Popular cuenta con un colchón de 4.800 millones para sanear su ladrillo

Ron considera que la cobertura del activo inmobiliario debe hacerse lo más rápido posible y su objetivo no debe ser conformar entidades grandes sino eficientes y rentables

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El Banco Popular dispone de un colchón de casi 4.800 millones de euros para hacer frente a lo largo del año a las exigencias de saneamiento de los activos inmobiliarios que va a imponer el Gobierno. Esta partida se desglosa en 1.900 millones de margen de explotación previsto, 1.500 millones que puede movilizar de su patrimonio debido a la fusión en curso con Banco Pastor y 1.400 millones derivados de la conversión de distinto tipo de pasivo en capital, según ha detallado el presidente de la entidad Ángel Ron en la presentación de los resultados de la entidad.

Popular quiere evitar en lo posible la dilución del accionista al mismo tiempo que planea mantener los criterios de retribución vía dividendo, pero no ha podido precisar en qué medida puede afectar ese saneamiento del activo inmobiliario a la retribución del capital. El banco quiere esperar a conocer las exigencias concretas que establezca el equipo de Luis De Guindos, ministro de Economía.

Aunque hasta el jueves o viernes no se conocerán al detalle esas nuevas exigencias y existen por tanto importantes incógnitas, Ron considera que esos 4.800 millones otorgan al banco margen de maniobra para afrontar el proceso. Y más, añade el presidente, teniendo en cuenta que a cierre de 2011 Popular dispone de una cobertura del activo inmobiliario del 34%. Es muy posible que el Gobierno sitúe de media esa exigencia por encima del 50% para todo el sector.

Objetivos

Ron considera que el saneamiento del activo inmobiliario debe hacerse lo más rápido posible y su objetivo no debe ser conformar entidades grandes sino entidades eficientes y rentables. El Gobierno no puede permitirse el «lujo» de sostener entidades «zombies» a costa del dinero del contribuyente, ha advertido. «No se trata de un problema de capital o de tamaño, se trata sencillamente de un problema de modelo de negocio», asegura Ron.

El dirigente del Banco Popular también ha advertido ante el establecimiento de una posible provisión para el crédito inmobiliario sano ya que puede provocar un mayor estrangulamiento del crédito para este fin.

Para Ron las actividades inmobiliarias y de promoción son «claves» para la economía española y «palanca» de creación de empleo. «A corto plazo hay poco margen de maniobra dada la composición del tejido industrial de España. La economía saldrá antes de la crisis si hay reactivación de la construcción», sentenció.

Como ya hizo el martes el presidente del Santander, Emilio Botín, Ron ha criticado la labor de los políticos europeos para afrontar la crisis de deuda pública derivada de la quiebra de Grecia, al sostener que el problema ha pasado a ser político. «La decisión política de involucrar a los inversores privados en la solución de la crisis de Grecia ha traído una desconfianza sin precedentes», afirmó

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