Pedro Sánchez estudia incentivos a las empresas para que vuelvan a Cataluña

Foment mantiene contactos discretos con el Gobierno y a su vez con empresas que han salido de Cataluña para iniciar la "operación retorno", según ha podido saber ED

Bruselas insiste a Sánchez en el cambio de elección del CGPJ. EFE

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Pedro Sánchez ya planea una tercera fase para recuperar la normalidad en Cataluña tras el desgaste que le han supuesto los indultos y ahora la mesa de diálogo con el Govern. El Ejecutivo avanza en su hoja de ruta y, según ha podido saber Economía Digital, estudia incentivos para que las empresas que se marcharon del territorio regresen para iniciar un nuevo «ciclo económico» que dé «estabilidad» a la región. El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, es su principal aliado.

Se trata de una tercera fase dentro de los planes de Moncloa que se llevará a cabo, según fuentes gubernamentales, tras la celebración de la mesa de diálogo, prevista para el mes de septiembre. Para hacer esto posible, el Ejecutivo lleva meses en contacto con las patronales, entre ellas Foment del Treball, para convencer a las compañías e iniciar una etapa de normalidad que permita invertir en Cataluña y recuperar competitividad y grandes firmas.

En el Gobierno se quieren poner la medalla con esta «estrategia de distensión» u «operación retorno», como algunos la llaman. Según ha podido saber este medio, en estas conversaciones entre el Ejecutivo y las distintas patronales ya se habla de aprobar «una fiscalidad competitiva para que quienes vengan a invertir en Cataluña no tengan que pagar más que en Madrid u otras capitales europeas», esgrimen.

Asimismo, se habla de la necesidad de «cambiar la imagen negativa de la ciudad» por la de la «concordia» y «convivencia», mensajes repetidos hasta la saciedad por Moncloa.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hablando con el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre. Foto. EFE

El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, apuntó en esta línea hace un par de semanas, en las jornadas del Cercle d’Economía, asegurando que «se están dando pasos para profundizar en la normalización de las relaciones entre Cataluña y España. Es el inicio de la reconciliación para iniciar una etapa de normalidad que permita invertir en Barcelona y Cataluña».

Sánchez Llibre reiteró que es esencial el regreso de las grandes empresas que trasladaron su sede social -durante los meses posteriores al 1 de octubre del 2017- para que la gran área metropolitana de Barcelona, y Cataluña en general, pueda recuperar los factores de competitividad.

El dirigente catalán ya hace semanas que hace de lobista y en su entorno esperan que los resultados de su labor se comiencen a ver a partir del otoño. El líder patronal ha insistido a las compañías con las que se ha reunido la importancia del retorno ante los indicios de normalidad que se entrevén en las relaciones entre el Gobierno y la Generalitat. El pressing no pasó de las conversaciones informales, pero está previsto que se agudice una vez terminen las vacaciones.

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, también ha expresado su deseo de «recuperar la normalidad en Cataluña»: «Me gustaría que las empresas catalanas vuelvan a Cataluña, y para eso se necesita normalidad», señaló.

Pero también desde la patronal muestran a Sánchez la cara no tan amable de esta operación explicando que las empresas que mueven grandes cantidades de dinero no van a mover su sede social «porque se lo pida el Gobierno», sino «cuando vean cambios reales y ello requiere de tiempo», sentencian.

Además, en el mundo empresarial catalán también existen discrepancias. Desde otros ámbitos patronales explican que no se entendería una política que «beneficiase» a las compañías que vuelven a Cataluña frente a las que en 2017 optaron por quedarse. «No puede ser que los que escogimos quedarnos y pagamos el pato ahora nos veamos perjudicados frente a los que escogieron la solución fácil», advierten.

La mitad de las empresas catalanas que se van eligen Madrid

Cataluña continúa sufriendo un goteo constante de fuga de empresas, que abandonan la comunidad autónoma para asentarse en otros puntos de España.

En el primer trimestre del año, 254 compañías han trasladado sus negocios fuera de las fronteras autonómicas. Casi la mitad (124) terminaron recalando en Madrid, que sigue siendo uno de los destinos preferentes para los empresarios, según los datos que ofrece el Registro Mercantil a través del Colegio de Registradores.

La proporción de empresas que cada trimestre se han ido a Madrid desde Cataluña se repite casi de forma similar desde 2017, siendo la mitad de ellas las que en esos periodos se han dirigido a la capital.

Así, de las 2.536 empresas que salieron de Cataluña en 2017, 1.457 fueron a Madrid; en 2018, lo hicieron 1.288 de 2.359; en 2019, 349 de 948; y en 2020, 309 de 666. Hasta marzo de 2021, últimos datos disponibles, la tendencia se mantiene: de las 251 empresas que salieron hasta entonces de Cataluña, 124 se han trasladado a la capital.

El balance sigue siendo negativo (4.982 empresas) si se compara el total de las empresas que han salido de la comunidad Cataluña desde 2017 (6.763) con el de las compañías que han entrado (1.781).

Estas cifras contrastan con las registradas por la Comunidad de Madrid, que desde 2017 se ha beneficiado de la entrada de empresas desde Cataluña. Así, mientras ha perdido 5.839 compañías desde 2017, unas 8.678 han llegado para quedarse, por lo que arroja un saldo positivo de 2.839 compañías.

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