Una ONG denuncia a Ferrero y a Nestlé por más de 100 casos intoxicación alimentaria en Francia

Se ha detectado la presencia de Salmonela en algunos productos de la marca Kinder y la presencia de la bacteria E.Coli en las algunas pizzas de la marca Buitoni

El director general de la multinacional alimentaria Nestlé, Ulf Mark Schneider, interviene durante la reunión general celebrada en Lausanne (Suiza). EFE/Jean-christophe Bott

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La ONG Food Watch ha anunciado este jueves que ha presentado dos denuncias contra Ferrero y Nestlé en Francia debido a los casos de intoxicación grave detectados por la ingesta de ciertos productos de la marca Kinder, propiedad de Ferrero y de las pizzas congeladas Buitoni, propiedad de la marca Nestlé.

Según ha informado la ONG, tras la ingesta de estos productos se desataron varios casos de salmonela en los chocolates, así como la presencia de la bacteria E.Coli en los casos de las pizzas.

Hasta momento, se han contabilizado 56 personas enfermas -con una media de edad de siete años- por haber ingerido productos de Buitoni. De entre ellos, dos niños murieron después de comer la gama de pizzas Fraich’Up.

Asimismo, 81 personas resultaron contaminadas con salmonela -con una media de edad de cuatro años- por culpa de los huevos Kinder de Ferrero, de los que 22 tuvieron que ser hospitalizadas.

«Exigimos que se investiguen a fondo los dos asuntos y se depuren responsabilidades lo más rápido posible para que las víctimas tengan respuestas a sus demandas legítimas», urgió en un comunicado difundido por «Food Watch» el abogado François Lafforgue.

La ONG ha precisado también que el objetivo también es «terminar con la impunidad de las multinacionales».

La fábrica de Biutoni en Caudry (norte de Francia) fue objeto de una prohibición temporal de las autoridades para producir pizzas, mientras que la planta de Ferrero en Arlon (Bélgica) fue cerrada y se prevé que reabra en junio.

Las demandas penales fueron presentadas hoy ante el departamento de sanidad pública del Tribunal Judicial de París por el bufete TTLA en nombre de «Foodwatch» y de varias víctimas alegando siete infracciones graves, entre ellas «falsedad agravada», «amenazas involuntarias contra la integridad de la persona» y «puesta en peligro a terceros».

En abril, cuando estalló el escándalo, la Fiscalía francesa ya había anunciado una investigación por «homicidio involuntario», «falsedad» y «puesta en peligro a terceros» por la muerte de los dos niños tras la ingesta de pizzas Fraîch’Up (Buitoni).

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