Escribano expande su presencia global y abre planta en Reino Unido

El Executive Chairman Indra Group, Ángel Escribano Ruiz, durante el foro ‘A los 40 años de la adhesión: cómo España quiere que Europa sea’ organizado por la Fundación Carlos Amberes, en la IE University, a 15 de octubre de 2025, en Madrid (España).

Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) ha dado un paso decisivo en su estrategia de crecimiento global al iniciar su desembarco industrial en Reino Unido, uno de los mercados de Defensa más relevantes de Europa. La compañía española, inmersa en un proceso de fuerte expansión y en pleno análisis de una posible fusión con Indra, refuerza así su posicionamiento internacional con una apuesta que va más allá de la simple presencia comercial y que incluye la implantación de capacidades productivas propias en suelo británico.

El movimiento se enmarca en un contexto de fuerte dinamismo del sector de la Defensa, impulsado por el aumento del gasto militar en Europa y por un entorno geopolítico cada vez más tensionado. En este escenario, EM&E busca consolidarse como uno de los actores industriales de referencia, aprovechando su experiencia tecnológica y su capacidad para responder con rapidez a grandes programas estratégicos.

La expansión en Reino Unido no es una decisión aislada, sino parte de un plan de crecimiento a largo plazo que aspira a triplicar la facturación del grupo hasta alcanzar los 1.300 millones de euros en 2030. Para lograrlo, la empresa combina crecimiento orgánico, inversiones industriales, alianzas estratégicas y posibles operaciones corporativas.

Una ofensiva estratégica en el mercado británico

El mercado británico se ha convertido en una prioridad para EM&E dentro de su hoja de ruta internacional. Reino Unido mantiene uno de los presupuestos de Defensa más elevados de Europa y cuenta con ambiciosos programas de modernización militar, lo que lo convierte en un destino clave para proveedores tecnológicos avanzados.

Para estructurar su entrada en este mercado, la compañía ha constituido una nueva filial bajo la denominación EM&E Group UK. Esta sociedad actúa como el primer pilar de una estrategia que busca posicionar al grupo español como socio industrial relevante en los futuros programas que lanzará el Ministerio de Defensa británico.

La vocación de EM&E en Reino Unido es claramente industrial, a diferencia de otros mercados europeos donde su presencia se ha limitado hasta ahora a oficinas de representación. La empresa trabaja con el objetivo de disponer de una planta productiva propia que le permita operar con proveedores locales y establecer alianzas con socios británicos, un factor clave para competir en igualdad de condiciones en los concursos públicos del país.

Una planta productiva con sello “made in UK”

La futura planta de EM&E en Reino Unido será la primera instalación industrial del grupo fuera de España, un hito relevante en la historia de la compañía familiar. Según fuentes del sector, el grupo ha iniciado ya la búsqueda de ubicaciones, con preferencia por el sureste del país, aunque todavía no se ha cerrado una localización definitiva.

El objetivo es que el centro esté operativo en la primavera de 2026, una vez completados los trámites administrativos y adaptadas las instalaciones a las necesidades productivas. Contar con capacidades industriales locales permitirá a EM&E cumplir con los requisitos de contenido nacional que suelen exigir los contratos de Defensa en Reino Unido.

Este paso otorgará a la compañía el valioso sello de producción local, un elemento determinante para mejorar sus opciones en licitaciones estratégicas. Desde esta planta, EM&E podría fabricar y ensamblar sistemas en los que ya cuenta con una sólida trayectoria, como torres de armas, sistemas electroópticos, soluciones de guiado de misiles y tecnologías robóticas.

Archivo - El presidente de Indra, Ángel Escribano.
El presidente de Indra, Ángel Escribano. Foto: Servimedia.

Crecimiento europeo y refuerzo industrial en España

La apuesta por Reino Unido refuerza la estrategia europea de EM&E, que en paralelo mantiene un ambicioso plan inversor en España. El grupo destinará más de 180 millones de euros entre 2025 y 2030 para ampliar y modernizar sus capacidades productivas nacionales.

En los últimos años, la compañía ha desplegado una red industrial cada vez más extensa en territorio español. Destacan la adaptación de una nave en Linares para fabricar el vehículo blindado Ferox 6×6, los centros de producción de Córdoba, con más de 23.000 metros cuadrados, y la ampliación prevista en Binéfar, donde se triplicará la plantilla.

A estas instalaciones se suman una oficina en Cádiz, un centro de I+D en Avilés que se encuentra en proceso de expansión y una sede especializada en desarrollo de software e inteligencia artificial en Barcelona. Este entramado industrial y tecnológico sitúa a EM&E entre las pocas compañías del sector con capacidad real para asumir grandes volúmenes de producción en plazos ajustados.

Proyección internacional más allá de Europa

Aunque Europa es el foco principal de su expansión actual, EM&E también ha identificado oportunidades relevantes fuera del continente. En la actualidad, aproximadamente la mitad de su negocio procede ya de mercados internacionales, una cifra que la compañía espera incrementar en los próximos años.

El sudeste asiático y Oriente Medio figuran entre las regiones prioritarias, donde el grupo ha cerrado acuerdos comerciales de relevancia. En 2024, EM&E abrió una oficina en Kuala Lumpur que actúa como hub regional para impulsar nuevos proyectos y establecer alianzas con socios locales.

Países como Corea del Sur o Vietnam están también en el radar de la compañía, que busca diversificar su cartera de clientes y reducir su dependencia de un solo mercado. Esta expansión geográfica refuerza la resiliencia del grupo y le permite captar oportunidades en regiones con un fuerte crecimiento del gasto en Defensa.

La fusión con Indra, en el horizonte de 2026

El momento de expansión de EM&E coincide con el análisis de una posible fusión con Indra, una operación de gran calado para la industria española de Defensa. El proceso se está desarrollando con cautela debido al potencial conflicto de interés derivado del papel de Ángel y Javier Escribano en ambas compañías.

Indra ha constituido una comisión específica para evaluar la operación, apoyándose en asesores de primer nivel, mientras que EM&E cuenta con el respaldo de grandes entidades financieras. La fusión no se activará hasta contar con las valoraciones definitivas y las cuentas auditadas de 2025.

La previsión es que cualquier decisión se retrase hasta 2026, lo que permite a EM&E continuar ejecutando su plan estratégico de forma independiente mientras se analizan todas las implicaciones de una eventual integración.

Un ambicioso objetivo financiero hasta 2030

El plan estratégico de EM&E, elaborado con el apoyo de Boston Consulting, fija metas de crecimiento muy ambiciosas. La compañía aspira a alcanzar una facturación de 1.300 millones de euros en 2030, más de tres veces los ingresos registrados en el último ejercicio cerrado.

Para 2025, la previsión es alcanzar unos ingresos cercanos a los 480 millones, lo que supone un crecimiento interanual del 35%. En términos de rentabilidad, el grupo espera elevar su ebitda hasta los 410 millones al final del periodo, frente a los 127 millones registrados en 2024.

Este crecimiento vendrá acompañado de un fuerte aumento del empleo, con una plantilla que pasará de los 1.700 trabajadores actuales a más de 3.000 personas. La expansión en Reino Unido se perfila como uno de los pilares clave para alcanzar estos objetivos y consolidar a Escribano como un actor industrial de referencia en la Defensa europea y global.

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Alba Carbajal

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