El nuevo dueño de Xeal mantiene la alianza con Villar Mir, pero deja en el aire la inversión en las fábricas

El grupo checo Energo-Pro, dedicado al sector hidroeléctrico, logra un préstamo de JP Morgan y Goldman Sachs de 300 millones para financiar la operación; este importe es un 75% más que lo que pagó el fondo Sixth Street a Ferroatlántica hace cuatro años

Las fábricas de Cee y Dumbría están vinculadas a la concesión de las centrales hidroeléctricas

Las fábricas de Cee y Dumbría están vinculadas a la concesión de las centrales hidroeléctricas

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En un momento propicio por el interés que despierta en los inversores el sector de las renovables, el fondo Sixth Street Partners ha decidido desprenderse de Xeal, las antiguas centrales hidroeléctricas de Villar Mir en los ríos Xallas y Grande y las fábricas asociadas de Cee y Dumbría. El acuerdo de venta llega tras un periplo de cuatro años en el que las plantas, gestionadas por Ithaka, poco tiempo han estado al máximo de su capacidad productiva, pero la empresa ha dado beneficios apoyándose en sus activos energéticos. Xeal ganó 6,4 millones en 2021 y 24,6 millones el año pasado. Actualmente, según el comité de empresa, tiene operativo un horno de los cinco de los que dispone el complejo industrial de A Costa da Morte.

El comprador, Energo-pro, es un grupo con base en Praga especializado en generación hidroeléctrica. Cuenta con 34 centrales en operación con una capacidad instalada de 859 megavatios, a los que ahora se sumarán las diez centrales gallegas y sus 167 megavatios. El grupo checo está claramente enfocado al sector energético y a la operación de redes de distribución, pero no tiene experiencia en ferroaleaciones. La pata industrial de la compañía es el fabricante de equipos electromecánicos para centrales hidroeléctricas Litostroj.

El precio y la deuda de Xeal

Energo-pro dijo en un comunicado que la operación le permite diversificar riesgos y que para financiarla obtuvo un préstamo puente de JP Morgan y Lazard por 300 millones. Habla de financiación y no de precio, pues trasladó al mercado que ese era un dato confidencial. Sixth Street, consultado por este medio, tampoco quiso revelarlo este jueves. Asumiendo que la valoración de Xeal esté en torno a los 300 millones, supone un 75% más de lo que pagó el fondo estadounidense hace cuatro años a Villar Mir, 170 millones, y seis veces el ebitda obtenido en el último ejercicio, 45 millones. Sin embargo, las expectativas de Sixth Street cuando lanzó la venta asesorada por Lazard estaban por encima de estas cifras.

Aunque los activos energéticos están vinculados a la sostenibilidad de las plantas de ferroaleaciones, lo que pudo jugar en contra del vendedor, la operación tenía atractivo para Energo-pro por su entrada en la zona euro y en un país con mejor calificación crediticia que el resto donde desarrolla sus actividades: Bulgaria, Georgia y Turquía, además de Colombia. Las operaciones en euros también facilitarán el drenaje de deuda del grupo checo y mejorará su estructura de capital, dijo en un comunicado.

Xeal arrastra como principal deuda un préstamo concedido por la propia Sixth Street en 2019 por valor de 102,6 millones, de los que quedan por amortizar 56,1 millones. Inyectó el crédito a través de la filial Kehlen Adjacent Investments, domiciliada en Luxemburgo. El fondo estadounidense declinó aclarar cómo se resuelve esta deuda en el marco de la operación.

Los compromisos de Sixth Street Partners

Tras hacerse pública la venta, la principal preocupación en A Costa da Morte era la salud de las fábricas, las que más empleo y actividad económica generan en la comarca. El hasta ahora dueño de las plantas mantenía un acuerdo con Ferroglobe, cuyo primer accionista es Villar Mir, para venderle la producción de las factorías. Este compromiso, según fuentes empresariales, continuará en la nueva etapa. Ninguna parte explica, sin embargo, si se mantiene el plan de inversiones en las instalaciones. Sixth Street Partners preveía destinar 28 millones de euros entre 2019 y 2024 de los que, según el fondo, se han materializado 15,5 millones. Quedarían, por tanto, 12 millones más en inversiones pendientes, de los que nueve millones preveían ejecutarse este mismo año.

El sindicato CIG, en un comunicado, advirtió, sin embargo, que las inversiones comprometidas no se realizaron y que tampoco se presentó un plan de viabilidad para las fábricas que llevan tiempo reclamando. También asegura que desde 2019 se ha prescindido de unos 120 trabajadores, entre los que estarían 80 eventuales y 43 indefinidos.

De Brookfield a Energo-pro

Además de las fábricas y las centrales hidroeléctricas, el grupo checo se queda también la sociedad Feroe Ventures & Investments, que está tramitando la central reversible de bombeo en Mazaricos, un proyecto que podría alcanzar los 400 megavatios de capacidad. La CIG ha reclamado que la central del monte Ruña, impulsada por una sociedad ajena al acuerdo concesional de las hidroeléctricas del Xallas, se vincule también a las plantas de Cee y Dumbría como garante de su viabilidad.

Hay que recordar que las actuales hidroeléctricas no se pueden segregar del negocio de ferroaleaciones en base a las cláusulas de la concesión, que dura hasta 2060. Villar Mir intentó separarlas para vender las centrales a Brookfield en un momento de cierta urgencia en el grupo por reducir su deuda. Augas de Galicia denegó la autorización para segregar los activos hidroeléctricos de los industriales. y la operación quedó en nada. Posteriormente, Villar Mir vendió todo el paquete, fábricas e hidroeléctricas, a Sixth Street Partners. Cuatro años después, una nueva venta atrae a Energo-pro, que protagoniza una de las mayores inversiones históricas en España procedentes de la República Checa.

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