La vacuna de Moderna eleva el beneficio semestral de Rovi un 72%

El laboratorio español logra 51 millones de beneficio hasta junio, tras consolidarse como uno de los productores de Moderna a nivel internacional

Un vial de la vacuna contra el coronavirus de Moderna. EFE

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La vacuna del coronavirus no solo se ha convertido en la gran esperanza para acabar con la pandemia, sino que también se ha traducido en un negocio millonario para sus fabricantes. Los laboratorios Rovi, que producen en España el preparado de Moderna, han cerrado el primer semestre con un incremento de beneficios del 72%.

El grupo farmacéutico español obtuvo unas ganancias netas entre enero y junio de 51 millones de euros, lo que supone un salto cualitativo con respecto al mismo periodo de 2020, cuando todavía no se habían convertido en un socio estratégico de Moderna para la producción de su vacuna a nivel internacional.

Los ingresos de Rovi durante el primer tramo del año alcanzaron los 290,1 millones de euros, lo que representa un incremento del 52%, impulsado principalmente por el negocio de fabricación a terceros (como su acuerdo con Moderna) que ha crecido un 172% en ventas.

Más allá de la vacuna, la compañía española también ha incrementado las ventas de la heparina, otro de sus productos estratégicos, que ha generado 131,4 millones de euros, lo que supone un salto del 26% con respecto a la anterior cuenta de resultados.

En el primer semestre, los laboratorios españoles han alcanzado un resultado bruto de explotación (ebitda) de 74 millones de euros, lo que representa un impulso del 75%, de acuerdo a las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Rovi mejora sus previsiones para el cierre de 2021

El avance a pasos agigantados de la carrera por la vacuna ha llevado al grupo farmacéutico español a elevar ya su previsión de ingresos para este 2021. De las primeras proyecciones, sustentadas en un incremento del 35%, se ha pasado ya a calcular que será al menos de un 40%.

Sin embargo, la compañía ha advertido de las dificultades para vaticinar el impacto que tendrá definitivamente la vacuna en sus resultados al cierre del año, ya que la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia es un condicionante. De hecho, todavía no se sabe si será necesaria una tercera dosis de refuerzo o cuándo se podrá inmunizar a los menores de 12 años.

Personal
Personal sanitario administra la vacuna contra la covid-19. EFE/Ana F. Barredo

Para poder acometer la fabricación de la vacuna, la empresa española ha tenido también que incrementar un 10% su partida destinada a la investigación y el desarrollo que ha llegado a representar un impacto de 11,9 millones de euros.

Rovi ya anunció en abril una inversión industrial en sus instalaciones de San Sebastián de los Reyes (Madrid) con el objetivo de duplicar su capacidad de producción de la vacuna de Moderna.

El desembolso permitirá establecer dos nuevas líneas de fabricación en la capital, en las que se realiza el trabajo de formulación, llenado, inspección, etiquetado y empaquetado de los viales.

Los laboratorios españoles se han convertido en uno de los socios estratégicos de la farmacéutica junto con el centro de producción de Lonza Group en Suiza y sus propias plantas en Estados Unidos.

Entre los tres centros pretenden alcanzar la producción de 3.000 millones de dosis de la vacuna en 2022.

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Carlos Villar

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