¿Quién engañó a los inversores: el Banco de España o Rato?

Lo increíble es que nadie informara a Rodríguez Zapatero de que existía una auditoría de PwC que reflejaba graves irregularidades

Rodrigo Rato, durante la salida a bolsa de Bankia. EFE

Rodrigo Rato, durante la salida a bolsa de Bankia. EFE

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Análisis de Rafael Rubio en el portal Finanzas.com sobre la presunta culpabilidad del ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato en la salida a bolsa de Bankia.

El comienzo del juicio sobre la colocación de las acciones de Bankia en bolsa ha devuelto protagonismo a Rodrigo Rato, el que fuera presidente de la entidad financiera en el momento de su privatización. 

Y ha vuelto con una fuerte disputa con la fiscal en su versión más altiva lejos de aquel gesto de humildad con el que pidió perdón al entrar en la cárcel. Le volvió a fallar la forma, pero en el fondo resulta difícil cuestionar algunas de sus afirmaciones.

Para resumir en solo una frase de a quien corresponden las responsabilidades de la venta de acciones en bolsa de Bankia, que causó un grave quebranto a los inversores, habría que decir que «se juntó el hambre con las ganas de comer». 

Nadie puede creerse que el Banco de España no tutelara de cerca la salida a bolsa de Bankia

En un mismo objetivo coincidió la necesidad del Banco de España de resolver el grave problema de solvencia de varias cajas de ahorros con la ambición de Rodrigo Rato de mantenerse al frente de una gran entidad financiera. Con tales propósitos, el Banco de España tomó, sin duda, decisiones equivocadas y Rato ignoró las responsabilidades de cualquier máximo responsable de una sociedad cotizada o a punto de cotizar. 

Nadie puede creerse a estas alturas que el Banco de España no tutelara muy de cerca la salida a bolsa de Bankia. Otra cosa hubiera sido una grave irresponsabilidad. Además, en aquel tiempo y en situaciones semejantes, el Banco de España se caracterizó siempre por ser el inspirador de todas las decisiones hasta el punto de que alguien que conoce bien a la entidad llegó a calificar a la institución de un «padre malo que no siempre hace buenas recomendaciones».

Y no fue una buena recomendación llevar a provisiones, en lugar de a resultados, como manda la normativa, el dinero previsto para prejubilaciones en Bankia. Tal decisión nunca la habría podido tomar por sí sola la entidad presidida por Rato. En cualquier caso, el Banco de España habría fallado en su función si hubiera pasado por alto tal decisión.

El papel de Rodríguez Zapatero

Olvidamos, además, que en aquel tiempo no sólo el Banco de España sino también el propio gobierno se comprometieron con el éxito de la operación de salida a bolsa de Bankia. El presidente de Gobierno, Rodríguez Zapatero, dijo, incluso en sede parlamentaria, que el éxito de la salida a bolsa de Bankia «era una cuestión de Estado». 

¿Se puede pensar que con tal implicación el Banco de España no tutelará bien de cerca dicha operación? Lo increíble es que nadie informara a Rodríguez Zapatero de que existía una auditoría de PwC que reflejaba graves irregularidades en las cuentas.

Como la irregularidad de que, a cambio de mantener la presidencia de la entidad, Rodrigo Rato se echara a un lado y dejara hacer al Banco de España sin preocuparse siquiera de mantener informado a su consejo. Esa actitud no evita, que ahora deba asumir responsabilidades.

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