¿Quién es el hermético inversor árabe que está desmantelando Blanco?

La cadena de moda mantiene en el anonimato a su propietario mientras prepara nuevos despidos

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La crisis que atraviesa Blanco, una enseña que llegó a contar con 250 tiendas y trató de rivalizar con Inditex, tiene un nombre propio. El del grupo saudí Alhokair. Su aterrizaje en la cadena, teñido de opacidad, se produjo en 2013. En aquel ejercicio Blanco declaró pérdidas por valor de 33,5 millones de euros y presentó el mayor concurso de acreedores del negocio de la moda en España. Tras despedir a 711 trabajadores, la empresa tanteó el mercado en busca de un inversor que pudiera relanzar la marca.

El comprador elegido fue Alhokair. El grupo, fundado en 1990 por los hermanos Fawaz, Salman y Abdul Majeed Alhokair, basa su negocio en gestionar franquicias de moda de multinacionales en Oriente Medio y Asia: desde GAP o Marks & Spencer hasta las españolas Inditex, Mango y Desigual. Las más de 2.100 tiendas gestionadas por la firma en 16 países parecían una buena carta de presentación para Blanco.

En 2014 la compañía saudí desembolsó 40 millones de euros por Blanco y preparó una estrategia de expansión internacional de la marca. Mientras clausuraba locales en España, Alhokair abría flamantes tiendas en países como Arabia Saudí, Kuwait, Jordania, Qatar o Armenia. La monarquía absoluta de los Saud llegó a albergar 55 tiendas de Blanco.

Un nuevo fondo… participado por el mismo inversor

Volcarse en Oriente Medio no fue la única decisión que aplicó a la cadena la compañía presidida por Fawaz Abdulaziz Alhokair. También descabalgó de la dirección de Blanco a Bernardo Blanco, hijo del fundador, y encumbró a Stephen Craig, ex directivo de la marca británica All Saints. Un año después, el nuevo equipo echó la persiana a una decena de tiendas en España y anunció un nuevo ERE que se llevaría por delante a 332 trabajadores.

Con la plantilla adelgazada y sin hacer públicos los resultados de aquel año, Alhokair rescindió el contrato a Craig y situó en la dirección de Blanco al propio director de Alhokair, Gerry Waters. Además, informó de que un fondo dubaití estaba interesado en adquirir la compañía. El misterioso fondo, del que no ha trascendido la identidad, ofrecía 83,5 millones de euros, más del doble de lo que Alhokair abonó en 2014 por la cadena española.

La venta, que se completó en junio, tiene una particularidad. Fawaz Abdulaziz Alhokair, el presidente del fondo saudí que controló Blanco hasta junio, es también socio del nuevo fondo propietario de la cadena. La coincidencia causa desconcierto entre las fuentes consultadas de la plantilla.

Un nuevo ERE en marcha

La solución del nuevo fondo para Blanco difiere de la de Alhokair: no se abrirán más tiendas sino que se echará el cierre a un número todavía indeterminado de locales. Precisamente el hermetismo es una de las quejas más recurrentes de la plantilla. Desde que se anunció el nuevo ERE en septiembre la dirección de la empresa ha aplazado tres veces el inicio de negociaciones con los sindicatos. «No sabemos si es porque no tienen dinero para pagar despidos», explican a este medio representantes de los trabajadores.

En paralelo, la cadena paga con retraso las nóminas de los empleados desde hace agosto y acumula impagos de alquileres de locales. Como avanzó este sábado Economía Digital, el grupo Unibail-Rodamco planea la expulsión de Blanco de sus centros comerciales en noviembre. El desahucio se producirá entre el 31 de octubre y el 10 de noviembre y afectará a locales como los de La Vaguada (Madrid), La Maquinista (Barcelona) o Bonaire (Valencia).

Cristian Reche

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