WiZink agrava sus números rojos y pierde 9,2 millones hasta septiembre de 2025

La entidad profundiza en sus pérdidas en pleno proceso de transformación, pese a contener costes y reforzar su apuesta por nuevos negocios

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Sede del banco WiZink en Madrid. Foto: Wizink / Europa Press

WiZink continúa atravesando un periodo complejo en sus cuentas y ha profundizado sus pérdidas en los nueve primeros meses de 2025, un ejercicio que la entidad define internamente como de transición y ajustes. Según los datos publicados en el Banco de España, el banco especializado en tarjetas de crédito y ahorro cerró septiembre con unos números rojos de 9,2 millones de euros, una cifra superior a la registrada al finalizar 2024 y que refleja las dificultades de un entorno financiero exigente y de un modelo de negocio sometido a revisión.

El deterioro del resultado no responde a un único factor, sino a una combinación de caída de ingresos, presión sobre los márgenes y gastos extraordinarios vinculados al proceso de transformación que la entidad ha puesto en marcha. Aunque WiZink ha logrado contener parte de sus costes, el esfuerzo no ha sido suficiente para compensar la reducción del negocio tradicional y el impacto de inversiones estratégicas orientadas al medio plazo.

Menores ingresos en un entorno financiero más exigente

Uno de los principales lastres para las cuentas de WiZink ha sido la reducción de sus ingresos recurrentes, especialmente en un contexto de competencia creciente y clientes más sensibles a los tipos de interés y a las comisiones. Durante los tres primeros trimestres del año, el margen de intereses se situó ligeramente por encima de los 200 millones de euros, lo que supone una caída relevante respecto al ejercicio anterior.

Las comisiones netas también mostraron una evolución negativa, reflejando tanto un menor volumen de operaciones como cambios en el comportamiento de los clientes. Este retroceso ha tenido un impacto directo sobre el margen bruto, que acumuló un descenso significativo hasta septiembre, reduciendo el colchón con el que la entidad afronta sus gastos estructurales y provisiones.

El contexto macroeconómico y regulatorio ha influido de forma clara en estos resultados, con un mercado financiero más competitivo y clientes que comparan más que nunca las condiciones de ahorro y financiación. En este escenario, WiZink ha visto cómo parte de su negocio tradicional perdía tracción, obligando al banco a replantear su estrategia comercial.

Ajustes de costes para contener el impacto de las pérdidas

Frente a la caída de ingresos, la entidad ha aplicado una política de contención de gastos, con el objetivo de limitar el impacto en su cuenta de resultados. Los gastos de administración se redujeron de forma apreciable, una señal de que el banco está ajustando su estructura para adaptarse a un entorno menos favorable.

El capítulo de personal, que representa aproximadamente un tercio del total de los costes, también se redujo ligeramente, lo que indica un control más estricto de la masa salarial y de la organización interna. Este ajuste, sin embargo, se ha realizado sin recortes drásticos, manteniendo una base de empleados clave para el desarrollo de los nuevos proyectos estratégicos.

Aun así, el ahorro de costes no ha logrado compensar completamente la pérdida de ingresos, lo que ha llevado a un resultado negativo más acusado que en ejercicios anteriores. Desde la entidad insisten en que estas medidas forman parte de una hoja de ruta diseñada para mejorar la eficiencia a medio plazo, aunque el impacto inmediato en las cuentas sea limitado.

Evolución del balance: menos crédito, más ahorro

El balance de WiZink refleja también cambios relevantes en su estructura de negocio, con una ligera contracción del volumen de préstamos concedidos. A cierre de septiembre, el stock de crédito se situaba por debajo del registrado un año antes, una evolución coherente con una política más prudente en la concesión de financiación.

En contraste, el banco ha logrado incrementar de forma notable el volumen de ahorro captado, tanto en cuentas como en depósitos. Este crecimiento demuestra que, pese a las pérdidas, WiZink mantiene la confianza de una parte relevante de sus clientes, especialmente en productos de ahorro que compiten en rentabilidad y sencillez.

Este desequilibrio entre crédito y ahorro plantea retos y oportunidades, ya que una mayor base de depósitos mejora la estabilidad financiera, pero también exige encontrar vías rentables para canalizar esos recursos. La entidad confía en que sus nuevas líneas de negocio permitan aprovechar este crecimiento del pasivo en los próximos ejercicios.

Wizink Bank
Wizink Bank. Foto: Asufin

El impacto de la transformación y las diferencias contables

Una parte significativa del aumento de las pérdidas se explica por gastos extraordinarios, vinculados al proceso de transformación que WiZink ha puesto en marcha durante 2025. La entidad ha reconocido alrededor de seis millones de euros destinados a modernizar su estructura, mejorar procesos y sentar las bases de un modelo más eficiente.

Además, existen diferencias entre las cifras individuales y consolidadas, derivadas de criterios contables como la amortización del fondo de comercio o la cobertura del riesgo de tipos de interés. Estas particularidades explican por qué las pérdidas a nivel de grupo son inferiores a las registradas en las cuentas individuales del banco.

Desde la dirección subrayan que, descontando estos efectos extraordinarios, el resultado operativo refleja un deterioro más contenido, aunque reconocen que el ejercicio sigue siendo negativo. La prioridad, aseguran, es asumir estos costes ahora para evitar mayores problemas en el futuro.

Nuevas apuestas para volver a la rentabilidad

WiZink ha puesto el foco en su nuevo plan estratégico 2025-2029, que persigue diversificar las fuentes de ingresos y reducir la dependencia del negocio tradicional de tarjetas. Dentro de esta estrategia, destacan las plataformas Aplazame y Lendrock, orientadas a nuevos modelos de financiación.

Aplazame ha mostrado una evolución positiva, con un crecimiento de doble dígito en el volumen de crédito canalizado a través de acuerdos con comercios. Este modelo B2B2C se perfila como una de las palancas clave para impulsar los ingresos en los próximos años.

Lendrock, por su parte, continúa ampliando su cartera de préstamos vivos, consolidándose como otra vía de crecimiento dentro del grupo. La entidad confía en que estas líneas aporten estabilidad y rentabilidad una vez superada la fase más intensa de inversión y ajuste.

El horizonte de 2027 como objetivo clave

Pese al empeoramiento de los resultados en 2025, WiZink mantiene su objetivo de volver a beneficios en 2027, al menos a nivel consolidado. La dirección considera que el actual ejercicio debe interpretarse como un punto de inflexión, marcado por decisiones difíciles pero necesarias.

El reto será convertir la transformación en resultados tangibles, en un mercado donde la competencia no da tregua y los márgenes siguen bajo presión. La capacidad del banco para ejecutar su plan estratégico será determinante para recuperar la rentabilidad.

Mientras tanto, las cifras hasta septiembre dibujan un escenario exigente, en el que WiZink deberá equilibrar prudencia financiera, innovación y control de costes si quiere dejar atrás los números rojos y reforzar su posición en el sistema bancario español.

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Alba Carbajal

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