El año pasado, el año en que cayó la economía con todas las de la ley, el imperio levantado por Amancio Ortega mejoró su beneficio neto un 3%, por primera vez superó a Gap en ventas mundiales y abrió 573 nuevas tiendas. Un año flojo, podría decirse, si se piensa que el resultado el año anterior había aumentado un 20%.
Las cifras que ha mostrado Inditex son, sin embargo, contundentes: 1.283 millones de euros de beneficio neto, 10.470 millones de facturación (las dos terceras partes fuera de España) y un aumento del 15% de la superficie de venta gracias los nuevos establecimientos abiertos, especialmente en Francia e Italia. Todo ello con una inversión en torno a los 1.000 millones de euros entre el 1 de febrero del 2008 y el 31 de enero de este año, que es el período fiscal en el que se inscribe la actividad económica del holding.
La crisis, como se ve, le está pasando una factura relativa. Este año tampoco parece que vaya a ser dramático: los primeros datos de este nuevo trimestre, los del mes de febrero, muestran un crecimiento del 9% en las ventas. En cualquier caso y por prevención, Ortega ha levantado el pie del acelerador y este año destinará apenas 600 millones a inversiones, fundamentalmente nuevas aperturas, entre 370 y 450, todas fueras de España.
La plantilla del grupo Inditex se aproxima ya a los 90.000 empleados en todo el mundo, de los que el 10 por ciento se han incorporado en el último año.