Ni la recompra de acciones salva a Santander y BBVA: pierden casi 14.000 millones en bolsa este año 

El temor a una recesión y una posible crisis de deuda soberana acelera las caídas de la banca en bolsa, sobre todo de Santander y BBVA

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín. EFE/Rodrigo Jiménez

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Santander y BBVA se dejan casi 14.000 millones en bolsa en lo que va de año y ni si quiera las millonarias recompras de acciones que han llevado a cabo ambas entidades les libran de ser los valores más castigados del sector financiero español. Las caídas se aceleraron el pasado jueves, cuando el Banco Central Europeo anunció la primera subida de tipos de interés en once años.

Esta se producirá el próximo mes de julio, un mes en el que también se pondrá fin a los programas de compras de deuda. Desde que se conociera la noticia, el banco que preside Ana Botín ha perdido un 12% de su valor, borrando las ganancias acumuladas en 2022.

Santander había conseguido sobreponerse al estallido de la guerra en Ucrania el pasado mes de febrero, que llevó a todo el Ibex a los números rojos, pero tras las últimas noticias sus pérdidas en el parqué ascienden a 6.400 millones en el conjunto del año. Precisamente en este tiempo, el banco cántabro ha invertido unos 860 millones en recomprar acciones, lo que a priori, tendría que haber ayudado a impulsar el precio de su acción.

Las pérdidas de BBVA han sido aún más pronunciadas por su fuerte exposición en Turquía, donde ya controla el 86% de Garanti. La elevada inflación, la inestabilidad de la lira y las políticas de Erdogan llevan meses perjudicando al banco vasco, que, desde el pasado jueves ha perdido un 16% de su valor y en total, desde que arrancó el año, su valor en bolsa ha descendido en 7.300 millones de euros.

La entidad también ha llevado a cabo en los últimos meses un ambicioso plan de recompra de acciones, el mayor del sistema financiero europeo. El grupo prevé invertir un total de 3.500 millones de euros, según lo anunciado el pasado mes de octubre. Para ello, realizó una primera operación entre octubre y marzo, donde desembolsó 1.500 millones. A la que se sumó una segunda de recompra de 1.000 millones de euros que acabó hace ahora un mes. El objetivo es llegar a los 3.500 millones anunciados antes de que acabe el año.

Pero al igual que le ha ocurrido al Santander, la recompra de acciones no ha amortiguado el golpe. No han sido los únicos perjudicados, el resto de entidades también ha sufrido en bolsa desde el anuncio de Christine Lagarde el pasado jueves, pero las caídas han sido menos acusadas. Entre el viernes y el lunes, las acciones de Bankinter han caído un 10,7%, las de Sabadell un 10% y las de Caixabank, un 8,5%. Sin embargo, los tres consiguen aguantar las subidas anuales y de hecho siguen dentro del top 5, entre los valores del Ibex 35 que más suben este ejercicio.

La banca vuelve a ser el termómetro de nuestra economía una vez más. En el contexto actual, con una inflación disparada no solo en España, sino en toda Europa, se teme que la economía se desacelere e incluso que haya recesión. Así lo piensa también Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4 Banco.

A su juicio, el cambio de política del BCE hace aparecer de nuevo “el fantasma de una posible crisis de deuda soberana en la zona” y por ello, Lagarde insistió mucho en que mantendrán disponibles todos los instrumentos que tiene a su alcance para evitar un tensionamiento excesivo en los bonos soberanos de la zona.

Pero Ureta piensa que la normalización monetaria anunciada por el BCE “va a ser limitada, al estar muy condicionada por la necesidad de evitar una recesión económica profunda”. Así que, pese que la Fed y el BCE están obligados a anclar las expectativas de inflación, y para ello deben tener un lenguaje duro y firme, “no va a ser fácil mantener esa firmeza si las cosas se complican”, apunta.

El BCE ya advirtió que, si bien estas nuevas medidas podrían generar tensiones en los mercados financieros a corto plazo, como ya está ocurriendo, son necesarias para estabilizar las condiciones financieras a más largo plazo.

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