Las donaciones de Amancio Ortega contra el cáncer generan más de 150 millones de inversión pública

Los Gobiernos autonómicos destinan grandes inversiones para construir centros de protonterapia en los que ubicar los equipos donados por el fundador de Inditex, con el País Vasco a la cabeza al destinar casi 60 millones

Pedro Sánchez, Carolina Darias y Flora Pérez Marcote en el anuncio de la donación de Amancio Ortega

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La Fundación Amancio Ortega firmó en octubre de 2021 un acuerdo con el Gobierno de España para la donación de diez equipos de protonterapia a la sanidad pública, con un coste aproximado de 280 millones. Fue la segunda gran contribución del fundador de Inditex al sistema sanitario, después de destinar más de 300 millones a equipos de radioterapia de última generación, también para el tratamiento oncológico. Los aparatos, tanto los primeros como los segundos, no son sencillos de instalar. Requieren la habilitación de búnkeres y de un espacio asistencial a su alrededor. Por este motivo, a medida que se cumplen los trámites administrativos y se adquieren los equipos, las donaciones del hombre más rico de España van generando inversiones públicas en infraestructuras sanitarias. En el caso de la protonterapia, generan incluso una arquitectura, con la aparición de nuevos centros destinados a esta tecnología, de la que solo disponían hasta ahora en España dos centros privados, Quirón y Clínica Universidad de Navarra.

Están previstos más de 150 millones de inversión pública de las siete comunidades autónomas que albergarán los Proteus One de Ion Beam Applications, la multinacional belga que ganó en 2022 el concurso para suministrar los equipos radioterápicos organizado por el Ministerio de Sanidad. Esas inversiones se destinan tanto a la habilitación de nuevos espacios en los complejos hospitalarios como a la construcción de nuevos centros dedicados expresamente al nuevo tratamiento, como en el caso de Galicia o el País Vasco. Constructoras como Copasa o Cobra se han hecho con las obras que alumbró la labor filantrópica de Amancio Ortega y las necesidades de infraestructura de los costosos equipos.

Los proyectos de Galicia y País Vasco

Tanto Galicia como el País Vasco optaron por la construcción de nuevos edificios. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu invertirá 60 millones para levantar en San Sebastián un centro de 9.625 metros cuadrados, que salió a licitación pública a comienzos de este año. El inmueble estará distribuido en cuatro plantas, en las que se incluirán como principales espacios el búnker de tratamiento, un área de consultas, otra de preparación de pacientes y otra para el personal sanitario. Tras poner en marcha el concurso para las obras, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, otorgó mucha importancia a «humanizar al máximo» el edificio, que dispondrá de una zona de juegos específica para niños.

El edificio se ubicará junto al Hospital Universitario Donostia y el equipo de donado por la Fundación Amancio Ortega tratará a pacientes de Navarra, La Rioja, Cantabria, y de las provincias de Burgos y Soria, en Castilla-León. La terapia de protones permite atacar con mayor precisión los tumores, preservando mejor los tejidos sanos que en los tradicionales tratamientos con radioterapia de rayos X o electrones.

Proyecto para el centro de protonterapia de San Sebastián

Como ya explicó este medio, la Xunta también pondrá en marcha el nuevo Centro de Protonterapia de Galicia, ubicado en Santiago y encargado a la constructora ourensana Copasa por 20 millones. El edificio contará con dos búnkeres y espacio para habilitar uno más, y atenderá a la población de Galicia, Asturias y Castilla y León. La nueva infraestructura sanitaria es una pieza clave de la estrategia del Gobierno gallego en atención oncológica y entra en diálogo con la puesta en marcha del Centro de Producción de Terapias Avanzadas (CAR-T), también en la capital de Galicia.

De Copasa a Cobra

La Generalitat Valenciana, por su parte, adjudicó el año pasado a Cobra la construcción de un edificio en el Hospital La Fe de Valencia por 21 millones. Este centro, que atenderá a los pacientes de toda la comunidad, estará conectado por vía subterránea con el Servicio de Oncología Radioterápica del hospital.

Proyecto para la construcción del Centro de Protonterapia de Galicia en Santiago

Cataluña tiene previsto invertir entre 25 y 30 millones para crear su centro público de protonterapia en el parque sanitario Pere Virgili de Barcelona, donde llegarán dos de los equipos donados por el fundador de Inditex. La previsión es que las máquinas suministradas por la multinacional IBA puedan empezar a tratar pacientes en 2025.

Otras dos comunidades que han anunciado inversiones para las nuevas unidades de protonterapia son Madrid y Andalucía. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso destinará 14 millones para ubicar el equipo en el Hospital de Fuenlabrada, con la previsión de que entre en funcionamiento a finales de 2026 o principios de 2027. El segundo de los aparatos que llegarán a Madrid se instalará en el Hospital La Paz.

Andalucía, que también recibirá dos equipos de la multinacional IBA, prevé destinar 10,6 millones al Hospital de Emergencia Covid-19 de Sevilla y al Hospital Regional Universitario de Málaga para habilitar los espacios que albergarán las Proteus One. Darán servicio no solo a la población andaluza, sino también a Ceuta, Melilla y el sur de Extremadura y Castilla-La Mancha.

Inversión pública de 155 millones

Estas inversiones suman, en conjunto, 155,4 millones, siendo la más voluminosa la del Ejecutivo vasco. Los nuevos edificios deben estar equipados con búnkeres, como ya sucediera con la anterior donación de los equipos de radioterapia, y cada búnker debe estar aislado según las especificaciones técnicas que marca el fabricante, en este caso, la multinacional belga que se hizo con el suministro en el concurso del Ministerio de Sanidad.

Están pendientes de añadir todavía las inversiones que ponga en marcha el Gobierno canario, que tendrá otro de los aparatos, y las que necesite Madrid en el Hospital La Paz. La movilización de fondos públicos no alcanza los 280 millones que puso sobre la mesa Amancio Ortega, pero elevará hasta cerca de los 500 millones la inversión en unidades de protonterapia para el tratamiento oncológico, una tecnología que sitúa al sistema público español en la vanguardia de la lucha contra el cáncer.

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