Venta o cierre: la banca dibuja el futuro de Nostrum

Los acreedores llegan a un principio de acuerdo para refinanciar la deuda pero piden como garantía el único activo de alto valor de la empresa: la fábrica

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A pesar de conseguir oxígeno de la banca, el futuro de Home Meal –la matriz de Nostrum— se mantiene sombrío. La cadena de restaurantes de comida preparada llegó a un principio de acuerdo con las entidades para aplazar su deuda la pasada semana. Una firma que los acreedores ven sólo como una patada a seguir. “El plan de negocio no es creíble, la única solución es que aparezca alguien y la compre”, explican.

La compañía dirigida por Quirze Salomó anunció un viernes por la tarde un principio de acuerdo con BBVA, Targobank, Banc Sabadell, Ibercaja, Banco Santander, Bankia, Banco Popular, Bankinter y Caja Mar para refinanciar la deuda actual a seis años con un ejercicio de carencia.

Para su entrada en vigor, la banca puso como condición que los tenedores de 6,3 millones de euros en pagarés se sumen a la firma, algo que todavía no ha ocurrido. En manos de la española QRenta y una banco internacional, la deuda también deberá ser aplazada ante la imposibilidad de la empresa por abonarla.

El pasivo bancario alcanza los 3,7 millones. No obstante, quedaron fuera de la negociación los proveedores, con una deuda similar a la de los bancos.

La banca exige como garantía la nave industrial de Home Meal

Como garantía, las entidades exigieron la modificación de la hipoteca de la nave industrial en el Polígono Industrial Les Vives, en Sant Vicenç de Castellet (Barcelona), desde el que Home Meal prepara sus platos. Con el crédito hasta ahora en manos de BBVA, tanto la banca como los titulares de los pagarés aparecerán como segunda y tercera carga. Las firmas se aseguran así tener un activo de valor pase lo que pase con la empresa cotizada en el Mercado Alternativo Bursátil

Fue el único modo para que las financieras aceptaran aplazar el pago. Fuentes inmersas en las negociaciones explican a Economía Digital el sombrío futuro de la empresa: «El plan de negocio que tienen no es válido, no es nada creíble, no tiene ni pies ni cabeza».

Por ello, dibujan una salida: «La única posibilidad de sobrevivir con esta idea es que aparezca algún inversor y adquiera la empresa». Como ha informado en varias ocasiones este medio​, la compañía se encuentra en un proceso de cierre de restaurantes en lugar de la prometida expansión con la que se presentó a la bolsa. Además, la firma cada vez tiene más problemas para pagar sus deudas, como indica la presente refinanciación.

Deuda y pérdidas, la realidad de Nostrum

Ante las dificultades, son muchos los proveedores que en algún momento rechazaron trabajar con la empresa dirigida por Salomó. Por ejemplo, Coca-Cola y Café Saula sirvieron durante meses directamente sus productos sin pasar por la central debido a los problemas de cobro que arrastran.

El grupo cerró el año 2017 con unos números rojos de 3,4 millones de euros frente a las pérdidas de 1,5 millones del  2016. Sí logró incrementar los ingresos el 5% hasta los 15,2 millones de euros. El pasivo total ascendió en 2017 desde los 19,6 millones hasta los 26,4 millones de euros. Por ello, la auditoría realizada por Pfk advierte de que «existe una incertidumbre sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento». 

 

Carles Huguet

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