Caixabank y Bankia harán un ERE sin ampliar capital tras la fusión

Los equipos de la negociación de Caixabank y Bankia informan a los inversores de que no acudirán al mercado para financiar los planes de reestructuración

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Caixabank y Bankia continúan resolviendo las incógnitas sobre la reestructuración que llevarán a cabo cuando se conviertan en el primer banco español. Los equipos encargados de la fusión han informado a los inversores de que no será necesario pedir una ampliación de capital para acometer la reestructuración, el ERE en la plantilla que se da por descontado.

El Banco Central Europeo (BCE) ha dado luz verde al plan diseñado por las dos entidades para materializar la absorción, que no contempla la necesidad de acudir al mercado para aumentar sus niveles de solvencia económica, según ha publicado Expansión.

Antes de la pandemia de coronavirus, la institución europea sí que exigía que el banco resultante de una fusión mantuviera los niveles de capital de la entidad más potente del acuerdo. Sin embargo, ahora ha rebajado sus pretensiones y acepta que los dos bancos presenten una media de su solvencia económica.

El plan de reestructuración afectará a 5.000 empleados

Tras salvar este escollo, el futuro primer banco de España ya podrá iniciar su plan de reestructuración que costará cerca de 1.100 millones de euros para subsanar las duplicidades que existen actualmente en las oficinas de ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia.

El plan contempla un recorte de casi 5.000 puestos de trabajo, como consecuencia de la supresión de las sucursales. Una decisión que conduce directamente a la realización de un expediente de regulación de empleo (ERE) cuando se formalice la fusión.

La reestructuración costará de media 220.000 euros por cada empleado afectado, pero tendrá un impacto positivo en las cuentas del nuevo banco. Caixabank y Bankia llegarán a ahorrarse cerca de 481 millones en costes laborales, según un informe de Barclays.

Los sindicatos reclaman una solución justa para los trabajadores

Por eso, desde que la noticia de la fusión saltó a los medios, los sindicatos mayoritarios han elevado sus reclamaciones para que se defienda el empleo de los trabajadores de las dos entidades bancarias.

Una de las vías que exploran es la puesta en marcha de medidas menos dolorosas para la plantilla, como las prejubilaciones y las salidas voluntarias, un perfil de empleado que podría aceptar integrarse en una bolsa de trabajadores para un ERE. El objetivo es que los trabajadores abandonen progresivamente su puesto, según vayan cumpliendo años.

Economía Digital

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