Santander y BBVA responden al ataque fiscal: la banca española es la segunda más castigada de Europa 

La banca aportó a las arcas públicas mediante el pago de impuestos un total de 11.599 millones de euros en 2021

MADRID, 02/02/2023.- La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, anuncia los resultados del año 2022, este jueves en Madrid. EFE/ Juan Carlos Hidalgo

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Los grandes bancos vuelven a ser el blanco del ataque de parte del Gobierno. En medio de las presentaciones récord de beneficios de Santander y BBVA, la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha redoblado la cruzada contra el sistema financiero y su carga fiscal. Tanto Ana Botín, presidenta de Santander, como Carlos Torres, presidente de BBVA, reinvidicaron el peso que tienen los impuestos en sus cuentas y cómo, además, el papel de la banca como herramienta esencial en el desarrollo de las economías.  Botín citó un informe de PwC que recoge que la banca española esté en el segundo puesto del ranking de países europeos cuyas entidades contribuyen más fiscalmente.

Botín recordó que las entidades pagan un 50% de la cifra de sus beneficios antes de impuestos en tasas citando un informe independiente. La directiva añadió que, si se tiene en cuenta el nuevo impuesto a la banca, el porcentaje se elevaría hasta el 60%.  

El informe al que se refirió Botín es un estudio del área legal de la consultora PwC donde, además, se recoge que la banca aportó a las arcas públicas mediante el pago de impuestos un total de 11.599 millones de euros en 2021. Con estos datos, los expertos concluyen que la banca española está en el segundo puesto de la clasificación de las entidades que más contribuyen fiscalmente dentro de los grandes países europeos.  

En Francia, a la cabeza de la lista, el ratio de contribución tributaria (que recogen bajo el epígrafe de total tax rate) asciende a del 53,7%, España le sigue muy de cerca con una contribución del 53,4% por parte de las entidades de nuestro país. Por debajo, se encuentran Países Bajos con el 45,8%, Italia con el 45,5% y Alemania con el 44,5%. 

La respuesta de los banqueros llegó después de que Belarra, cargara contra los resultados de la banca, después de haberlo hecho ya contra el sector de la distribución hace unos días. Belarra calificó de «absolutamente impúdicos» los resultados de Santander. La dirigente también se había manifestado el martes sobre los resultados de BBVA y, además, reabrió el debate sobre imponer un tope a las hipotecas fijas. Una idea que también recogió la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

El impuesto a la banca 

El último de los impuestos que ha visto la banca entrar en sus cuentas ha sido el nuevo impuesto a la banca, que de forma transitoria gravará durante dos años con un 4,8% la suma del margen de intereses más los ingresos por comisiones de la actividad en España. Con el objetivo, según explicó el Gobierno, de que las entidades contribuyan más por el negocio que se generará con la subida de tipos de interés que ha llevado el Banco Central Europeo en los últimos meses.  

Respecto a esto, Botín recordó que los bancos han «perdiendo dinero durante muchos años y en España no se cubre el coste del capital». Además, en esta línea señaló la necesidad de que los impuestos graven el beneficio y no los ingresos, una reivindicación que está entre las claves del posible recurso de los bancos al nuevo impuesto.  

“Pagamos más impuestos, pero que paguen todos. Pagamos cinco puntos más que otros sectores”, defendió Botín en la presentación de resultados, en referencia al impuesto de sociedades. A los que este año han sumado otras nuevas tasas.  

En el caso de Santander, las estimaciones del banco sobre lo que pagarán por el impuesto a la banca en 2023 están en una horquilla de entre los 220 y los 230 millones de euros. Una cantidad similar a la que tendrá que pagar BBVA, que en sus cálculos apunta hacia los 225 millones de euros por el pago de este impuesto en 2023.  

En este sentido, Carlos Torres, presidente de BBVA apuntó que es «contraproducente que aun sector tan esencial como la economía se le ponga un impuesto que entorpece».  

«La actividad empresarial no está reñida con la sociedad, los intereses de las empresas coinciden con los de la sociedad», aseguró Torres que destacó el papel de la iniciativa privada dentro de una sociedad de economía de mercado para la “correcta” asignación de recursos para conseguir el crecimiento y el bienestar a largo plazo.  “El papel de las empresas es insustituible”, ha destacado y ha recordado que “la historia está repleta de modelos que abandonaron la economía empresarial con resultados catastróficos”.      

Botín también puso el foco en la rentabilidad de la banca y los problemas que le puede suponer un exceso de fiscalidad. «Un sistema financiero sostenible tiene que ser rentable», dijo para añadir que «la mejor manera de controlar el paro es un sistema financiero rentable, sin crecimiento no hay puestos de trabajo, no hay impuesto y no hay servicios sociales».  

El cálculo de los impuestos del informe de PwC 

De los casi 11.600 millones que soportó la banca de carga fiscal, el informe de PwC diferencia entre dos tipos de carga fiscal. De esta forma, el 55% de esta cantidad correspondió a impuestos soportados, lo que se traduciría en 6.439 millones de euros, y el 45% recaudados, lo que supone una cifra de 5.160 millones de euros. 

Como contexto, la metodología del informe explica que los impuestos soportados son aquellos impuestos que han supuesto un coste efectivo para las empresas, como por ejemplo los impuestos sobre beneficios, el IVA soportado no deducible, el Impuesto sobre los Depósitos (IDEC), el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados o las contribuciones a la Seguridad Social.  

En el otro lado, los impuestos recaudados son aquellos que han sido generados como consecuencia de la actividad económica de la empresa, sin suponer un coste para las compañías distinto del de su gestión, como son las retenciones practicadas a los trabajadores a cuenta del impuesto sobre la renta de las personas físicas.  

Los datos del informe recuerdan que estos grupos bancarios representan el 77% de los activos totales del sector.  

Los beneficios récord de Santander y BBVA  

Santander registró un beneficio atribuido récord de 9.605 millones de euros en 2022, un 18% más que el año anterior, gracias al crecimiento de la actividad comercial, a la calidad de los activos y al control de los costes.

Los principales márgenes de la cuenta de resultados registraron incrementos de dos dígitos, especialmente el de intereses, que refleja la mayor parte de los ingresos, y se situó en 38.619 millones de euros, un 15,7% más, mientras que el margen bruto, que añade las comisiones, sumó 52.117 millones y mejoró en un 12,3% interanual.

El peso de las geografías también responde a una diversificación del negocio. Europa supuso un 33% del beneficio de 2022; mientras que Norteamérica fue un 25%; Sudamérica, un 31% y el negocio de Digital Consumer Financie representó un 11%.

BBVA registró un beneficio de 6.240 millones de euros en 2022, lo que supuso el mejor dato de su historia.  Una cifra que se vio sostenida por el fuerte crecimiento del mercado Mexicano. Dentro de esta cifra de beneficios, mientras que España supuso el 23% del beneficio atribuido, México representó un 57% del beneficio total.  

BBVA España generó un resultado atribuido de 1.678 millones de euros en el año 2022, esto supuso un repunte del 8,4% por encima del resultado alcanzado en el año anterior.  Frente a esto, si se observan los datos de México, el repunte del beneficio de este mercado es de un 44,8% respecto a un año antes, ganando así 4.182 millones de euros en el mercado azteca.   

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