Aceites Abril pulveriza los 300 millones en ventas y duplica beneficios

La compañía ourensana disparó su facturación un 70%, hasta los 316 millones de euros, en 2021 y se refuerza con una ola de contrataciones y la inauguración de una segunda línea de refinado

Aceites Abril

Imagen interior de las instalaciones de Aceites Abril en San Cibrao das Viñas

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Aceites Abril se desata. La compañía ourensana ha entrado en el selecto grupo de firmas gallegas que logran rebasar la barrera de los 300 millones de euros en ventas tras un 2021 de récord.

Y es que la empresa con sede en el polígono industrial de San Cibrao das Viñas se ha sobrepuesto a dos ejercicios con la facturación a la baja y ha estirado su cifra de negocio hasta los 315,5 millones de euros. Aceites Abril ha cerrado, de esta manera, el ejercicio 2021 con un salto del 69,7% respecto a los 185,9 millones que se anotó en ingresos a lo largo de un 2020 marcado por la crisis del Covid-19.

Las claves de Aceites Abril

«Aceites Abril se ha convertido en una referencia sólida del sector aceitero español gracias a una magnifica planificación estratégica por parte de la dirección de la compañía», se congratula la firma a través de su informe de gestión. En el documento, el equipo gestor de la compañía ourensana destaca su condición de «único refinador en un área de 600 km, ejerciendo una barrera de entrada para cualquier competidor que quiera operar en el área noroeste de la península».

También resalta el hecho de que despliega su actividad en un «sector refugio», la «amplia cartera de productos», los clientes en cartera de notoria solvencia crediticia», así como el centro de almacenamiento en Vilagarcía de Arousa. Sobre este último punto, la firma destaca que esta infraestructura permite «generar importantes ahorros logísticos».

Este empujón a su cifra de negocio ha provocado que el beneficio neto de la compañía se haya disparado desde los 3,1 millones hasta los 7,2. La compañía contrapone estos resultados con los del ejercicio 2015 para constatar «el éxito de las políticas aplicadas». No en vano, su facturación ha rebotado un 130% en este periodo (en 2015 ascendía a 137,4 millones de euros), y su margen bruto ha escalado del 1,7% al 3,9% mientras la deuda financiera neta ha pasado de multiplicar por 14 al ebitda del grupo a las 4,1 veces actuales.

Más empleados y nueva línea de refinado

Tras este fuerte repunte de beneficios y facturación, la compañía ha pisado el acelerador en materia de contrataciones. De esta forma, Aceites Abril ha pasado a emplear a una media de 146 trabajadores a lo largo del ejercicio 2021 (frente a los 128 de 2020), según se desprende de su memoria anual.

Pese a su 2021 récord, el ejercicio 2022 ha arrancado con desafíos para la empresa de embotellado de aceite como consecuencia de la invasión de Ucrania, el principal productor mundial de girasol (genera el 38% del total). «La escasez de girasol conllevará un incremento de coste de la materia prima. Este desajuste entre oferta y demanda obligará a industria y consumidores a buscar alternativas, entre las que se encuentran diferentes tipos de aceites vegetales, cuya mayor demanda puede influir en un incremento de su precio», afirmaba la compañía el pasado mes de marzo.

Aceites Abril, que recientemente ha inaugurado su segunda línea de refinado en San Cibrao das Viñas, reconocía estar trabajando en el «»desarrollo de nuevas alternativas en aceites vegetales saludables a la mejor relación calidad-precio y como respuesta a un precio alto del aceite de girasol». Entre estas alternativas se encontraban el propio aceite de oliva (su buque insignia), así como el aceite de orujo de oliva («muy recomendable para frituras») o los aceites de semillas.

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