Naturgy destinará el 96% de sus beneficios a dividendos

Naturgy congela las inversiones para maximizar el beneficio, que destinará casi en su totalidad a premiar al accionista

Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy

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La apuesta de Naturgy por dar valor al accionista, oficializada hace nueve meses en la presentación del Plan Estratégico 2018-2022, no era un brindis al sol. Tras el primero de los cinco ejercicios que contempla la hoja de ruta de Francisco Reynés, la energética sigue a rajatabla el calendario de dividendos y para este 2019, la línea es clara: todo para el accionista.

Naturgy dedicará el 96% de sus beneficios en 2019 a pagar a sus accionistas. Este pay out tan elevado supone un punto de inflexión para la compañía, que se pone prácticamente a la altura de competidores como Endesa, que en la última década ha dedicado el 100% de sus ganancias a dividendos.

El presidente ejecutivo de Naturgy explicó a los propietarios de la energética, en la junta de accionistas de 2019, que la empresa cumple al dedillo con los objetivos del plan estratégico. Tras pagar un dividendo de 1,3 euros por acción en 2018, el 30% más que en 2017, este 2019 se incrementará un 5% más, hasta 1,37 euros, como marcaba la hoja de ruta de Reynés para este año.

Ese dividendo, excluyendo la autocartera que Naturgy amortizará, según aprobó en la junta de este martes, obligará a la compañía a pagar 1.344 millones de euros a sus accionistas. Esta cifra supone un pay out del 96%, ya que prevé obtener un beneficio neto de 1.400 millones de euros.

La Caixa cobrará 336 millones de dividendo de Naturgy, mientras que GIP y CVC se embolsarán 537 millones

En el último ejercicio con beneficios, 2017, el porcentaje de ganancias que se dedicó a dividendos no llegó al 75%. Con un pago de 0,99 euros por acción, dedicó menos de 1.000 millones de los 1.360 que ganó la entonces Gas Natural Fenosa presidida por Isidro Fainé.

En junio de 2018, cuando presentó el nuevo plan estratégico, Reynés ya dejó claro que la remuneración al accionista sería uno de los pilares de su gestión al frente de la energética. El presidente de Naturgy diseñó un calendario de dividendos ascendente, partiendo de los 1,3 euros por acción de 2018 y hasta los 1,59 euros en 2022.

Para maximizar el dividendo, Naturgy inició un plan de recompra de acciones de 400 millones al año. Hasta el 1 de marzo, compró acciones por valor de 200 millones, y hasta el 30 de junio campará los 200 millones restantes. Así, el consejo de administración propuso a la junta la amortización de 19 millones de acciones en autocartera, con lo que la compañía ha reducido el número de acciones en circulación. Según su presidente, esta decisión hace ganar valor a sus accionistas, ya que “la empresa vale lo mismo pero se reparte entre menos accionistas”.

La junta de accionistas 2019 de Naturgy en Ifema (Madrid)

La junta de accionistas 2019 de Naturgy en Ifema (Madrid)

Los accionistas, que llenaron el auditorio de Ifema en Madrid —donde Naturgy celebra su junta por segunda vez, tras su cambio de sede de Barcelona a la capital española—, apenas pusieron pegas a los planes de Reynés. Solo una pregunta sobre el incremento de la autocartera; el resto, cuestiones sobre la evolución del negocio.

El lleno de Ifema era significativo teniendo en cuenta que tres grandes accionistas se reparten casi dos tercios del capital de Naturgy: Criteria (La Caixa), con el 25,5%, el fondo GIP (20%) y Rioja Bidco Shareholdings, formado por el fondo CVC y la familia March, con otro 20% que compró a Repsol. Los dos fondos se embolsarán este año 537 millones, mientras que La Caixa recaudará 336 millones más para su obra social.

Naturgy frena las inversiones

La otra cara de la moneda de la apuesta de Reynés por premiar al accionista es el frenazo en las inversiones. Con un negocio a grandes rasgos similar, y desinvirtiendo en países y activos no estratégicos, para lograr más beneficios hay que sacar de algún lado. Además de las propias ventas, que generan caja para reducir la deuda e incrementar dividendo, Naturgy ha congelado las inversiones.

La compañía anunció que invertirá este año 2.000 millones de euros, el 16% menos que los 2.321 millones de 2018. Reynés defendió que en realidad supone una subida, ya que el año pasado, la empresa pagó dos metaneros encargados anteriormente por cerca de 400 millones, por lo que, restando este pago, la inversión crecería el 5%.

Independientemente de si subió o bajó, lo cierto es que la cifra manda dos mensajes: Naturgy congela inversiones, por lo que no está centrada en el crecimiento; y todo va al orgánico. De los 2.000 millones, el 65%, 1.300 millones, se dedicará a crecimiento orgánico, y el resto a mantenimiento.

Naturgy invertirá 2.000 millones este año, menos que en 2018, y sigue estudiando ventas de activos no estratégicos

Sobre crecimiento inorgánico, es decir, compras, Reynés no descartó nada, pero dejó claro que no hay una dotación para ello. Actualmente, Naturgy no aparece en las quinielas para las operaciones que se están moviendo en el mercado energético.

Como focos de crecimiento orgánico, el presidente de la compañía habló especialmente de Latinoamérica —Chile, Argentina, Brasil, Panamá y México— y Asia —China e India—. Sin embargo, España se llevará más de la mitad de inversiones, contando también mantenimiento. Las renovables serán el principal foco, con unos 1.000 millones.

Como complemento a la política de inversión conservadora, Naturgy se encuentra en fase de desinversión de activos no estratégicos, si bien está yendo más lento de lo que se esperaba. Tras cerrar la venta, hace un año, del 20% de la distribución de gas en España por 1.500 millones, a penas ha realizado operaciones. Vendió el negocio de gas en Colombia y estaría estudiando la venta de una parte de los activos de generación internacional y sus centrales en Costa Rica y la República Dominicana. Pero todo por concretar.

Xavier Alegret

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