UGT inicia una huelga indefinida en Navantia que paraliza los astilleros de Cartagena

La creación de un plus de astillero y la regulación de la subrogación laboral centran la protesta

Huelga del sector del metal y trabajadores de Navantia en Cartagena (Murcia). Foto: UGT Región de Murcia

El sindicato UGT ha iniciado una huelga indefinida en las instalaciones de Navantia en Cartagena y en las empresas auxialiares de los astilleros. La medida de presión se toma para reclamar el Plus de Astillero, una compensación por las condiciones específicas de trabajo, y la regulación de la subrogación laboral para las plantillas de contratas y auxiliares.

UGT asegura que «a pesar de la voluntad negociadora que ha mostrado durante meses este sindicato y las miles de personas trabajadoras afectadas, no han logrado alcanzar un acuerdo con la patronal ni han recibido el apoyo de CCOO para esta huelga que ha convocado la UGT FICA Región de Murcia».

Según datos de UGT, miles de trabajadores del metal en la Región de Murcia han asistido a la manifestación convocada este martes 17 de junio en Cartagena, a las puertas de la factoría de Navantia. La huelga que busca desbloquear compromisos pendientes del convenio colectivo, como el Plus de Astillero o la regulación de la subrogación en las empresas auxiliares.

La manifestación, en un contexto de creciente malestar en el sector, coincide con la investigación judicial del presunto fraude de Navantia en Cartagena, donde varios empleados están siendo investigados por sustraer y revender piezas a la propia empresa pública.

La huelga, convocada inicialmente en la puerta de Santa Rosalía de Navantia por el sindicato UGT, exige el cumplimiento de compromisos clave incluidos en el actual convenio colectivo del metal. Entre ellos, la creación del denominado “Plus de Astillero”, sobre todo para los trabajadores de las empresas auxiliares que trabajan en Navantia.

A través de un comunicado, recogido por Europa Press, el secretario de Comunicación de Podemos en la Región de Murcia, Víctor Egío, ha calificado de «histórica» la huelga indefinida que mantienen las industrias auxiliares de Navantia en Cartagena. Egío declaraba: «Estos obreros están cobrando poco más de mil euros por hacer submarinos, tienen el peor convenio del metal de toda España».

Los sindicatos denuncian también la falta de reconocimiento de los riesgos laborales reales a los que se exponen los trabajadores: manipulación de sustancias tóxicas, exposición continuada a ruidos y uso de maquinaria pesada, sin que estas condiciones se reflejen adecuadamente ni en la normativa ni en las retribuciones.

Además, advierten del envejecimiento acelerado de las plantillas y de la falta de relevo generacional. La baja atractividad del sector por estancamiento salarial y escasa proyección profesional está dificultando la incorporación de jóvenes, lo que pone en riesgo su sostenibilidad a medio plazo.

El paro afecta a más de 20.000 trabajadores en toda la Región de Murcia, con especial incidencia en polos industriales como el astillero de Navantia o la Refinería del Valle de Escombreras. La huelga amenaza con detener la producción en sectores estratégicos y en empresas proveedoras clave, generando pérdidas millonarias si el conflicto se prolonga. El impacto económico podría provocar tensión en sectores clave como astilleros y refinerías.

Investigación judicial de Navantia

Mientras tanto, Navantia Cartagena se ve sacudida por una investigación judicial en curso por presunta corrupción interna. La Guardia Civil registró las instalaciones de la empresa pública tras destapar una red que habría operado durante más de una década, sustraía piezas supuestamente obsoletas de los astilleros y las revendía a la propia Navantia a través de empresas pantalla, mediante contratos simulados y fraccionados.

La operación apunta a una decena de investigados, entre empleados de Navantia y responsables de proveedoras externas. El auto judicial detalla cómo se manipulaban números de serie, se falsificaban certificados de calidad y se usaban pases de entrada y salida irregulares para burlar los controles.

Navantia, que depende de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), denunció los hechos tras una auditoría interna, colabora con la investigación y se ha personado como acusación particular. De momento, el fraude conocido podría superar los 250.000 euros, aunque no se descarta que la cifra crezca significativamente conforme avancen las diligencias.

La coincidencia de la huelga con este escándalo de corrupción interna añade presión sobre una empresa clave para la defensa y la industria naval española. La dirección se enfrenta al reto de reforzar los mecanismos de control y recuperar la confianza en la gestión del astillero.

El astillero de Cartagena está en el ojo del huracán: enfrentado a un conflicto laboral serio, bajo investigación judicial por posibles irregularidades, pero al mismo tiempo protagonizando desafíos tecnológicamente avanzados y estrechando vínculos para fortalecer el sector naval. Las próximas semanas serán clave para ver cómo se resuelven la huelga, el fraude y la consolidación del plan industrial.

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