Greenalia y la patronal de las renovables alertan del riesgo de un desastre climático

La electrificación, la transformación del mix energético o la planificación de los accesos a la red son algunos de los grandes retos que prevén para el sector empresas como Reganosa, Greenalia o Norvento

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Reganosa, Greenalia y Norvento participaron en una jornada organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y Abanca sobre el futuro de la energía. La jornada, que se celebró en Santiago, sirvió para alertar sobre los riesgos ambientales que entraña una economía basada en los combustibles fósiles y para desentrañar algunas de las claves, y obstáculos, del desarrollo energético basado en renovables.

La conversación entre algunos de los principales grupos gallegos del sector arrancó reconociendo el fracaso que suponen los incumplimientos del Acuerdo de París, retomando así el hilo que enhebró en la conferencia inaugural Juan Carlos Escotet, quien se refirió a las dificultades de los países para conseguir los objetivos fijados en aquel tratado de 2015.

“No estamos haciendo las cosas bien cuando en todo el planeta se están incrementando los gases de efecto invernadero. Como sociedad hemos fracasado, porque no lo estamos consiguiendo”, dijo Beatriz Mato, directora de Desarrollo Corporativo y Sostenibilidad de Greenalia.

Mensajes alarmantes de los expertos

La exconselleira de Medio Ambiente explicó que los informes de los expertos están lanzando “todos los avisos posibles” de que la situación es crítica. Se refirió, en concreto, a uno de la Organización Meteorológica Mundial de la pasada semana para advertir que “los que son expertos ya están utilizando un lenguaje absolutamente catastrófico para que despertemos”.

“Se habla de catástrofe climática, que dice que si no tomamos medidas en dos años estaremos en el punto de no retorno. Cuando tienes un secretario general de la ONU que en todas sus intervenciones, en todas, hace un llamamiento para decirnos que ya no tenemos tiempo, que todo lo que dicen ustedes que quieren hacer lo tienen que hacer inmediatamente, nos deja a todos en vilo”, enfatizó la directiva.

Del ‘pasotismo’ a las urgencias

En el debate participó también el director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables, José María González Moya, que coincidió en el diagnóstico. «Durante muchos años hemos estado mirando hacia otro lado. Incluso se han ocultado informes de los efectos sobre el cambio climático de los usos que estábamos haciendo de la energía. Me pedíais una opinión personal y mi imagen es realmente catastrófica. Vamos muy tarde, vamos mal, ya no solo como planeta sino incluso a nivel de la Unión Europea y a nivel nacional», aseveró.

González explicó que en el Acuerdo de París hubo un compromiso para limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de dos, preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales. Pero no se va a conseguir. «Con las políticas actuales vamos llegar a los tres seguro», apuntó. «Mi mensaje sería catastrófico aunque es de ánimo, porque hay mucho por hacer. Pero el mensaje tiene que ser negativo porque hemos dejado pasar mucho tiempo», insistió.

La corresponsabilidad

Rodrigo Díaz, director de Operaciones y Desarrollo de Reganosa, apeló a una «responsabilidad compartida». «Las empresas las forman personas y proporcionan productos y servicios a las personas. Todos tenemos que entender nuestro rol y ser responsables en el marco de ese rol, colaborando para cumplir el objetivo», explicó.

Y dio algunas claves para abordar el problema. «Hay que trabajar en la electrificación de la economía apoyándonos en tecnologías renovables: eólica, marina, hidráulica, fotovoltaica. Y va hacer falta almacenamiento para gestionar toda esa generación renovable», apuntó.

A su juicio, no basta con centrarse únicamente en la electrificación. «El consumo final de energía en Galicia está cubierto en un 25% por electricidad, por lo que para atacar la foto completa necesitamos otras herramientas como biocombustibles, combustibles sintéticos o gases renovables como el biometano o el hidrógeno», destacó.

Lo que puede hacer la empresa

Javier Taibo, responsable de Desarrollo de Negocio Internacional de Norvento, se centró en el papel que deben jugar las empresas de energía renovable, bajo la premisa de que pueden «liderar parcialmente la lucha contra el cambio climático». «Todo pasa por estudiar bien la cadena de valor y centrarse en los puntos de mejora donde se pueden electrificar procesos y en cómo la empresa puede implantar tecnología renovable para descarbonizarse», explicó.

Norvento considera que ese potencial se extiende a otras empresas de sectores diversos como alimentación y bebida o cerámica. «Las renovables contribuimos de dos formas, como productores de energía para descarbonizar el mix eléctrico, y con la fabricación de tecnología para ayudar a otras empresas a descarbonizarse«, concluyó.

La electrificación urgente

«El proceso de descarbonización se tiene que centrar en la electrificación, es urgente», advirtió el director de la Asociación de Empresas de Energías Renovables. «En España el 23,9% de la electricidad es renovable y el resto es fundamentalmente fósil. Tenemos que equilibrar los procesos de oferta y demanda. Nos estamos centrando en la oferta, haciendo renovables, pero la demanda de electricidad no crece, no estamos robando del sector eléctrico consumos fósiles, no estamos transformando», dijo González Moya, poniendo como ejemplo que Portugal va «mucho más avanzado» en el coche eléctrico que España.

Planificar el mix energético

Beatriz Mato, la directiva de Greenalia, envió un mensaje optimista sobre el potencial renovable de Galicia y España. «Estamos en disposición total de contribuir a la transición energética. Galicia tiene el poder de ser soberano energéticamente. Tiene un viento maravilloso, tiene agua, tiene recursos que pueden contribuir a evitar esa dependencia energética que tenemos», apuntó.

Ponía en contraste esta abundancia de recursos con el dato de que solo el 25% de la energía proceda en España de fuentes renovables, pues eso significa que «el 75% proviene mayoritariamente de combustibles fósiles». «Saben ustedes bien que España no produce combustibles fósiles y saben también qué tipo de países son los que producen combustibles fósiles, cada cual más cuestionado por su calidad democrática. Uno no se puede sentir satisfecho del mix energético», razonó.

De hecho, considera que urge una «planificación del mix energético, que no existe» y expresó su preocupación respecto a que «la red esté preparada para absorber todos los megavatios después del improbo esfuerzo de tramitación» de la última etapa.

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