La refinanciación de la Generalitat encalla al negociar con la banca

El Govern intenta mejorar las condiciones financieras que obtuvo el tripartito sin lograr la complicidad de bancos y cajas

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El Gobierno español ha autorizado a la Generalitat para que se endeude a largo plazo (más de un año en términos contables) por valor de hasta 1.866 millones. Esta es una parte de los 11.000 millones de euros de financiación que necesitará la Administración catalana en 2011. El Ejecutivo autonómico y la banca mantienen una frenética negociación para obtener parte de esos recursos que sigue encallada en el escollo que obstaculiza el acuerdo: el precio.

De las tres posibilidades que pueden aportar liquidez al Govern de Artur Mas, la emisión de deuda institucional es el que ya ha sido descartado, según ha podido saber Economía Digital de fuentes conocedoras del proceso. Al conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, le quedan dos posibilidades únicamente: novar un crédito sindicado en el que participan las principales entidades financieras del país o repetir la emisión de bonos patrióticos como hizo el último gobierno tripartito.

La negociación no avanza por dos razones, según puede avanzar esta publicación. Por una parte, el sector financiero se queja de que existen dificultades de interlocución con la Generalitat, que la negociación es excesivamente lenta y que, en última instancia, se pretenden conseguir unas condiciones sustancialmente mejores a las aceptadas en su día por el tripartito de José Montilla, aunque el escenario financiero haya empeorado todavía más. El sector bancario recuerda, por ejemplo, que la calificación de la solvencia de la Generalitat ha sido rebajada por la agencia de calificación Moody’s.

Los inversores institucionales dan la espalda

De hecho, el Govern se ha visto en la obligación de aparcar cualquier emisión de deuda institucional. Tres entidades, Natixis, Ahorro Corporación y Deutsche Bank, sonderaron a los mercados por indicación del Ejecutivo catalán con un resultado claro: no hay demanda para el papel que emita la Generalitat en estos momentos. El Ejecutivo catalán pretendía colocar entre inversores institucionales deuda por valor de 350 millones.

El siguiente paso ha sido renegociar con la gran banca española un crédito sindicado que lideraron en su día BBVA, Santander y La Caixa. Los principales vencimientos de esta operación se producen en el segundo semestre de este año y durante 2012. Fuentes financieras consultadas señalan que el Ejecutivo catalán ha confesado que no puede hacer frente a los vencimientos y que ha solicitado un aplazamiento del pago hasta los ejercicios 2013 y 2014.

Desde el Govern se intenta restar importancia a estas tensiones de tesorería que van a producirse de manera inmediata. “No hay ningún calendario y tampoco un límite. Estamos intentando encontrar el mejor precio”, señalan. Economía Digital ha podido saber que la banca está de acuerdo con la novación de este crédito sindicado siempre que el Ejecutivo de Mas admita que eso supondrá un coste adicional. Los principales bancos participantes reclaman una comisión por refinanciación (como comisión, prima o plus) del 1,5% sobre las condiciones actuales del préstamo. La cifra rondaría los 1.500 millones de euros, una cantidad que el departamento de Economía se niega a confirmar.

Más bonos patrióticos

La última vía disponible para que la Generalitat supere la situación de ahogo financiero es proceder a una nueva emisión de bonos de deuda pública. Los bonos patrióticos, como fueron bautizados en la recta final del mandato del tripartito, constituyen una opción que baraja Mas-Colell y su equipo de Política Financiera, encabezado por Jordi Òliva.

A diferencia de la anterior emisión, el equipo de Mas estudia emitir 2.000 millones de euros para colocar entre inversores particulares y a un plazo de dos años. En aquella ocasión, el tipo de interés para los bonistas era del 4,75%. Los bancos cobraban otro 3%, en concepto de aseguramiento de la emisión (1,5% de promedio) y de colocación (1,5%).

El actual equipo de gobierno reclama a las entidades bancarias que esa comisión se reduzca del 3% al 2%, una cifra que la banca rechaza de plano. De hecho, el Santander ya ha anunciado que no participará en la comercialización de ese producto sea cuál sea el tipo de interés y la comisión. Generalitat y representantes de la banca se han emplazado al próximo lunes para proseguir las negociaciones en curso.

Mientras, el Ejecutivo catalán sólo ha podido disponer de un crédito de 500 millones de euros concedido por CatalunyaCaixa, que había sido negociado en la recta final del gobierno tripartito y que quedó pendiente de las autorizaciones gubernamentales a la Generalitat para elevar su endeudamiento y a los planes de la entidad financiera para abordar su nueva etapa con ayudas del Frob.

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