las retribuciones pendientes -2020, 2021 y la de este 2022- obliga a producir a ciegas. Acogen y cientos de empresas estudian pedir amparo a la Comisión Europea y a los tribunales españoles. 

La industria cogeneradora exige al MITERD señales claras que aseguren que se cubrirán costes y que no serán discriminados para retomar la producción y seguir aportando eficiencia y ahorros al sistema eléctrico, a las industrias y a todos los consumidores. La cogeneración, como sector regulado, espera que el Ministerio se comprometa y tome las decisiones necesarias para recuperar la normalidad productiva y no dañar más al tejido industrial asociado.

Raúl Masa

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