Lottusse se alía con la artesanía para promocionar sus pieles

La peletera colabora con el fabricante de bicicletas de madera Kardam en la campaña de otoño-invierno

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La artesanía se conjura para plantar cara a la producción en serie. La compañía peletera Lottusse se alía con firmas líderes de la fabricación manual para promocionar sus zapatos, chaquetas, bolsos y cinturones. Primero fue la joyería Bagués-MásRiera, luego el chef mallorquín Santi Taura y, a partir del otoño, el fabricante de bicicletas Kardam los que se unirán a la zapatería con «la que comparten valores y manera de hacer las cosas», explican.

«Las colaboraciones son un cambio de visión, antes hacíamos un catálogo como cualquier otra marca», apuntan desde Lottusse. «Ahora queremos que sea una revista, le damos ese enfoque», sentencian. Además, ambos lanzan promociones conjuntas, como el regalo de una botella de aceite de oliva elaborado por Taura para las compras superiores a 200 euros este verano.

Las ventas, aseguran, no son el objetivo principal. «No tenemos cuantificado el impacto en el volumen de negocio», reconocen. Sin embargo, es una manera de crear comunidad con los clientes.

De la mano de Kardam

La próxima protagonista será Kardam Bikes, fabricante de bicicletas personalizadas de madera. «Nos llamaron  cuando aparecimos en la portada del suplemento Fuera de Serie de El Mundo«, explica María del Castillo, una de las fundadoras. Llevan comercializando el producto desde hace apenas un año en un pequeño taller de Sonseca (Toledo) y encadenan pedidos a nivel español. «El próximo paso es la expansión internacional», apunta, esperanzada, del Castillo.

Pese a que no regalarán bicicletas (el precio medio ronda los 6.000 euros) sí que contemplan la idea de sortear un modelo único a los clientes de Lottusse. «Serigrafiado y con un diseño especial», será.

Bicicletas para hípsters

Los vehículos de Kardam tienen el elevado coste debido a que «todos los acabados y componentes son de alta calidad, y con cada pedido tardamos dos meses para entregarlo». Son bicis para gente a la que le gusta lucirlas. «¿Bicicletas para hípsters? Puede ser», sonríen desde la compañía.

Carles Huguet

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